Mamá nos dio un beso de despedida en la frente a cada uno y dijo: “hijos, allá es muy distinto. Afirmen bien sus bolsos y caminen siempre deprisa. No se detengan a observar asombrados nada, aunque llame mucho su atención. Vayan siempre con expresiones muy serias y jamás saluden a la gente al pasar. Que no se les note que son provincianos”.