El alto ejecutivo que dejó Microsoft para construir 17.000 bibliotecas

John Wood trabajó por años en la famosa empresa de software y un día decidió dejar su prestigioso puesto para dedicarse a cambiar la vida de niños que no sabían leer. Esta es su historia y el potente impacto de Room To Read.

Por Magdalena Araus @mmaraus | 2015-11-25 | 07:00
Tags | Microsoft, John Wood, analfabetismo, educación, lectura, libros, bibliotecas, Room To Read

Eran sus primeras vacaciones después de siete años, así que John Wood, ejecutivo de Microsoft, decidió ir lejos: a los Himalayas. Ese paseo le significó algo más que una gran desconexión, porque al poco tiempo de regresar, dejó su trabajo. ¿Qué le pasó?

Conoció a Pasupathi, el encargado de recursos de las escuelas de una provincia de Nepal (Lamjung). Él le contó del lamentable estado del sistema educativo del país, donde el 70% de la población era analfabeta y la mayoría de los niños llegaban solamente hasta quinto grado.

Más impactado quedó cuando entró a una sencilla escuela del pueblo de Bahundanda y se enteró que el par de libros que tenía su pequeña biblioteca eran considerados tan preciados, que estaban bajo llave y no se los prestaban a los alumnos. Luego de hacer el recorrido y antes de que Wood se fuera, el director de la escuela le dijo: "Quizás, señor, usted vuelva algún día con libros".

Sin vuelta atrás

Esa frase del director quedó resonando en la cabeza de Wood, que se dedicó a reunir la mayor cantidad de títulos posibles. Al año siguiente estaba de vuelta con 3.000 libros. Ver la cara de esos niños y su reacción, le confirmó que estaba tomando el rumbo indicado y fue cosa de meses para que renunciara a su prestigioso puesto en Microsoft.

"Realmente salió de la nada", confiesa Wood. "Me gustaría poder decir que yo siempre estuve concentrado en obras de caridad, pero la realidad era que yo estaba concentrado en mí mismo, en mi carrera y en la cantidad de dinero que podía guardar en mi cuenta bancaria", se sincera. De hecho, admite que fue difícil renunciar a su sueldo en el gigante tecnológico, pero valió la pena. 

"Sí, [fue] muy difícil, sobre todo porque yo vivo en una de las ciudades más caras del mundo, San Francisco. Pero yo soy más feliz de lo que he sido, haciendo el trabajo que estoy haciendo. Así que tal vez podemos decir que incluso si el dinero no puede comprar la felicidad, la falta de dinero puede".

Era 1998 cuando se germinó esta idea, que primero se materializó en la organización benéfica "Libros para Nepal". Poco después, junto a Erin Ganju y Dinesh Shrestha, crearon la potente ONG Room to Read, que ya lleva 15 años cambiando la vida de millones de niños en el mundo.

"Me tropecé con la causa correcta en el lugar correcto en el momento adecuado", dice Wood.

Dos batallas que se dan con letras

Wood creció en una familia amante de la lectura y conoce el poder de la palabra escrita en la vida de cada persona, por eso hoy dedica todo su tiempo a erradicar el analfabetismo infantil y la desigualdad de género en la educación.

Más de 250 millones de niños en el mundo no alcanzan las competencias básicas de alfabetización, y más de dos tercios de la población analfabeta son mujeres y niñas.

Room to Read comenzó en Nepal el año 2000, llevando libros a las comunidades rurales, pero hoy tiene programas especializados en 10 países para acabar con estas penosas cifras. ¿Qué es lo que hacen? Crean bibliotecas escolares, construyen de escuelas y capacitan a los profesores. El impacto y su éxito se debe, en gran parte, a su preocupación por involucrar a organizaciones, gobiernos y comunidades en cada lugar, por considerar costumbres y el idioma local; y por medir constantemente el progreso de los alumnos.

Muebles adaptados a los niños, mapas del mundo, carteles, sistema de préstamo de libros y espacio para al menos 40 alumnos son algunos de los estándares mínimos de las bibliotecas, donde se monitorea y evalúa su progreso en la lectura y motivación de manera constante.

"Nos fijamos metas medibles y estamos comprometidos con la recogida de datos orientadas a la acción, para asegurar que nuestros programas se ejecutan con calidad e impacto, al tiempo que maximiza la eficiencia de costos", aseguran en Room To Read.

- Programa de Alfabetización: Instalan una biblioteca en cada escuela, la llenan de libros, capacitan a profesores y bibliotecarios en las mejores prácticas de la lectura y la enseñanza de la escritura. Todo está enfocado en el idioma local y así, casi sin quererlo, Room to Read se ha convertido en una de las editoriales más grandes de libros infantiles, por la cantidad de libros que ha tenido que adaptar a cada escuela.

"La clave de nuestro programa es garantizar que las familias, las comunidades y los gobiernos estén comprometidos en la transformación de la escuela y comprometidos con su éxito", explican en la organización.

- Programa de Educación de Niñas: Trabajan para asegurar que las alumnas completen la escuela secundaria y desarrollen las habilidades para tomar las decisiones fundamentales de la vida. Se capacita a los profesores para que puedan conducirlas en el proceso.

"La clave de nuestro programa son nuestros movilizadores sociales, las mujeres locales que son contratadas como mentores y trabajan con las niñas y sus familias para asegurar que permanezcan en la escuela, participen en las actividades y enfrenten los desafíos de la adolescencia con la capacidad de tomar sus propias decisiones de vida, tanto personal como profesionalmente", aseguran en Room To Read.

"Escéptico" de la tecnología: mejor en papel

Aunque Wood dedicó gran parte de su vida a desarrollar la tecnología digital para ampliar su impacto, su valor no le convence en absoluto en el nivel de educación con el que hoy trabaja.  Los computadores y los sofisticados softwares no son tema en los lugares donde no hay recursos y apenas se ha aprendido a leer.

Por eso la organización se concentra en los recursos materiales y con eso ya lleva miles de bibliotecas y escuelas construidas. Room To Read ocupa además las herramientas disponibles en cada colegio, que forman parte del proceso educativo del país y son un escalón para los retos del futuro.

Hoy se han construido casi 2.000 escuelas y más de 17.000 bibliotecas, que albergan más de 15 millones de libros y están beneficiando a 10 millones de niños en el mundo, todo gracias a unas vacaciones por Nepal, el cambio de Wood y el trabajo sin pausa de Room To Read.

Imagen: roomtoread.org

Hoy están en diez países de Asia y África: Bangladesh, Camboya, India, Laos, Nepal, Sudáfrica, SriLanka, Tanzania, Vietnam y Zambia.

¿Conocías Room To Read? ¿Crees que una biblioteca puede cambiar la educación de un niño?