Imagen: César Mejías

Sobrepoblación: no es que seamos demasiados, ¡sino cómo estamos viviendo!

Cuando hablamos de sobrepoblación hay dos factores que no podemos ignorar: habitantes en la Tierra y estilo de vida. Aquí te contamos qué consecuencias tiene esto y qué se puede hacer al respecto.

Por María Victoria Coutts | 2018-08-09 | 15:00
Tags | sobrepoblación, recursos, esperanza de vida, consumo, estilo de vida.

Antiguamente las personas vivían mucho menos que ahora. Por ejemplo, en Chile quienes nacían en 1920, tenían una esperanza de vida de 31 años. Sin embargo, los niños que hoy nacen en el país cuentan con una cifra notablemente mayor: 80,32 años, para ser exactos. ¿Esto está causando un problema?


INE Esperanza de vida al nacer histórica de Chile 1920 - 2002

Hace un par de años que venimos escuchando que el mundo ya está sobrepoblado, pero ¿qué significa esto?, ¿ya no cabe nadie más? Esta y otras dudas resolveremos a continuación. Pero primero debemos detener el pánico que a veces genera el concepto, porque hay algunas salidas esperanzadoras.

Somos más y más (y más y más)

Es una realidad que cada vez hay más humanos en la Tierra, porque el número de nacimientos supera al de las muertes. Efectivamente con los años ha ido aumentando la población mundial y se proyecta que esto seguirá así.


ONU

Se le llama transición demográfica, y se ha producido por el progreso social y económico, combinado con los avances en higiene y medicina. Por una parte, es genial, porque así cada vez hay un mayor número de personas que tiene la posibilidad de vivir más años para disfrutar de la vida.

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Pero si queremos poder hacerlo sin llegar a un punto en que el mundo ya no de abasto, tendremos que tomar conciencia sobre cómo estamos viviendo hoy, porque al ritmo que vamos, el panorama no es tan alentador.

Aunque también hay quienes aseguran que es posible que el crecimiento se detenga, y no se llegue a los niveles proyectados, pero independiente de eso, la cantidad de población no debería alarmarnos, por la razón que te explicamos a continuación. 

¡El problema no es la cantidad de personas!

Claramente, problemas de espacio la Tierra no tiene. Pero lo que se teme es que el planeta no pueda satisfacer las necesidades de muchas personas, o absorber tantos desechos de manera renovable y sostenible a largo plazo.

Es difícil que el mundo sea capaz de aguantar si seguimos utilizando los recursos como ahora. Por eso, cuando hablamos de sobrepoblación, hay que entender que va de la mano con los patrones de consumo (y desperdicio) que tienen los países, sobre todo los más desarrollados.

"No es el número de personas en el planeta el problema, sino la cantidad de consumidores y la escala y naturaleza de su consumo", dice el investigador del Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo en Londres, David Satterthwaite.

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Objetivamente, este nivel no es sostenible a largo plazo y menos si se prevé un aumento de la población constante. Por ejemplo, hace unos días nos enteramos de que este 2018 los recursos naturales (como agua, peces, tierra fértil, etc.) que puede producir el planeta en 365 días, es decir, hasta el 31 de diciembre, se “acabaron” el pasado 1 de agosto, casi cinco meses antes de lo que debería y dos días antes que el año pasado.

A esto se le llama Día Mundial del Sobregiro, y nos demuestra que algo anda mal con nuestro consumo. ¡Ahora estamos usando los recursos de 2019!

Para tener una idea, si todo el mundo viviera como EEUU, se necesitarían cinco planetas tierra para satisfacer la demanda. En Chile, agotamos los recursos el 2 de junio. Muy mal, porque esto nos ubica por encima del resto de los países sudamericanos. Es un récord que nos debería poner en alerta.

Para tener una idea, un tercio de todos los alimentos que se producen en el mundo, se estropea o se desperdicia antes de ser consumido por las personas.Esto es un claro ejemplo de que algo anda mal.

