ANSPAC: el taller que reconstruye vidas

Cuando una mujer se supera hay una familia que surge. Es el lema detrás de ANSPAC, una fundación que se la juega por darle un nuevo sentido a la vida de las mujeres de Chile y América.

Por Magdalena Araus @mmaraus | 2013-06-21 | 11:37
Tags | ANSPAC, mujer, desarrollo social, apoyo, vidas, talleres, fundación, encuentro, redes

Un taller de manualidades una vez a la semana. Es todo lo que puede necesitar una mujer para darle un nuevo sentido a su vida y transmitirlo a su familia. 

Para Soledad fue así. No tenía trabajo, el papá de sus hijos se había ido de la casa y su hija de 15 años se había ahorcado. Una parte importante de sus propia vida se fue con esta hija. 

Algunos años después su hijo de 19 años le contó que sería padre. Ante este caos tomó una decisión. Un día prendió el gas de la cocina para matarse junto a sus dos hijos menores, pero una vecina llegó justo a tiempo.

¿Cómo salir de esa situación? ¿Cómo volver a ver lo bueno de la vida? Para Soledad la respuesta se encarnó en las siglas ANSPAC.

ANSPAC

“En ANSPAC me sentí acogida y querida (...) El grupo fue muy importante en esos momentos, tuve donde desahogarme y salir adelante", cuenta Soledad.

ANSPAC, "Asociación Nacional Pro superación Personal", es una fundación presente alrededor de muchos países de América. Se fundó en México en 1974, con un grupo de mujeres de empresarios que quisieron ayudar a las mujeres de los empleados de sus empresas y con el tiempo fue evolucionando. Hace 24 años llegó a Chile. 

Su misión es promover la superación integral de la persona, con la convicción de que solamente alguien que desarrolla constantemente su potencial humano, puede ser constructor de un mundo mejor en su familia y comunidad. 

"Yo antes no tenía ganas de superarme, veía todo negro, era negativa total (...) Ahora soy alegre, echando la talla; con los niños soy más cariñosa, preocupada de escucharlos y de no gritarles tanto”, comenta Soledad.

Como Soledad, hay tantas otras chilenas que han encontrado un sentido gracias a esta fundación y el trabajo que hacen sus voluntarias. Hablamos con María Ignacia Fernández, la Directora Ejecutiva de ANSPAC y nos contó su experiencia y detalles sobre el significativo trabajo que han realizado todos estos años.

¿Por qué el enfoque en las mujeres?

"La mujer es el pilar de la familia, la sostenedora, la que le da el sello. Eso es una cosa que nos marca mucho como sociedad. En Chile es muy potente. A pesar de la familia que tengas (madre soltera, separada, etc.), la mujer es siempre el brillo en su casa".

¿Que vieron ese grupo de mujeres en México que las hizo crear el proyecto?

"Vieron que el hombre podía salir a trabajar, hacer distintas cosas y la mujer se tenía que dedicar muchas veces a criar sus hijos, a estar dentro de su familia, ser dueña de casa y no tenían herramientas de formación para poder educar a sus hijos. Eras mujeres muy solas. El programa está enfocado principalmente a las mujeres dueñas de casa."

¿Qué hace ANSPAC para lograr su misión?

La principal especialidad es el Programa Mujer, donde se realizan talleres de formación integral. Actualmente son 65 talleres en distintas comunas del país, donde participan alrededor de 1.300 señoras. María Ignacia nos explica que hay tres áreas dentro de cada uno: valores, formación familiar y manualidades. 

"La de valores trascendentes, es porque esta es una fundación católica... pero son valores trascendentes para toda las religiones. (Como una alternativa, se plantea también el desarrollo de las virtudes)

La de formación familiar: darle herramientas a la mujer para que ella sea mejor madre, mejor esposa, mejor dueña de casa, mejor trabajadora. Se hablan temas tan sencillos como el autoestima, la cortesía, cómo educar a los hijos, cómo poner la comunicación dentro del matrimonio. Todo está basado en darles herramientas para que ella se sienta digan y capaz de poder mejorar sus relaciones y su formación. 

