Imagen: César Mejías

¿Es posible rehabilitar y reintegrar a un delincuente sexual?

Queremos invitarte a ir un poco más allá de todos los casos de abusos sexuales que nos han golpeado en el último tiempo y pensar: ¿será posible rehabilitar y reintegrar a un abusador sexual? En El Definido lo hicimos y te contamos acá nuestras respuestas.

Por María José Valdés @mjvaldes | 2018-05-16 | 07:00
Tags | reinsercion social, abuso sexual, delincuente sexual, rehabilitación, reintegración
El tratamiento especializado a delincuentes sexuales en las cárceles de Chile podría permitir que aproximadamente 487 de ellos, deje de reincidir.

Son muchísimos los casos de abusos sexuales que nos han consternado estos últimos años, tanto en Chile como en el mundo: Fernando KaradimaKevin Spacey, Harvey Weinstein y La Manada, tanto la española como la chilena. Cada uno de estos casos se ha tomado la agenda pública y llenado a la sociedad de gran rabia e impotencia.

Pero, ¿qué motiva a estas personas a hacer tales atrocidades? ¿Estamos buscando como sociedad una solución a este problema que parece nunca acabarse e incluso empeorar cada día? ¿Es posible reintegrarlos a la sociedad después, o incluso mientras cumplen su pena?

¿Por qué querríamos rehabilitar a un abusador?

Este es un tema que ha creado una gran polémica: ¿por qué querríamos rehabilitar a una persona que debiera pudrirse en la cárcel por lo que hizo? Porque la cárcel, a fin de cuentas, no es un medio para tomar venganza, sino un lugar donde las personas puedan reconocer sus faltas y reflexionar para luego reintegrarse a la sociedad.

Y el problema acá viene cuando el tiempo de condena no necesariamente es efectivo o cuando la aplicación de una pena no cumple su fin. Porque pueden ser miles los factores que desencadenen una conducta criminal, pero mientras estos no sean tratados, el agresor seguirá actuando igual que siempre. Y en el caso específico de la agresión sexual, el impacto y daño generado a la sociedad es altísimo.

Pero nos surge la duda, ¿será posible rehabilitar y reintegrar a un abusador sexual? ¿No es un caso un poco más complejo que el de los delincuentes comunes?

En El Definido quisimos investigar este tema y descubrimos que, como casi siempre, hay esperanza y soluciones. Acá te dejamos nuestros principales descubrimientos.

¿Se puede rehabilitar a un abusador?

La respuesta es sí, se puede rehabilitar a un abusador sexual, pero no en todos los casos, según nos dijo Gonzalo Lira, director de la Escuela de Psicología de la Universidad de Valparaíso y experto en materias de psicología social y jurídica.

Según él, primero se tiene que hacer una distinción de perfil y características de los distintos agresores”, ya que cada uno de ellos es muy distinto. No es lo mismo hablar de un pedófilo que de alguien que abusó de una mujer que no conocía en la calle, y eso hace que este grupo de delincuentes sea característicamente complejo de tratar, porque es muy heterogéneo.

Pero sí hay algunas cosas que generalmente tienen en común. Revisémoslas.

¿Cómo es un abusador sexual?

Como bien escribe Lira junto a otros autores en uno de sus estudios, existen diversas tipologías de abusadores. Suelen ser hombres, tienen un mayor impulso sexual, son más agresivos, sufren trastornos de la identidad, de la autoestima y de las capacidades para establecer y mantener relaciones personales, y una tendencia a la distorsión. Esa última característica sería la que les hace creer que lo que están haciendo no está mal, se auto convencen de que es así.

Mientras el delito sexual se asocia a factores psicológicos -como por ejemplo casos de enfermedades mentales- el delito común lo hace a factores ambientales y sociales.

Para rehabilitar y reintegrar a un abusador a la sociedad, debemos saber primero cuáles son las probabilidades y riesgos de reincidencia luego de haber cumplido su pena. Analicemos esto.

La reincidencia de los delincuentes sexuales

“Las estadísticas nacionales e internacionales”, nos dijo Lira, “establecen que el riesgo de reincidencia en el delito común es en torno al 50%. En el caso de las personas condenadas por uno de tipo sexual, es en torno al 20%”. O sea, los delincuentes sexuales reinciden bastante menos que los comunes, pero el daño social que siguen haciendo es enorme.