Entonces, cuando hablamos de sobrepoblación, hay que tener claro que es necesario y urgente “garantizar un mayor respeto por el medio ambiente y un uso más eficiente de los recursos naturales. Porque la supervivencia a largo plazo de la humanidad depende más de su elección de estilo de vida que del tamaño de su población”, explica el investigador del Instituto Francés de Estudios Demográficos, Gilles Pison en The Conversation.

Las propuestas que han surgido

Aunque las predicciones de población sean ciertas, es demasiado difícil saber si tal número de habitantes en la tierra será sostenible, porque simplemente nunca antes ha ocurrido. Y como pasa con la mayoría de los problemas, para este, ya circulan algunas propuestas. Por cierto, unas más atrevidas que otras. ¡Aquí te las contamos!

Empecemos por la más “alocada”: el biólogo estadounidense Edward O. Wilson, escribió un libro llamado Half Earth, en el que explica su idea de dejar la mitad de la superficie de la Tierra (incluyendo el océano) casi libre de humanos, para que ahí puedan vivir y conservarse las plantas y animales. Según él, si cuidamos la mitad de la tierra y el mar, la mayor parte de la biodiversidad estará protegida de la extinción y no sufrirá las consecuencias de la acción humana.

Una segunda propuesta, también radical, es realizada por el investigador y profesor de la universidad de Stanford, Paul Ehrlich, quien asegura que se necesita una redistribución sin precedentes de la riqueza para poder acabar con el consumo excesivo de los recursos. Él explica a The Guardian que el crecimiento de la población, junto con el consumo excesivo per cápita, “está llevando a la civilización al límite”. Ehrlich y su señora, escribieron un libro sobre el tema (hace 50 años) y ha sido bastante criticado, de hecho él reconoce que varios de los sucesos que ahí se detallan no ocurrieron, sin embargo, asegura que la idea general era correcta: para él, una redistribución sería una alternativa para que los “ricos” detengan su nivel de consumo y así evitar que se siga destruyendo el mundo natural.

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Pero también se habla de opciones mucho más a la mano. Por ejemplo, sobre que es necesario cambiar radicalmente la forma en que se está produciendo lo que consumimos. Y aunque falta mucho por hacer, ese camino ya se ha iniciado en algunas partes. Las energías renovables y el reciclaje son solo algunas de las medidas que se están adoptando todos los días en el mundo entero, pero claramente aún se puede hacer mucho más y para eso es clave el rol de la tecnología y la innovación.

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Otra medida que se plantea puede sorprender, pues consiste en algo simple, pero que puede tener enormes consecuencias. Se trata del empoderamiento de las mujeres, que sí, está ocurriendo en muchas partes del mundo, pero que todavía hay lugares donde queda mucho trabajo por hacer. Lo destacable es que cuando las mujeres cuentan con los medios y el poder para tomar sus propias decisiones sobre el embarazo, tienen familias más pequeñas, más sanas y pueden acceder a una mejor educación, lo que también ayudaría a enfrentar de mejor manera la situación.

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Como sea, necesitamos tomar conciencia sobre lo que consumimos y cómo estamos explotando los recursos de la Tierra, porque nos hemos acostumbrado a una vida que no es sostenible y en el futuro, las próximas generaciones podrían sufrir las consecuencias de nuestra irresponsabilidad.

Se trata de algo que debemos tomarnos como un desafío personal. En El Definido cada día aportamos con consejos claros que apuntan en esta dirección, por ejemplo: la opción de utilizar la copita menstrual en vez de las contaminantes toallitas higiénicas y tampones (en el caso de las mujeres), hacer del reciclaje un hábito doméstico (y, por qué no, impulsarlo también en la pega) o cambiar el auto por la bici. Es nuestro deber tomar cartas en el asunto y ver las mejores alternativas para enfrentar la llamada sobrepoblación.

¿Qué propones tú para comenzar?