¿Qué rol cumplen las manualidades?

La tercera área son las habilidades manuales, donde les enseñamos una técnica de manera que la puedan utilizar como herramienta de salida laboral o puedan fabricar su propio negocio, embellecer su casa... que se sientan útiles (...) porque la idea no es solamente que ellas se dignifiquen y sean buenas personas, sino que además vean que sí tienen talentos ocultos y puedan potenciar todas esas herramientas que tienen y sacarlas afuera.

La manualidad nació, porque consideramos que la mujer tiene que ser integral (...) Además es una instancia donde la mujer se relaja y conversa temas que son importantes para nosotros.

También lo hemos utilizado porque nos hemos dado cuenta que el punto de enganche en estos talleres de superación personal. Llegan por las manualidades, pero al tiempo se dan cuenta de que les está dejando mucho más toda la otra parte: trascendencia, preocuparse por uno, dignidad, mejor persona, que eso es lo que más las enriquece. Y en las encuestas que hemos hecho, lo que más les termina gustando es toda la parte de formación en valores y familiar. Siempre."

En tu experiencia de encuentro con esas mujeres ¿qué características comunes ves en ellas?

"La soledad es lo que más las convoca. El sentirse solas y sin herramientas para poder enfrentar a la juventud a los niños (...) Por otro lado, se da mucho que ellas no se relacionan con los vecinos. No se saludan, no se conocen, no hay redes de protección (...)

Nos encontramos con una mujer que está saliendo a la calle, que está buscando trabajar, que tiene más herramientas, pero está buscando toda la parte de las herramientas valóricas. Que no las tuvo. Y busca en otras mujeres (las voluntarias) cómo poder educar y hacer mejor su familia, porque lo necesita y lo quiere, pero no sabe cómo. 

Entonces somos una instancia en la cual podemos dar esas herramientas y brindar apoyo. Nosotros les decimos: "Nosotros no les venimos a solucionar nada, ni les vamos a cambiar su vida. Son ustedes las que tienen que hacer el cambio"

¿Con qué actitud se acercan a ANSPAC?

"Lo que les llama mucho la atención para participar de esto es que es un programa de superación personal. Y lo otro es que les van a enseñar manualidades. Entonces llegan tanteando a ver de qué se trata, bastante desconfiadas. Y después uno se da cuenta cuando ellas comentan y uno les pregunta qué esperaban... son muy sinceras y dicen que nunca se imaginaron todo lo que se iban a aprender."

María Ignacia comenta que estos grupos se convierten pronto en redes de apoyo para ellas, donde pueden encontrar un espacio para hablar de lo que sienten y darse cuenta de que sus inquietudes, problemas y dificultades también las viven otras mujeres. Además al compartir la experiencia se pueden aconsejar unas a otras. Hay grupos que luego de graduarse del taller manual se han seguido juntando. En un caso se ha dado que llevan 20 años viéndose entre ellas y acompañadas por las voluntarias.

¿Cuál es el impacto de ANSPAC en una mujer?

"Se ve que ellas se empoderan, se hacen cargo de sus problemas. El problema no viene porque ellas tienen mala situación, sino que el problema está en ellas y tienen que resolverlo (...) el problema no va a cambiar, son ellas las que tienen que darle un enfoque más positivo.

La verdad es que sí vemos casos de mujeres que sacan a sus hijos de la droga, arreglan sus matrimonio o se separan en el caso que sea conveniente (...)Muchas tienen cambios trascendentales, algunas vuelven a estudiar, otras empiezan a trabajar... todo esto las moviliza.

Quedan siendo agentes de cambio en su sociedad. Algunas empiezan algún apostolado, alguna actividad social dentro de la iglesia o dentro del colegio. Unas pocas quedan siendo nuevas monitoras dentro de un grupo en su comuna."

