Psicólogos Voluntarios de Chile: felicidad accesible para todos

Esta organización nació entre los tambaleantes días tras el terremoto de 2010, sin embargo, hoy está más firme que nunca. Ahora aspiran a llegar a regiones, porque nadie debiera quedarse sin atención psicológica porque no puede pagarlo.

Por María Paz Salas @mpazsalasm | 2013-12-03 | 12:31
Tags | psicólogos, voluntarios, pilar zurita, terremoto, psicología, salud, bienestar
"Formamos todos parte de una cultura en donde la salud mental no ha sido relevante porque no se ve, no se toca."

Psicólogos Voluntarios nació casi por accidente. O como su Directora Ejecutiva, Pilar Zurita lo define: "al revés de los mortales". Ya que nunca hubo una idea, sino que nació por la necesidad luego de una emergencia: el terremoto del 27 de febrero de 2010. Pilar había terminado recién su práctica profesional y recibió el llamado de un amigo psicólogo que le dijo: "hagamos algo, nosotros tenemos otras capacidades". Se pusieron a contactar a sus amigos y colegas y pusieron un anuncio en las redes sociales.

"Y ahí cambió la vida", explica Pilar. Porque el lunes era un grupo de amigos pensando en ideas, el martes ya eran 30 personas recibiendo dos capacitaciones y el miércoles ya tenían 100 psicólogos dispuestos a colaborar. El viernes, ya eran 200 y tras una semana, 800. Todos psicólogos titulados, e incluso algunos extranjeros. "Lo bonito era que por primera vez nos juntamos psicólogos de distintas áreas a trabajar juntos. Eso fue nunca antes visto y cada uno ponía lo mejor de sí", comenta Pilar.

Se organizaban en la Universidad Diego Portales (su casa de estudios) y funcionaba por requerimiento. "Nos llamaron desde junta de vecinos hasta grandes empresas, era una gama amplísima en todas las regiones afectadas", comenta. Ellos ponían recursos humanos y coordinaban todo, pero quien hacía el requerimiento tenía que financiar la movilización, el alojamiento y la comida de la gente.

A las empresas se les pedía el doble.
Es decir, si había que hacer una intervención, enviaban un cierto número de psicólogos por una cantidad de personas y la empresa financiaba el doble, para llevar otro equipo pero que atendiera a la comunidad. "Funcionó muy bien, porque así la empresa, a través de la Responsabilidad Social Empresarial, se hacía cargo del caos de la comunidad", dice Pilar. Y el efecto de la ayuda psicológica en terreno, cuenta, comenzó a sentirse.

"Me tocó mucho en emergencias, personas que te pregunten por qué estás ahí. Y te dicen pero usted es voluntario, ¿por qué?. Y cuando tú le respondes, porque usted a mí me importa, cambias una realidad donde a esa persona, en una situación de crisis, que se siente súper desvalida, le dices que va a salir adelante", cuenta Pilar.

En 2010 alcanzaron a atender a 12 mil personas de manera gratuita, en 4 regiones y con 800 psicólogos movilizados. También acudieron a otras emergencias, como el incendio en la cárcel de San Miguel y el accidente de TurBus.  "Fuimos profesionalizando este trabajo de emergencia y hoy contamos con estos equipos de trabajo formales", asegura Pilar. A fines de 2011 y al comienzo de 2012, la organización ya estaba constituida. Hoy tienen una base de datos con alrededor 2.400 comentarios.

¿Cuando se convirtieron en una organización formal?

"Pasamos de la desgracia al otro extremo. En la segunda semana después del terremoto ya empezó el trámite para hacer algo legal. Nos formalizamos. Lo que vimos fue una oportunidad. Nosotros creíamos que había una necesidad a nivel país y un montón de gente que quiere ayudar. Pero no había donde, ni cómo canalizarlo. Si bien hay muchas organizaciones de Chile que requieren psicólogos, esto de que fueran sólo psicólogos resultó muy atractivo para la gente, para los profesionales. Tuvimos que hacernos cargo nada más. Por eso nace al revés de todo", cuenta Pilar. Y agrega que luego, las cosas comenzaron a cambiar.

