Decisiones

Por Belén Hirmas | 2017-07-26 | 07:00

Cerró los ojos y todo desapareció. Los autos nadaron por las calles, la gente se vistió de puros colores brillantes. El túnel del metro mostró en sus ventanas las estrellas, y los asientos se derritieron para volver a materializarse en otro vagón. Lugares como Tokio se maravillaron con cambios de textura en sus edificios. Su reloj dejó de mostrar números para mostrar caras, y sus zapatos le hicieron cariño donde antes le apretaban. También abrió los ojos. La profe solo había hecho un ejercicio más, y todo parecía seguir igual. Decidió entonces cerrarlos otra vez.