Imagen: Gojko Franulic

Joan Melé y la banca con valores: "La primera ética es no juegues con el dinero de la gente"

Triodos Bank, el principal banco ético del mundo, lleva más de treinta años en Europa financiado solo proyectos de valor medioambiental, social o cultural. Joan Melé, su subdirector, está en Chile para dar el puntapié inicial a la creación de un banco así en nuestro país.

Por César Burotto @cburotto | 2014-10-29 | 07:00
Tags | banca ética, banco, inversión, Joan Melé, Triodos, finanzas, ética, valores
“Ahora somos caso de estudio en algunas escuelas de negocio. Es que no les coincidimos con los manuales de economía que estudiaban”

¿Te imaginas un banco cuyo dinero se utilice estrictamente para financiar proyectos y empresas que tienen una preocupación medio ambiental o social? ¿Un banco en el cual no exista la especulación con el dinero que los clientes depositan? ¿Un banco ético y con valores? Aunque no lo creas, ya existe y se quiere replicar acá en Chile.

La Agrupación de Usuarios por una Banca Ética para Chile (AUBE), este miércoles realizará un acto ciudadano en el cual darán el vamos para crear un banco así en nuestro país. El evento contará con la presencia de Joan Melé, subdirector General de Triodos Bank, uno de los principales exponentes de la Banca Ética. Además, escribió el libro "Dinero y conciencia. ¿A quién sirve mi dinero?" y conversó con nosotros.

Orígenes: el banco que no podía existir.

Triodos Bank nace en Holanda en los años 80. Un grupo de profesionales, observando el rumbo que estaban tomando los bancos del mundo, los cuales apuntaban a una maximización de sus ganancias y la especulación en los mercados de capitales, sin importar a qué se destinara el dinero, se dieron cuenta que era necesario crear otro tipo de banca. Una en la cual el dinero de los clientes sirviera para mejorar la calidad de vida de las personas.

La palabra Triodos significa “tres caminos”. Esto se debe a que el banco se especializa en financiar tres grandes áreas: cultural, medio ambiental y social. Estos son sectores que a la banca tradicional no le interesa y que no están acostumbrados a financiar, por su supuesta baja rentabilidad y alto riesgo.

El banco llegó a España el año 2004 en medio del apogeo de la banca, la cual estaba ganando muchos millones. Según cuenta Joan Melé, en ese tiempo los miraron como una pandilla de locos y les aseguraban que no iban a durar mucho. “Pensaban que no era sostenible, que banca y ética es un oxímoron, una contradicción. A mí cuando me preguntan si una banca puede ser ética respondo: ¿Tú eres ético? Si tú eres ético harás que una banca ética exista”, cuenta Joan Melé.

Poco tiempo después, la crisis subprime y su consecuente debacle financiera desnudó la fragilidad del modelo de negocios de la banca tradicional: mientras esta hacía agua y el dinero de sus clientes se esfumaba, Triodos Bank se mantenía sólido y con ganancias crecientes para sus accionistas y clientes. De hecho, la crisis provocó que mucha gente tomara conciencia y se volviera a la banca ética, incluso personas de altos recursos, que aunque otros bancos ofrecían mejores tasas, optaron por invertir así su dinero. “El sufrimiento te hace tomar conciencia”, dice.

“Ahora somos caso de estudio en algunas escuelas de negocio. Es que no les coincidimos con los manuales de economía que estudiaban”, cuenta Melé.

Hoy, Triodos tiene 170 mil clientes solo en España y más de 550 mil en Europa, número que crece a pasos agigantados y que los ha obligado a abrir tantas sucursales, que debieron detener su expansión para asegurar la calidad de su servicio (no por nada, en España fueron elegidos “Mejor Banco en Calidad de Servicio” por una asociación de consumidores). Y todo lo anterior, con buenos resultados comerciales: “Somos el banco más solvente de España, casi 18% de solvencia, contra 8% que es el promedio de la banca española”, asegura el banquero, que se enorgullece de no recibir ayudas estatales.

