Primer deseo

Por Luisa Hurtado | 2017-02-23 | 07:00

Enterrada entre la basura encontré una vieja lámpara y recordé el cuento que me contó la vecina. De modo que la froté y pedí un deseo, el primero, que mi mamá deje de enfadarse, que no me pegue más, que sea dulce como lo es la profesora conmigo los días que puedo ir a la escuela.

Al día siguiente, al ir al colegio, volví la cabeza hacia nuestra casa. Mi mamá estaba en la ventana, como nunca había hecho, despidiéndome, sonriéndome, todita de azúcar.