Año nuevo (pero no) vida nueva

Por Julio Pérez | 2016-10-14 | 07:00

Mamá, voy hacer un cambio. Errar es humano, es cierto, pero mi drogadicción ya no tiene perdón de Dios. Y si no me ha echado, es porque su corazón es más grande que el mío. De esta forma no me queda más que confesarle lo evidente: sí, yo le robo a sus espaldas. Lo que me hace sentir peor, porque seré ladrón pero no cobarde. Por tanto a este cambio me comprometo: en adelante le voy a robar de frente. Así que páseme, por favor, su reloj. Y si no vuelvo antes de la medianoche, le deseo feliz año nuevo.