Hoy no sólo trabajan con la psicología en emergencias sino que también con atención clínica, ayuda a otras instituciones sociales, licitaciones públicas y privadas y también con el tema de la felicidad de las empresas.

¿Cómo fue ese vuelco?

"Fue ir instalando el tema de la salud mental como un tema importante. Hacerle ver a la gente que la salud mental no pasa sólo por la presencia o ausencia de una patología, sino que también por el bienestar y la capacidad de vivir bien. Y de algún modo desde la crisis hasta la felicidad.  Dimos ese vuelco y si bien seguimos trabajando en emergencias, todas las otras aéreas tienen el foco puesto en que la felicidad de las personas es lo más importante. Eso le da el sentido a nuestro quehacer".

¿Cómo es con las empresas?

"Entendemos a la empresa como un espacio de desarrollo social, no sólo como un espacio de productividad, y en ese sentido entendemos que la persona no es sólo un trabajador, sino que es una persona completa, con toda una historia, con fantasías, con expectativas, que va a trabajar y en ese sentido es algo bien bonito porque obliga a la empresa hacerse cargo realmente con ese rol que tiene de aportar a la sociedad, desde dentro. Y no sólo hacia fuera con tu producto. Obliga a entender el área de recursos humanos como un espacio diferente, que no sólo tiene que ver con las intervenciones para lo que ocurre adentro de esa organización. Todos estos vuelcos son paradigmáticos y a mi juicio se están dando, se están instalando. Hoy día es más fácil ingresar con el discurso que transforme. Ha sido todo un desafío".

¿Cómo está Chile con el tema de la emergencia?

"En el tema de la emergencia Chile está avanzando, pero no estaba preparado. Y nosotros que trabajamos con gente profesional, tenemos la gran dificultad de que, por ejemplo, no pueden salir del trabajo. No se comprende el rol. Un bombero sale. Esto es como un bombero, pero como no está instalado, nos encontramos con eso", dice.

¿Cómo se financian?

"En Chile ese es un tema súper complejo. Toma alrededor de tres años poder pararse. Y en estos mismos cambios, hasta ahora la gran mayoría de las organizaciones han funcionado en base a donaciones. Hoy las donaciones, tanto de personas como empresas, han disminuido alrededor de 40%. Y somos muchas organizaciones buscando las mismas lucas. Por lo tanto
hoy no podemos pensar en sobrevivir en base a lo que el otro te dé. Eso tiene que ser sólo una cápita. Buscando este tema tuvimos que hacer un cambio en la forma, porque habíamos apostado al tema de las donaciones, por lo tanto todos nuestros servicios eran gratis, por lo que no era sostenible. Llevábamos tres años sin ganar nada.  Hoy cobramos por nuestro servicio, con arancel diferenciado según quien haga el requerimiento. Si una empresa nos contrata, lo más probable es que le cobre valor mercado o un poco más bajo y a las organizaciones sociales también les cobramos, pero con valores sociales. De modo que a nosotros nos alcance para cubrir nuestros gastos, sin generar demasiadas ganancias. Estamos en un nivel en que llegamos a un punto de equilibrio. Esto es complejo porque cuando hablamos sin fines de lucro, se asume que todo es gratis. Y no es real, todo tiene un costo".

Las consultas privadas también tienen un arancel diferenciado. Al comienzo era gratis, pero iba muy poca gente, cuenta Pilar. Por lo mismo, ahora tienen distintos tipos de pacientes. Los beneficiarios A son los que vienen de fundaciones con las que tienen convenio, son personas de bajos recursos.

Ellos tienen acceso a atención privada de 45 minutos a una hora y se atiende con montos que van entre $500 y $10.000. Ese dinero va para el terapeuta. Luego están los beneficiarios B, que son los que llegan por su cuenta. Vienen a una primera consulta y pagan entre $5.000 y $20.000 pesos según su nivel de ingreso, por consulta. La primera sesión es para la institución y las siguientes son para los voluntarios. "La idea también es poder generar trabajo", comenta Pilar.
 
