Imagen: César Mejías

¿Cómo nos imaginaban en el pasado? Las proyecciones más locas del siglo XX

¿Cómo nos imaginábamos la casa, la ropa o los autos del futuro a mediados del siglo XX? El pasado esconde ejemplos bien creativos de cómo serían las cosas hoy, pensadas por artistas, ingenieros y científicos.

Por Francisco J. Lastra @efejotaele | 2018-08-13 | 11:20
Tags | retrofuturismo, tecnología, vintage, ciencia, pasado, futuro

La tarea de predecir el futuro ha sido una labor que un sinnúmero de personajes, con menor o mayor éxito, han tratado de llevar a cabo desde tiempos inmemoriales.

El escritor y bioquímico Isaac Asimov, por ejemplo, se destacó en los 60s por sus proyecciones bastante acertadas del futuro, que les comentamos anteriormente. Aunque a veces incluso él se iba un poco al chancho: en una entrevista de 1980, señalaba que estimaba en un 50% las posibilidades de que la civilización aún floreciera en el año 2010. Y aquí seguimos, viento en popa, viendo Netflix en nuestros smartphones ¿no?

Así como Asimov, muchos arquitectos, artistas, ingenieros y científicos, se aventuraron a mitad del siglo XX a imaginar el futuro que les esperaba en algunas décadas. A continuación, les mostramos algunas de las ideas más “interesantes” que se les ocurrió a nuestros predecesores.

El reinado del plástico en el hogar

Si comparamos una casa promedio de hoy con una de 1950, no encontraremos grandes diferencias, salvo algunos cambios de electrodomésticos, la ausencia de pinturas en base a plomo y adiciones como nuevos sistemas de calefacción, vigilancia y entretenimiento. Pero en esos tiempos antiguos, vaya que les gustaba dejar volar la imaginación pensando en el futuro.

Una de las proyecciones más llamativas y acertadas, fue la Casa del Futuro de Monsanto de 1957, un proyecto de cooperación entre el Instituto Tecnológico de Massachusetts y Disney, que fue presentado como una atracción en uno de los parques de la compañía de Mickey Mouse.


Pinterest


Invisible Theme Park


Invisible Theme Park


Invisible Theme Park

Invisible Theme Park

La idea era mostrar a los visitantes cómo sería una casa en un par de décadas más, aprovechando el boom de la industria del plástico que se vivió en esos años. Su construcción era casi totalmente de este material, desde las cañerías hasta el suelo e incluso el mobiliario.

Sus cinco estancias, divididas en forma de cruz, contenían algunos de los productos electrónicos más avanzados de la época: un microondas, teléfono a botones (en vez de tener disco), lavavajilla ultrasónica, regulador de luminosidad, mini refrigerador retráctil, lavamanos con altura ajustable y sistema de calefacción personalizable por cuarto, entre otros. Muchos de estos elementos se masificarían en las siguientes décadas.

En los diez años que duró la atracción, más de 20 millones de personas se ilusionaron con su moderno exterior y lujosos interiores. Se trataba de, claramente, solo una probadita del futuro, que no tenía planes de comercialización, aunque no descartaban que casas similares podrían verse en apenas una década.

Varias décadas después, podemos decir que el plástico puro nunca se convirtió en el principal componente de la construcción de casas, principalmente por sus problemas de resistencia. Sin embargo, varias compañías están hoy utilizando plástico reciclado para fabricar casas económicas, matando dos pájaros de un tiro.

¡Un auto movido por reactores nucleares!

Antes de Chernóbil y Los Simpsons, el mundo estaba bastante emocionado con el potencial de la energía atómica. En 1957, Ford incluso diseñó un concepto de auto del futuro que contenía ¡un reactor nuclear como motor!

Hipertextual

El Ford Nucleon, aprovecharía una versión mini de los reactores nucleares submarinos. A base de uranio, prometía 8 mil kilómetros de rodaje antes de tener que cambiarlo. Según la compañía, uno podría elegir el tipo de reactor a utilizar. Por ejemplo, habría algunos de alto rendimiento y otros de mayor potencia.

Por suerte, no fue nada más que uno de muchos conceptos que nunca se hicieron realidad. Otro fue el Ford X-2000, un auto futurista “tradicional” (sin reactores), pero con un diseño igual de dañino para la salud:

Old Concept Cars

¿Una ampolleta para atraer a los hombres?

En 1939, un segmento televisivo mostraba las predicciones de diseñadores de vestuario que serían realidad en el año 2000.

