Siempre hay una tía que dice “ya no saben qué inventar”. Sobre todo cuando se trata de novedades tecnológicas. Y probablemente esa tía diría lo mismo si supiera que las carreras de drones ya son una realidad, están comenzando a masificarse y se consideran un deporte.
Así es. Un deporte. Aunque no necesitas tener un gran estado físico, sino más bien, ser hábil con las manos para poder pilotear tu pequeña nave voladora. Nave que, por cierto, en algunos casos puede llegar a moverse a 150 kilómetros por hora a través de diversos obstáculos, en medio de variados escenarios.
Y en Estados Unidos esto ya empezó. A mediados del año pasado se realizó el primer Campeonato Nacional de Carrera de Drones, en donde el ganador terminó siendo el australiano Chad Nowak, quien se llevó a su hogar un premio de US$ 15 mil. El evento causó tanto revuelo, que actualmente el país se prepara para la Competencia Nacional del 2016 y cuya página oficial (para tener mayor información) se lanzará en 19 días más.
¿En qué consiste?
Por supuesto que lo principal es el dron. Aquellos que están diseñados especialmente para este deporte, generalmente son pequeños y miden entre 25 y 30 cm. Pueden tener desde tres hasta seis motores y cuentan con una cámara incorporada.
Esta última es esencial, ya que son las imágenes capturadas por la cámara, las que hacen que el piloto pueda ver por dónde se va moviendo el dron. Esto, a través de unos lentes FPV (“FirstPerson View” o “Vista en Primera Persona”; mientras que el movimiento es manejado por medio de un control remoto.
Ahora bien, las modalidades de las competencias dependerán de cada una. Por ejemplo, el australiano que ganó el Campeonato Nacional de Estados Unidos el año pasado, se llevó el primer lugar tras salir victorioso en las tres categorías del evento: una prueba individual cronometrada (en la que participaron alrededor de 120 corredores), una prueba grupal cronometrada y otra de trucos de estilo libre.
Los tipos de competencias más típicas son aquellas en las que los drones tienen que desplazarse a través de circuitos circulares o lineares. Hay tanto pruebas de velocidad, como de destreza, en donde hay que superar varios obstáculos (como atravesar anillos o cosas así). Así que para que se hagan una idea de cómo se ve la carrera desde los ojos de un competidor, les dejamos este video de una carrera de drones en el Miami Dolphin’s Stadium.
Alejandro Gatica, CEO de la organización Drones de Carrera –uno de los principales exponentes de este deporte en el país–, ve con buenos ojos el desarrollo de estas competencias en Chile. “La tecnología avanza de manera muy rápida y cada día se hace más accesible, por lo mismo, con el pasar del tiempo se han ido sumando nuevos pilotos a nuestra agrupación”, asegura.
Y ya tienen experiencia en el tema. A principios de este año llevaron a cabo la primera competencia oficial de este tipo a nivel sudamericano, mientras que ya se están preparando la siguiente. Alejandro anticipa que “en Mayo se viene una mucho más grande: el Chile Drone Nationals que también es organizada por nosotros. Ahí se elegirán a los cinco mejores pilotos del país para ir a competir a Hawaii en el mundial de drones que se realizará en Octubre”.
¿En qué lugares se podrían realizar estas competencias en el país?
Así como hay una serie de maneras de llevar a cabo este tipo de competencias, también hay una serie de locaciones que podrían albergarlas. Según Alejandro, estas pueden corresponder a “lugares abiertos como canchas de fútbol, locaciones con estructuras tipo galpones o lugares abandonados (ruinas) siempre que cuenten con espacios de vuelo seguro”, aunque “también existen lugares para realizar vuelos indoor, como estacionamientos techados, subterráneos, etc.”.
¿Qué dice la legislación al respecto?
Existe la normativa DAN 151 de la Dirección General de Aeronáutica Civil, sobre “Operaciones de aeronaves pilotadas a distancia (RPAS) en asuntos de interés público, que se efectúen sobre áreas pobladas”, que traza ciertas líneas sobre esta materia. Sin embargo, según Alejandro esta regulación “no contempla los drones de carrera, ya que están por debajo del peso establecido en la norma y vuelan a baja altura, además que las prácticas y competencias se realizan en recintos particulares y con las medidas de seguridad pertinentes”.
Eso sí, la Dirección Aeronáutica ha manifestado su preocupación a Drones de Chile sobre las personas que vuelan estas naves en lugares públicos y sobre aquellos usuarios que no cuenten con la capacitación para operar drones de mayor tamaño.
¿Qué se necesita para competir?
Lo elemental son tres cosas: un dron de carrera especialmente diseñado para las competencias, las gafas FPV y una radio o control remoto para maniobrar. Eso sí, Alejandro recalca que es muy importante “practicar mucho volando en circuito, ya que los nervios cumplen un papel importante a la hora de competir. Hay muchos buenos pilotos que son traicionados por los nervios a la hora de correr y que terminan chocando en alguna parte del circuito. Como toda disciplina, la práctica hace al maestro”.