Pero las donaciones también son importantes, sólo que ellos las llaman "acciones de felicidad". "Nosotros no invitamos a donar plata, nosotros invitamos a comprar acciones de felicidad. Así como en la bolsa, llamamos a invertir en la felicidad de la gente para que nosotros podamos hacer nuestro trabajo", asegura Pilar.

La Salud Mental de Chile

Pilar asegura que la depresión es la segunda causa de paralización de actividades en el mundo y que en nuestro país, las tasas de suicidio están aumentando considerablemente. "Tú dices, acá algo ocurre", dice. Pero también rescata algo positivo, que somos un país altamente resiliente, por lo tanto, "también tiene el vaso medio lleno", cuenta.

¿Crees que la atención psicológica no se considera tanto para actividad de personas de escasos recursos?

"Yo creo que no es una prioridad porque es de elite. Si no fuese de elite lo podríamos ver como necesidad. Recién este año por primera vez oímos al encargado nacional de Salud Mental diciendo que se iba a aumentar el presupuesto. Ni siquiera a nivel estatal y no por mala voluntad, sino que porque formamos todos parte de una cultura en donde la salud mental no ha sido relevante porque no se ve, no se toca. Por lo tanto la gente que no tiene los recursos, tampoco ha tenido el espacio para recibir una atención de buena calidad, porque no hay recursos suficientes de hora, de plata, de todo. Cuando tu brindas el espacio, donde tocas temas que a veces son súper cotidianos, pero le muestras otro matiz, la gratitud que hay detrás de esto es tremenda. A lo mejor por ser una intervención tan breve no realizas el tremendo cambio en su vida, pero sí aportaste un grano, y creo que ese ya es gran paso a nivel país".

¿Cómo está cambiando la Salud Mental hoy en día?

"Está mejorando. Si te fijas en los matinales es un tema que se aborda. De distintas maneras, a veces con el tema del bienestar, pero hoy día por ejemplo es un tema. Si tienes un vecino que tiene una enfermedad, por ejemplo, mal de diógenes, esa enfermedad que acumulan basura, es tema, no sólo por el vecino que acumula basura, sino porque genera malestar en una comunidad y por lo tanto pasa a ser un tema municipal. La salud mental de esa persona, afecta a toda una comunidad y hoy día se aborda, no se le encierra, sino que se aborda. Hoy día las mutuales tienen tema de emergencias también como nosotros, pero que nosotros formemos parte de una red de ayuda humanitaria y que ONEMI nos contacte en situaciones de crisis porque es importante que hayan psicólogos, es un gran paso. Entender que una situación de crisis puede afectar la vida de una persona y que se intervienes a tiempo, puedes prevenir que eso ocurra, es un gran paso. Eso no existía hace cinco años atrás.

¿Cuáles son tus proyecciones? ¿Qué quieren lograr?

"Tantas cosas. Mi intención para el próximo año por un lado es solidificar la institución y tener los recursos suficientes para trabajar más tranquilos. pero también está el tema de regionalizar la institución. Que en el fondo si nos llamamos Psicólogos Voluntarios de Chile, sea de Chile y no de Santiago para Chile. Fortalecer los recursos de la zona. Si hay una emergencia, que no tenga que ir gente de Santiago a atender las regiones. Porque lo principal que ocurre en una emergencia, es que deben ponerse a disposición los recursos de la zona, antes de que ingresen otros, porque si no es un caos. Y para eso debes instalar competencia. Me encantaría tener un  ejército de psicólogos que arrase en las regiones. Que pueda llegar a los lugares más insólitos para hacer intervenciones. Que existan los recursos para trabajar con fundaciones locales, que hagamos una buena red".

¿Conocías Psicólogos Voluntarios?, ¿Crees que la Salud Mental es importante para las emergencias y personas de bajos recursos?