Su misión, de acuerdo a lo que dice Joan Melé, es que el dinero circule con conciencia creando la máxima riqueza social posible.

Inversión y transparencia

Una de los fundamentos del banco Triodos tiene que ver con sus criterios de inversión, es decir a quién van prestar el dinero y a quien van a ofrecer créditos. Por ejemplo, el banco nunca entregaría un préstamo para proyectos que tienen que ver con energía nuclear ,ya que lo consideran riesgoso para la salud de las personas. En cambio se abren a financiar proyectos que tienen que ver con energías renovables, desarrollo sustentable y que promueven un cambio social, entregando trabajo y oportunidades a las personas.

“Queremos crear una corriente de opinión, no por una cuestión de negocios sino porque pensamos que cuando uno tiene poder, se puede utilizar para favorecer cambios positivos en una sociedad, no solo financiar, sino promover consumo responsable, también en comercio justo”, dice Joan Melé.

Otro de los fundamentos, que como asegura Joan Melé son fundamentales para una banca ética, es la trasparencia. Detallan públicamente todo lo que hacen con el dinero de los clientes y se preocupan de transparentarlo, que todos sepan a dónde va el dinero y a quién se financia.

Un banco no tiene la obligación de ganar el máximo dinero posible, puede ser el máximo dinero posible compatible con la dignidad de las personas y un mantenimiento del medio ambiente. Además tiene que fundamentar en que se utilizó el dinero, siendo lo más trasparente posible. Si mantienes y respetas esto me parece bien”, asegura Joan Melé.

Y como el rol social no es sólo hacia fuera, Triodos Bank también tiene una política de salarios justos para con sus propios trabajadores: el máximo ejecutivo del banco gana sólo 9 veces lo que el empleado peor pagado. Una diferencia mínima, comparada con las diferencias de hasta mil veces que pueden llegar a existir en la banca tradicional.

“Estamos educando mal”

El subdirector del banco Triodos, destaca que uno de los mayores problemas en el mundo es la desigualdad en la distribución de la riqueza. Hay datos, según Joan Mleé, que muestran que 85 personas tienen la misma riqueza que 3.500 millones de habitantes en el mundo. El 8% de la población mundial tiene el 80% de los recursos. “Esto no normal, esto no tiene sentido, esto no se puede permitir”, señala Joan Melé.

Uno de los problemas, en su opinión, es que estamos educando mal a los jóvenes respecto a estos temas. Según él, estamos mentalizando a los jóvenes a que se tienen que preparar para salir a luchar en esta guerra que es el mundo cuando sean mayores. “Estamos diciendo que se tienen que preparar para que se ganen bien la vida cuando sean adultos. Es decir, no estudian para tener más conocimiento, más libertad, para conocer sus capacidades y desarrollarlas para que el mundo esté mejor, sino que  los preparamos para el egoísmo”, dice él.

De acuerdo a Joan Melé, si se enseña así, luego el modelo que tienes es ese, el máximo beneficio, pero lo que pasa es que cada vez más, es el máximo beneficio de unos pocos y la mayoría se está empobreciendo más. “Un modelo socioeconómico basado en una imagen reduccionista del ser humano, puramente animales que luchamos para sobrevivir, es un poco la imagen que se está dando para el ser humano, cuando el ser humano es capaz de hacer cosas maravillosas”, insiste Joan Melé, que dice sorprenderse de que en las escuelas de negocios se siga estudiando con libros de más de 30 años.

“Habría que decirles no os adaptéis, esta sociedad está muy enferma, no os adaptéis porque os vais a enfermar, cambiad las cosas. Yo creo que es esto, si educamos mal estamos engañando y mintiendo a los jóvenes. Los estamos llenando de miedo, de temor y de egoísmo para que se preocupen solo por lo suyo”, agrega.

¿Cómo se enfrenta el riesgo de este tipo de inversiones?

