Imagen: Pablo Izquierdo ©

Fotógrafo chileno se adentró dos meses en la India. Estas son las increíbles imágenes que registró

Pablo Izquierdo viajó a la India para recorrer sus rincones e historias. Fascinado con los retratos, logró captar lo más puro de un país lleno de contrastes.

Por Magdalena Araus @mmaraus | 2016-05-17 | 11:14
Tags | fotografía, cámara, fotos, viajes, India, Pablo Izquierdo

*Esta nota fue originalmente publicada en 2016.

Caminaba metido en la lavandería más grande del mundo, llena de olores y colores, y de repente pisó algo blando. Caca de nuevo, pensó. No, esta vez había aplastado uno de los tantos ratones que corrían a su alrededor. El asco no fue su reacción principal, estaba recorriendo el lugar tras un lente y la sensación fue diferente: estaba en un buen momento, ahí había que estar.

Cámara y muletas en mano, el fotógrafo chileno Pablo Izquierdo comenzó su viaje a la India un tanto accidentado. Dos amigas suyas fueron a hacer un proyecto con alumnos de todo tipo de escuelas en ese país y él decidió acompañarlas y luego seguir su rumbo. 

Irse a la India era una oportunidad del momento y una lesión en la rodilla no iba a ser un obstáculo.

Las muletas, en vez de ser incómodas acompañantes, se transformaron en un atractivo amuleto para los indios que se le acercaban constantemente para averiguar quién era este personaje con bastones brillantes y una gran cámara colgando. No pasaba desapercibido y Pablo aprovechó la oportunidad para adentrarse en la intimidad de este país.

Más de 300 imágenes al día durante dos meses y medio fueron el resultado de una experiencia llena de historias, rostros y escenas íntimas de una sociedad que genera curiosidad alrededor del mundo. Más allá de un imponente Taj Mahal, Pablo buscó mostrar lo cotidiano de la India.

"Mi miedo era caer en el cliché de la India, como es demasiado fotografiada, está muy vista, muestras un color y ya sabes que es de la India, qué difícil era buscar algo nuevo", nos cuenta.

Aproximación diferente

No llegó como clásico turista, sino que su puerta de entrada fue la casa de un indio en la ciudad de Pune, del tamaño de Santiago, pero con la cantidad de habitantes de Chile. Su primer contacto con la India fue intenso.

"Nunca hay un espacio donde no tengas mil gente alrededor. Es un ruido fuerte constante, que no se acaba aunque estés en tu casa. Es como estar en el (mercado) Persa todo el tiempo, pero con más estímulos, olores, peligro de que te pasen a llevar, tienes que mirar todo el rato para los cuatro lados, todos los sentidos demasiado abiertos".


Pablo Izquierdo ©

"Yo al principio no hablaba, sacaba fotos y nada más. Samia, una de mis amigas, que había vivido en la India, me dijo: puedes ser simpático con la gente y sonreír, no andes a la defensiva. Eso me cambió la percepción, empecé a conversarle a la gente, me empecé a meter sin miedo y empecé a descubrir que los indios son súper primitivos, están súper limpios de todo lo occidental. Son muy naturales, te invitan a su casa y nunca te van a robar, nunca sientes miedo de que te van a hacer daño, no es una sociedad agresiva, para nada".

Mirar una sociedad a través del lente

India es conocido por ser un país de contrastes, donde conviven la pobreza más extrema con el lujo; la suciedad del Ganges, con la pulcritud de los colores en las vestimentas. ¿Cómo se observa esto detrás de un lente? Para Pablo, estar con una cámara te da la oportunidad de tener un contacto diferente con las personas, una visión distinta de cada escena, porque todo se transforma en algo capaz de mostrar su belleza.

"La cámara no discrimina, entonces yo me metía a matrimonios lujosos y a campamentos de personas que vivían nómades solamente con sus camellos, que fue el campamento más impresionante que me tocó. Y como no discrimina, a todos los fotografiaba como algo nuevo y como algo que se le sacaba una belleza sorprendente en la pobreza misma, en la miseria, como también la riqueza. El matrimonio lujoso era tan lindo y tan brillante, como el colegio rural".


Pablo Izquierdo ©


Pablo Izquierdo ©


Pablo Izquierdo ©


Pablo Izquierdo ©

Llevar una cámara y tomarse el viaje como una fuente para captar imágenes cambia por completo la manera en que uno se para ante lo nuevo, asegura Pablo, es incluso una ayuda para viajar mejor.

"Es increíble, es demasiado fácil viajar siendo fotógrafo, porque siempre vas a tener algo que hacer. El bus se atrasaba tres horas o seis, porque todo se atrasaba allá, pero yo gozaba porque podía usar esas horas para sacar fotos en la manzana y encontraba una cantidad de cosas increíbles, nunca me aburría, podía succionar todas las partes del mundo y era increíble. Era la mejor entretención que puedes tener, viajar con la cámara al final te soluciona el entretenerte, le encuentras sentido a todas las partes que vas, todo vale la pena, aunque esperas, estando con la cámara es una exposición, una nueva serie que puedes sacar".