¿Surge también algún emprendimiento a partir de las técnicas manuales?

"Hay mujeres que han emprendido. Con clases de cocina, trabajos en bazares... es tan grande el abanico de talentos que tienen las señoras que cada una apunta para su área. Un año hicimos finanzas familiares y una emprendió armando un quiosco. Cada una va viendo qué aprende. En el fondo el cambio lo tiene que hacer ella, nosotros solo le damos la herramientas."

¿Qué relación se genera con las voluntarias?

"Todas vivimos los mismos problemas. Si el problema que tienen ellas y el mío, son los mismos. En otro orden de cosas, pero el problema de los horarios, la comunicación con los hijos, ponerle límites, lo tienen ellas y nosotros. El hecho de compartirlos y ver que tú y yo tenemos los mismos problemas, eso baja un poco la brecha social (...) En eso se da una cosa muy linda y muy buena, porque se unen dos mundos y esos muy importante que pase en nuestro país."

ANSPAC lleva 24 años en Chile,  ¿cómo ha evolucionado su acción?

"Yo creo que el cambio más importante que hemos visto, que en un comienzo empezamos con gente muy vulnerable, que no tenía recursos. Con el pasar del tiempo nos dimos cuenta que la vulnerabilidad está en todo ámbito de personas. La vulnerabilidad nos cambió el foco. 

Tenemos mucha gente de clase media que está necesitada de una palabra de apoyo, de estructura, de saber cómo encarar las cosas, de cómo dar permiso a los niños y adolescentes, cómo manejar la comunicación dentro de la pareja. Entonces nos hemos dado cuenta que el foco no es tanto la gente que tiene pocos recursos, sino la gente que está poco formada.

En tu experiencia de 15 años en ANSPAC y 4 años como Directora Ejecutiva, ¿qué has aprendido?

"He aprendido que cuando los problemas se comparten, se hacen más fáciles (...) Muchas veces lo que necesitamos son esas palabras de apoyo. Esta es una fundación en la cual uno logra sacar lo mejor de las personas. Le creo a esta fundación, porque he visto resultados, porque llevo muchos años y me ha tocado compartir la experiencia en otros países. 

Lo que le pasa a la voluntaria y a la asistente en Argentina, Perú, México, que me ha tocado recorrer: vivimos todas lo mismo, este espíritu de superación de que se puede, me creo el cuento y ahora soy capaz y soy digna.

He visto muchos resultados, muchos cambios. Me toca recorrer las unidades para conversar, ir a las graduaciones... Y las señoras están ahí felices. Te quieren contar los cambios que han tenido. La mujer cambia tanto por dentro como por fuera: uno las ve más lindas, las ve felices. 

No es porque 'me tocó este problema', 'me tocó este marido'... Sino que 'me toca, lo asumo y puedo superarlo'. Y uno puede ser feliz con el problema que tenga. La vida no te va a cambiar eres tú la que cambia. 

Creo absolutamente en esta fundación y es por eso que me mantengo, a pesar de las dificultades y de lo difícil que es buscar voluntarias para que vayan a hacer este trabajo, porque cuesta mucho que vayan. Pero una vez que las voluntarias van, ven el cambio en las participantes por sí mismas y no las dejan. No las dejan."

¿Cómo participar?

El desafío es llegar a más lugares, porque la necesidad es urgente y para eso como fundación buscan constantemente financiamiento. Este Lunes 24 de Junio, a las 20.00 hrs. ANSPAC realizará una comida de beneficencia en Casa Piedra, para darse a conocer y conseguir apoyo monetario y socios. Si quieres asistir puedes comprar tus entradas acá

Si te interesa colaborar con la fundación puedes inscribirte como socio.Si quieres postular como voluntaria, entra aquí.  Por lo general son madres, pero también hay mujeres solteras. Las voluntarias reciben capacitaciones una vez al mes para estar preparadas para trabajar en los talleres.