Entre las mejores, destaca un vestido adaptable para la mañana, tarde y noche (¿pijama también?), la desaparición de las faldas (¡¿qué?!), un cinturón que regula la temperatura corporal, un traje de novia de fibra de vidrio y lo mejor: un vestido de aluminio con, literalmente, una ampolleta que se lleva en el pelo, “para encontrar a un hombre honesto”, dice el locutor.

Para hombres, se sugiere un traje de una pieza con un teléfono incorporado y contenedores para “monedas, llaves y dulces para las chicas bonitas”. Eran otros años…

Que nosotros recordemos, y si consideramos a los Backstreets Boys y a las Spice Girls como referentes del año 2000, la realidad fue bastante distinta.

¿Correo por cohete?

Antes de la era del email, la gente tenía que ponerse creativa para llegar a una solución más rápida que el correo tradicional. La alternativa del futuro: ¡cohetes!

Modern Mechanix

En 1957, un experto le aseguraba a la revista Modern Mechanix que el correo por cohete sería una realidad para 1965. ¿Una locura? De hecho, se probó.

Y, en 1959, un misil sin armamento pero con 3.000 piezas de correo,se disparó en el estado de Virginia y llegó a Florida 22 minutos después. Recorrió unos 1.000 kilómetros en ese tiempo.

Ross J Smith

Fue la única prueba que se hizo en Estados Unidos, porque no se podían justificar los costos. A la misma conclusión llegaron otros países que también lo probaron.

Cruceros todo terreno

¿Es un crucero? ¿Es un camión? ¿Es un…? No, en verdad, ¿qué %=#& es esta cosa?

Modern Mechanix

En 1957, la misma revista, Modern Mechanix, se encargó de ilustrar un concepto de un profesor sobre un futurista crucero híbrido que describe cómo “mitad excavadora, mitad barco fluvial y todo Tom Swift (un famoso personaje de una serie de libros de ciencia ficción)”.

Modern Mechanix

La clave del monstruoso vehículo, era la tecnología del rolligon, un tipo de neumático muy grueso y de baja presión que permite un tránsito a prueba de todo, incluso sobre las superficies más complicadas.

Aunque no hay ni rastro de este crucero híbrido, el rolligon se sigue utilizando en algunos diseños de vehículos especiales.

Un par de décadas antes, la misma revista publicaba un concepto igual de monstruoso, pero bastante más flojo: una especie de mega-bus-crucero, con piscinas, salas de baile y, ¿pista para aviones?

Modern Mechanix

A salvo de los peligros en las calles

En 1954, plena era de la opulencia estadounidense post-guerra, todo apuntaba a consumir, consumir y consumir. Fue en este contexto cuando la marca de neumáticos Goodyear sugirió el reemplazo de las calles tradicionales en zonas de comercio, por veredas móviles que faciliten el acceso a las tiendas.

Modern Mechanix

El primer paso, eso sí, sería aplicarlo en una menor escala, por ejemplo, dentro de un centro comercial. “Los consumidores dejarán sus automóviles en el estacionamiento, subirán por una escalera mecánica al piso superior y serán llevados sin esfuerzo en su ronda de compras o entretenimiento, a salvo de los peligros de los cruces de calles y las inclemencias del tiempo”, señala Modern Mechanix.

Más de 60 años después, seguimos dependiendo de nuestras piernitas para ir de shopping.

El diario impreso… pero en la tele

En 1934, la revista de ciencia ficción Scoops se imaginaba el futuro del periodismo: un diario… pero en una tele. Eso.

“Totalmente impresa y mostrada en la pantalla de un set de televisión”, señala la revista. El futuro nos daría algo más práctico, en la forma de una tablet o smartphone para leer diarios tradicionales y la gloriosa Internet para disfrutar de, por ejemplo, El Definido en cualquier momento y lugar.

La automatización del colegio

En los 50s, el aumento de alumnos en escuelas hizo que expertos se imaginarán un futuro donde la automatización sería la clave en la enseñanza.

Uno de ellos, del Instituto Tecnológico de California, proponía un sistema en base a botones, donde el alumno contestaría preguntas mediante una consola que también grabaría su asistencia y sus resultados. El sistema sería personalizado, ya que se ajustaría al nivel de cada alumno. Las clases, por otra parte, serían dictadas mediante video.

Así se ilustraba la idea en 1958:

Paleofuture

El concepto persistió en años siguiente. En 1961, una autoridad de EEUU señalaba que en cuatro años, la mitad de los estudiantes estadounidenses usarían máquinas.

Popular Science

Si reemplazamos “máquinas” y “robot profesores” por “computadores”, la predicción fue bastante acertada, aunque sería realidad mucho más tarde.

¿Crees que nuestras ideas del futuro serán más acertadas?