Pablo 
Izquierdo ©

Pablo 
Izquierdo ©


Pablo 
Izquierdo ©

"Todo era nuevo, y había que aprovechar, entonces hay una especie de ansiedad de sacar imágenes, imágenes, imágenes, fue muy bueno en ese sentido de poder encontrarle la belleza a todo. Y estás inspirado en todo momento, encuentras una combinación de colores que no se te habían ocurrido. Pasa un viejo vestido de fucsia, con pantalones naranjos, de 60 años. Eso llama la atención, que sí exista esta combinación en el planeta, hay más gamas de colores que la que yo tenía registrado en mi cabeza".

¿Por qué tanto color en la India y esas combinaciones?

"No sé por qué existe este relajo, que no existe en el occidente, que es esto de que los colores tienen que combinar, hay reglas de tonalidades, los diseñadores acá tienen clases, pero allá es aleatorio, es totalmente al azar (…) Sentí que es una sociedad que quiere sacarle jugo a la vida: Hoy día me voy a vestir con todo lo que tengo en mi closet. Y me pasó que cuando hice la escala en Europa era totalmente lo contrario, se vestían con un color, que combine, tono arreglado, súper gris, iba por la calle y no encontraba nada llamativo porque, en el fondo, el color, que era esta gama gigante, ya no existía".


Pablo 
Izquierdo ©

¿Cómo percibiste la pobreza en la India?

"No me afectó. Y no solo porque acá en Chile me relacionaba con la pobreza más dura también, sino que porque su pobreza es diferente. No existe el resentimiento, no existe la diferenciación, allá tu naces de una casta y estás para siempre en ella, entonces no están mirando para arriba, con recelo. Hay una pobreza súper bien vivida, son felices con muy poco".

¿En qué viste eso?

"En la tranquilidad de su día a día, son personas que hacen su pega, son pasivos, sí, 'sacan la vuelta', son poco proactivos, quizás lentos, pero también hablando con ellos, aspiran a cosas simples. Los comerciantes, por ejemplo, muchos aspiran a vender una cosa al día y con eso se conforman. Me gusta eso. Sí, existe el muerto de hambre y ves pobreza, todos durmiendo en la calle, situaciones súper demacradas, pero no me generó esa culpa (…) Es muy contradictorio a todo lo que le ha pasado a la gente que visita la India, pero yo sentí que vivían bien".

En la lavandería más grande del mundo

Dhobi Ghat es un lugar único, donde está la desembocadura de un río y justo se cruza un tren, lo que armó un espacio "ideal" para lavar ropa. En la India, esto se transformó en la lavandería al aire libre más grande del mundo, un lugar atochado, lleno de personas, colores y olores, donde conviven limpieza y suciedad. Ahí se lava todo, desde ropa de particulares, hasta los uniformes del ejército o de hospitales. Es una toma ilegal, por lo que era ilegal entrar a sacar fotos, pero era el último día de Pablo en la India, así que se aventuró y entró igual. De ahí nació su serie favorita de fotografías.

"Yo lo había visto en YouTube y vi que era puro color, combinado con los campamentos y dije tengo que estar ahí. No sé por qué. Me levanté a las 4 de la mañana para llegar a las 5, cuando estaban durmiendo, saqué las fotos de arriba. Después me metí a las casas donde duermen los lavanderos que son unas bodegas enanas, una suciedad que nunca había visto. Y ese fue mi hijo predilecto de todas maneras porque son imágenes demasiado íntimas".



Pablo 
Izquierdo ©

Pablo 
Izquierdo ©

Pablo 
Izquierdo ©

Pablo 
Izquierdo ©

Pablo 
Izquierdo ©

Aprovechar el momento

"Yo me propuse mucho hacer retratos, no sacar la foto de la persona desde lejos con un zoom gigante como de safari, sino que salía con un lente 50mm, que es sin zoom, que es angular, tal como ven los ojos humanos, no te deforma nada. Eso me obligaba a acercarme a las personas y pedirles una foto", cuenta el fotógrafo.

A Pablo le gusta la cotidianeidad y busca imágenes más íntimas, con un entorno sin apariencias. Confiesa que su precario inglés fue un obstáculo para conversar con los indios de la misma manera que lo hace en Chile para mostrar historias con su proyecto Habitantes, pero eso lo obligó a que fuera solamente la imagen la que hablara de la intimidad de cada persona.


Pablo Izquierdo ©

Pablo 
Izquierdo ©

Pablo 
Izquierdo ©

Pablo Izquierdo ©

Pablo 
Izquierdo ©

"Fue un viaje sicológico, de introspección, de cuestionarme de verdad qué es lo que me interesa en la vida. Me di cuenta que en Chile yo estaba envejeciendo en el taco y estando apurado para todos lados, uno no para, estás a full todo el rato y no aprovechas las conversaciones, sacar fotos solos, caminar y de repente quedarse pegado en una pared, que sí fue un gusto que me lo pude dar allá".


Pablo 
Izquierdo ©

Pablo 
Izquierdo ©

Pablo 
Izquierdo ©

"No es que haya llegado cambiado, sea otro y ahora viva en un estado zen, y sabía que no me iba a pasar eso, pero sí vivo aprovechando mucho más el presente (…) Y eso fue muy bueno, sirve para la vida y también fotográficamente: aprovechar el momento. Yo creo que un buen fotógrafo no es el que camina más y saca más fotos, sino el que le saca más partido a un solo hito. Y me funcionó mucho, ahora yo voy caminando, encuentro algo que me atrae y me quedó ahí hasta el final, hasta que te echen, se acabe el permiso o se cruce alguien".

¿Has visitado la India alguna vez? ¿Concuerdas con la visión de Pablo?