Imagen: César Mejías

La ley europea "anti-memes": 8 preguntas y respuestas para entenderla

Rechazada en primera instancia por el Parlamento Europeo, la llamada ley “anti-memes” busca poner mayores responsabilidades en sitios que manejan contenido de usuarios, incluyendo la aplicación de filtros que detecten violaciones a derechos de autor.

Por Francisco J. Lastra @efejotaele | 2018-07-10 | 07:00
Tags | europa, ley, derechos de autor, arte, digital, web, memes
Si bien fue rechazada en una apretada votación de 318 votos en contra y 278 a favor, esto no se traduce en el fin de la ley. Esta volverá al comité que la aprobó en primer lugar y se votará nuevamente en septiembre.

No queremos asustarlos, queridos lectores, pero ¿se imaginan un mundo sin memes? Bueno, el Parlamento Europeo votó recientemente una ley que podría haber llevado a eso.

Como buenos fanáticos de los memes, quisimos explorar la polémica y explicarles a ustedes de qué se trata la película en 8 ocho preguntas que, seguramente, tienen en la cabeza.

Acabo de llegar ¿qué &/$%# está pasando?

¡Hola! Toma asiento, por favor. Resulta que una polémica ley de derechos de autor acaba de ser votada en el Parlamento Europeo. En teoría, es una actualización de la Directiva europea de derechos de autor que busca modernizar la legislación que atañe a esta área.

La idea de los legisladores es llevarla a la era digital actual, por así decirlo, ya que la directiva original data de 2001, tiempos donde uno usaba Napster y hacía páginas “super choras” en Geocities y Lycos.es.

Si bien fue rechazada en una apretada votación de 318 votos en contra y 278 a favor, esto no se traduce en el fin de la ley. Esta volverá al comité que la aprobó en primer lugar y se votará nuevamente en septiembre.

Ya, ya. Pero dijiste ley “anti-memes”. ¿Qué onda?

Dos artículos provocaron la polémica. El artículo 13 señala que sitios que manejen grandes cantidades de contenido generado por usuarios (es decir, todas las redes sociales y muchos otros sitios donde se suben textos, fotos, música y videos para compartir), deben emplear medidas y asegurar que se respeten los derechos de autor. En caso contrario, se arriesgan a ser demandados por los colectivos y empresas poseedoras de estos derechos.

El artículo sugiere, por ejemplo, el uso de tecnologías de reconocimiento de contenido. YouTube, por presiones de la industria, ya aplica un sistema así, conocido como Content ID. Este algoritmo puede identificar si el video que subes tiene algún componente protegido por derechos de autor y tomará medidas al respecto, por ejemplo, silenciando el audio o simplemente eliminándolo. Su desarrollo ha costado alrededor de 60 millones de dólares.

De aprobarse, la ley obligaría a plataformas como Facebook, Instagram, Twitter y muchas otras más pequeñas, a aplicar medidas similares.

Cómo se verían las RRSS con filtros de contenido, según la política alemana del Partido Pirata, Julia Reda.

O sea, si estuviera activa, ¿me filtrarían mis memes?

Potencialmente, sí. El problema está en discernir el uso justo de material protegido. ¿Puede un algoritmo detectar entre, por ejemplo, la parodia y una violación real a los derechos de autor?

Este tipo de cosas tan sutiles, supera el actual funcionamiento de sistemas de filtros. Más de una vez YouTube ha borrado contenido en regla por las limitaciones de Content ID. Por ejemplo, un video de un gato ronroneando fue eliminado porque el algoritmo detectó, de alguna forma, contenido protegido perteneciente a EMI Music.

Dado que los memes se basan en un remix creativo de contenido ya existente (como una escena de una serie de TV o una canción), estos podrían, en teoría, ser detectados y censurados como ya lo hace YouTube, pese a que clasifiquen bajo uso justo.

¿Y qué otras consecuencias podría tener el artículo 13?

El artículo también podría inadvertidamente obligar a plataformas colaborativas sin fines de lucro, como Wikipedia, a aplicar el mismo tipo de tecnologías.

La Comisión Europea tuiteó justamente que la ley no aplicaría a enciclopedias en línea, pero Jimmy Wales, el padre de Wikipedia y uno de los principales críticos de la ley, acusó a la Comisión de hacer lobby por la ley y engañar a la gente.

Para Wales, más allá de que Wikipedia esté exenta o no, se trata de mantener un ambiente libre que facilite la colaboración, el mismo que permitió que la enciclopedia surgiera en primer lugar.

Además, podría impactar el ecosistema emprendedor, ya que start-ups que trabajen con contenido de usuarios, tendrán que implementar desde un inicio estos costosos sistemas de filtro.

¿Y el otro artículo polémico?

Es el artículo 11, también conocido como el “impuesto al enlace”. Este busca compensar a editoriales y agencias de prensa mediante licencias para el uso de enlaces hacia su contenido. Es decir, si servicios como Google News o Facebook enlazan una noticia a El Definido con extracto incluido, deben tener la licencia para hacerlo (pagándonos $$$).

Según críticos, su implementación sería un desastre, tal como lo han sido leyes similares ya aplicadas en España y Alemania. En España, por ejemplo, significó que Google News sencillamente cerrara, impactando la lectoría, sobre todo, de medios pequeños.

Este derecho, que se extiende por 20 años desde la fecha de publicación, sería inalienable de cada editorial y agencia, por lo que aquellas que quieran ceder sus derechos bajo licencias de uso justo, no podrían hacerlo.

También, señalan sus críticos, sería un golpe al libre acceso de información y contradice tratados internacionales, como el Convenio de Berna, que garantiza el derecho de citar artículos publicados o crear sumarios de prensa.

¿Y quién apoyaría una ley tan controvertida?

Paul McCartney y más de 1.300 músicos, para empezar. Para muchos colectivos de artistas, se trata de cerrar la llamada “brecha de valor”, entre lo que gana la plataforma usando su contenido y lo que ganan ellos.

El lobby a favor de la ley ha consistido, además, en estudios de cine, compañías discográficas, gremios de artistas y agencias de noticias como AFP (por el artículo 11), pues ellos son los que se verían más favorecidos ante su promulgación.

Por el lado contrario, se hallan las grandes empresas de Internet, entre ellas Google y Facebook, además de numerosas ONGs, como Creative Commons y Electronic Frontier Foundation, y personalidades como el “padre” de la World Wide Web, Tim Berners-Lee.

Decías que la votación rechazó la ley, ¿qué volverá a votarse?

La ley ahora regresará al mismo comité que la aprobó en junio, y volverá a votarse en septiembre. Dada la polémica por los artículos 11 y 13, se espera que ambos sean removidos, aunque activistas y políticos en contra de la ley llaman a no ceder y continuar presionando a sus representantes en el parlamento.

Oye, pero no soy europeo así que, ¿qué me importa?

¿Recuerdas esa avalancha de notificaciones de privacidad de hace unas semanas? Eso también se generó en base a una legislación que, en teoría, solo afecta a europeos.

Como seguramente sabes, en la aldea global todos estamos conectados y, de aprobarse esta ley con los polémicos artículos, también veríamos consecuencias a este lado del charco. Por otro lado, serviría de precedente para que ocurra lo mismo en otros países, poniéndole fin definitivo a la gloriosa era del meme. ¿Y a quién le gustaría vivir en un mundo así?

¿Crees que deberían aplicarse más medidas para proteger los derechos de autor en Internet?