Mientras que la banca tradicional tiene una enorme aversión al riesgo y sólo apuesta a proyectos “seguros” y con un amplio capital de respaldo, en Triodos el grueso de sus inversiones están destinadas a proyectos de baja rentabilidad y “alto riesgo”, muchas veces sin mayores respaldos para su inversión. Y a pesar de esto, han tenido un éxito admirable: La mayoría de sus inversiones son exitosas y tienen una bajísima tasa de morosidad, menor a la del mercado tradicional. De hecho, la crisis económica que afectó a Europa desde el año 2009, no golpeó a su banco como si lo hizo con otros tantos.

Para Joan Melé, la clave para minimizar el riesgo no es apostar a negocios seguros, sino que te interese lo que están haciendo tus clientes y que los conozcas a fondo. En Triodos Cuando un empleado visita una empresa, no la visita para sacarle el dinero. Las instrucciones que le dan es conocer a los clientes. “¿Quiénes son? ¿Qué hacen? ¿Qué valor aportan a la sociedad? ¿Qué pueden aportar? Hay que conocer bien y entender el sector, para eso tenemos grandes especialistas en cada sector. Tenemos un especialista en agricultura orgánica, uno en energías renovables, otro en temas de educación. Al entender, tú sabes si ahí hay riesgo o no y pierdes el miedo”, cuenta.

Según él, el miedo de los bancos tradicionales por invertir en proyectos diferentes nace de una incomprensión, lo que es desconocido da miedo y es más fácil quedarse en lo que se sabe. “Lo primero es conocer a fondo lo que es bueno para la sociedad. Si no es viable, no es viable. Pero nosotros podemos ver viabilidad donde otros no la ven porque nosotros no tenemos miedo. Eso sí, un banquero debe ser prudente y no arriesgar el dinero que invierte, porque no es suyo. La primera ética es no juegues con el dinero de la gente”, asegura Joan Melé.

Para ilustrar el punto anterior, Melé cuenta la anécdota de un jóven que llegó a pedir un préstamo, sin mencionar para qué era, pero asegurando que estaría respaldado completamente por su padre. Tríodos exigió conocer el proyecto, y tras revisarlo, rechazaron dar el préstamo, porque el negocio sería inviable. “¡Pero si mi padre pagará si falla!” dijo el joven. “Justamente”, respondieron “no podemos hacer a tu papá perder su plata”. Otro banco hubiese tomado el dinero sin pensarlo dos veces.

El rol del Estado

Si bien Joan Melé desconfía del Estado, en cuanto los partidos políticos de su país son financiados por la banca tradicional, por lo que podrían estar influenciados, le gustaría ver un rol más activo del Estado para promover la generación de una banca ética. Y para eso, pide dos cosas:

Lo primero, es necesaria una ley de transparencia bancaria, pero más que sólo transparentar los costos de los créditos. “Transparencia en el sentido que hasta el último céntimo, los bancos estén obligados a publicar a que empresas han financiado y donde está el dinero. Transparencia radical”, dice.

Lo segundo, sería volver a separar las bancas según los clientes que tratan, que existan bancas comerciales para las personas y otra de inversiones. “Separar a las bancas comerciales, que se dedican a clientes como nosotros y prohibir que con ese dinero se pueda especular. Hoy la gente lleva el dinero al banco y no tiene idea de lo que el banco hace con ese dinero. Por ley debería estar prohibida la especulación. El dinero de los ciudadanos tiene que ir a financiar empresas que creen puestos de trabajo, no a dar vueltas por el mundo especulando en no sé qué”, concluye Joan Melé.

Un banco ético para Chile

Joan Melé ha sido invitado a diversos países de América a promover este tipo de banca, pero según dice “todavía está todo muy verde”, señalando que Chile es el país que parece estar más maduro para dar el primer paso en este sentido. Y considera que es fundamental que se haga, porque, dice, “En Sudamérica hay mucha riqueza, pero está muy mal distribuída”.

El Acto Ciudadano para dar inicio al proceso de crear un banco ético chileno, se llevará a cabo en el Teatro de la Universidad de Chile, hoy miércoles 29 de octubre a las 18:30 horas. La entrada es liberada y se presentará el proyecto de la Agrupación de Usuarios por una Banca Ética para Chile. El evento contará con la presencia de Joan Melé.