Las personas encarceladas en Chile por delitos sexuales son 3.044 para ser exactos, casi todos hombres (3.030), según los últimos datos publicados por Gendarmería de Chile el 2016. Según estos números, son 609 personas las que reincidirían. Además, según Lira, dentro de la población de delincuentes sexuales hay un porcentaje que tendría un nivel de reincidencia mucho mayor, como los pedófilos por ejemplo.

Pero la buena noticia es que es posible bajar esos índices de reincidencia, con programas que controlen la agresión sexual y mejoren la estabilidad psíquica.

Una buena noticia: se puede bajar su reincidencia

El estudio de Lira afirma que “es posible realizar tratamiento psicológico para producir una mejoría en su estabilidad psíquica”.

Los programas de tratamiento a los delincuentes sexuales son bastante recientes para la humanidad y se limitan a los países más desarrollados, donde se aplican solo en algunas cárceles y/o comunidades. “Así, la proporción de agresores sexuales que recibe tratamiento es mínima en comparación al resto de criminalidad que recibe sanción penal en el sistema carcelario”, aclara el estudio.

La mayor parte de estos programas apuntan exactamente a disminuir los índices de reincidencia, preparando al delincuente sexual una vez que esté afuera de la cárcel. Y los números son esperanzadores:

"Los estudios que se han realizado hasta el momento muestran que los programas disminuirían los índices de reincidencia hasta a un 4%", contó Lira a El Definido. O sea, el tratamiento especializado a delincuentes sexuales en las cárceles de Chile podría permitir que aproximadamente 487 de ellos, deje de reincidir.

¿Cómo funcionan estos programas?

Algunos de los países que la llevan en esta materia son Estados Unidos, Canadá, Bélgica y España. Acá algunas características de estos programas de intervención con agresores sexuales:

  • Son de carácter voluntario, pero hay ciertos beneficios penitenciarios que se les puede ir otorgando a los presos a medida que van cumpliendo el programa, como permisos para salir por un día, por ejemplo (un estímulo para que los presos se sumen a la iniciativa).
  • Son de carácter grupal.
  • Incluyen técnicas dirigidas específicamente a tres problemáticas: comportamiento sexual desviado, distorsiones cognitivas y funcionamiento social del sujeto.
  • A veces se utilizan, en el contexto global del programa, agentes químicos inhibidores del impulso sexual. Aquí podría entrar la famosa y cuestionada castración química.
  • Suelen intervenir varios terapeutas, que entrenan a los agresores sexuales en habilidades sociales específicas.

En Chile aún no existen estos programas, ¡es hora de hacerlo!

A pesar de que ya sabemos que en algunos casos sí podemos rehabilitar a un abusador sexual y evitar que reincida, la mala noticia es que Chile no posee todavía en forma implementada un programa de tratamiento penitenciario de agresores sexuales. Según nos contó Lira, “el problema nuestro es que, a diferencia de otros países como por ejemplo España, no contamos con un programa sistemático estructurado para trabajar con la población penal antes de que se produzca su egreso”.

Según él, “las personas condenadas por delitos sexuales reciben los programas de carácter general, que se otorgan para la reinserción de cualquier preso, pero no son programas orientados específicamente a disminuir la reincidencia sexual”.

Lo que sí está implementado en Chile son programas ambulatorios afuera de la cárcel, cuando las personas ya se encuentran en medio de la sociedad, pueden haber reincidido y su control se dificulta porque es ambulatorio. Según Lira, “estos programas se están aplicando a través de los Centros de Reinserción Social, y hay un seguimiento, pero no tenemos sistematizado un reporte general sobre sus resultados”.

Una respuesta a esta carencia, sería que no hay suficientes profesionales para llevar a cabo un diagnóstico especializado y una segmentación de los agresores sexuales, que es lo primero que debe hacerse, según Lira, por la heterogeneidad de esta población.

“Hoy día tenemos conviviendo a personas cuyas probabilidades de cometer nuevamente delitos son relativamente bajas, con otras que tienen altas probabilidades”, nos cuenta el experto. Ese mismo factor afecta también en el nivel de intervención y tratamiento del delincuente sexual.

Esta “deuda pendiente” de nuestro sistema carcelario debiese ser saldada lo antes posible. Las condenas son vitales, como también las campañas por redes sociales y la mediatización del problema, pero poco se saca en limpio si tarde o temprano el delincuente sexual reincide. Porque es una opción real, pero una que necesita el empujón de varios para poder avanzar.

¿Crees que delincuentes sexuales debiesen rehabilitarse?