Con 10.000 horas te vuelves especialista; él llevaba 20.000. Talentoso cantante y gran manejo escénico, desplante de Elvis combinado con la dedicación de un tenor. Nunca había sido fan de las grandes audiencias, sus conciertos son íntimos, breves, intensos, resiliencia ante ruidos molestos y problemas en la acústica del escenario.
No sabía por qué lo seguía haciendo, pero ahí estaba, esperando una nueva micro a la que subir. El chófer era el productor. Él ponía la voz. Su objetivo siempre fue que aquellos oyentes dejarán de mirar la ventana y lo miraran a él.
La cuenta va en 20.001 horas.