Palabras como puños

Por Julio Pérez | 2017-02-15 | 07:00

Cierta noche, alertado por ladridos, gritos y el llanto del bebé, un curioso se acercó a la casa y se asomó por la puerta que estaba a medio cerrar. “¡¿Qué le pasó, vecina?!”, preguntó el hombre al ver a la mujer con los labios partidos y el ojo hinchado. “Vecino -dijo el marido- le juro que no le he pegado. Nunca lo he hecho. Así que no sé de dónde le vienen esas marcas y heridas. De seguro se las hace ella misma, para perjudicarme. Es una mentirosa”. Y de la nariz de la mujer salta un chorro de sangre.