- No soy feliz Tony, porque estamos condenados a vivir en este pueblo…
- Wally abraza a su amigo y mira hacia el cielo-. Solo me consuela compartir contigo, que eres mi amigo - a continuación le dio un beso en la cabeza -. Y te quiero, porque me apoyas más que mi familia…
- Disculpa Wally… no te escuché - Tony habló por la derecha.
- Entonces ¿a quién estoy abrazando? Wally se había sincerado con un perro, puesto que en medio de sus monólogos, Tony le dijo: “voy a regar”, pero la verborrea alcohólica es definitivamente un vehículo sin frenos.