Cambio de planes

Por Julio Pérez | 2017-02-21 | 07:00

Crucé donde no debía y me atropellaron. El impacto fue torpe y débil, pero lo suficiente para reventar la botella de vino que escondía entre mi ropa, empapándome de alcohol. “No puedo volver a mi casa así -le dije al conductor-. Atropélleme otra vez, pero ahora asegúrese de romperme un hueso”. Me miró desconcertado. “Tranquilo, solo déjeme una herida grave para que mi familia se olvide o pase por alto el hecho de que volví a tomar”. El hombre se echó temblando hacía atrás y se fue. Yo me quedé acostado en el suelo a la espera del próximo vehículo.