Constantemente estamos viendo por las redes sociales a personas que piden donantes de sangre para algún conocido. ¿Por qué ocurre esto?
Porque la transfusión de sangre es uno de los procedimientos más frecuentes utilizados para salvar vidas. Por eso, cada vez que un paciente necesita una transfusión urgente, los médicos recurren al banco de sangre del hospital, sin embargo, el paciente y su familia deben comprometerse a cambio a ofrecer cierto número de donantes al hospital. Esto, porque los bancos de sangre no se pueden arriesgar a confiar en que van a estar siempre abastecidos con la sangre de personas comprometidas que donan regularmente. Una por otra. De hecho, este es un problema que los urge, porque hay periodos críticos en los que se ven enfrentados a un déficit de stock.
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Sin embargo, cada persona puede solo recibir de su mismo tipo de sangre o de un donante universal, debido a las especiales características de su fluido. El descubrimiento del que hoy les queremos contar, permitiría que unos y otros puedan ser donantes sin problemas. ¿No lo entiendes?
Es posible que estés un poco perdido con los grupos sanguíneos. Si es así, lee a continuación para un breve refresh de tu clase escolar de biología:
Existen ocho grupos distintos, y estos varían según las diferentes moléculas de azúcar y proteínas que hay en la superficie de los glóbulos rojos. Todas las personas tienen un grupo sanguíneo (0, A, B o AB) y un factor Rh positivo o negativo, que revelan las características específicas de su tipo. A y B son marcadores o antígenos (sustancias que desencadenan la formación de anticuerpos de la sangre).
Hace varios años que el investigador y profesor de química en la Universidad Británica de Columbia (Canadá), Stephen Withers, se encuentra trabajando en la búsqueda de una técnica que permita transformar cualquier tipo de sangre en Tipo O, también llamada sangre universal. ¿Por qué?
Porque una persona con este tipo de sangre solo puede recibir transfusiones de alguien que tampoco tenga antígenos, no obstante, la sangre de Tipo O negativo la puede recibir cualquier persona del mundo. Esto, porque no tiene ninguno de los marcadores que pueden desencadenar una reacción del sistema inmunitario (ni antígenos, ni factor Rh), lo que convierte a las personas con este tipo de sangre, en donantes perfectos y ultra solicitados por los bancos de sangre, porque son considerados donantes universales. Pueden donar a cualquiera, pero para recibir son muy, pero muy exclusivos. Sin embargo, la ciencia está cada vez más cerca de poder aumentar su stock.
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En 2015, junto a su equipo, Withers aseguró que habían desarrollado enzimas que eran capaces de eliminar los antígenos para transformar la sangre en universal. Sin embargo, ahora anunciaron que pudieron identificar un grupo aún más potente de enzimas que se encuentran en el intestino humano y que lo pueden hacer mucho mejor que el proceso que ya habían descubierto en 2015. Pero, ¿por qué esto es tan importante?
En los hospitales son muy cuidadosos con las transfusiones, porque no es llegar y pescar cualquier tipo de sangre, es muy importante que a cada persona le den una que sea compatible con la propia. Y la razón es muy simple, el sistema inmunitario produce anticuerpos que actúan como protectores contra las células invasoras que entran en el organismo (por eso los de Tipo O negativo no pueden recibir cualquiera).
Entonces, dependiendo del tipo de sangre del paciente, su sistema inmunitario fabrica anticuerpos que reaccionan contra agentes externos e inmediatamente destruyen a las células invasoras. Esta respuesta agresiva del cuerpo, podría causar fiebre, escalofríos, hipotensión, insuficiencias en el sistema respiratorio renal e incluso la muerte.
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Así lo confirma Withers: "Los antígenos pueden desencadenar una respuesta inmune si son extraños para el cuerpo, por lo que los pacientes con transfusión deben recibir su propio tipo de sangre o el Tipo O para evitar una reacción. Es por eso que la sangre O es tan importante". Al eliminar los antígenos de la sangre mediante el método propuesto por Withers, esta se transforma en Tipo O y serviría para todos.
Enzimas muchísimo más potentes
Para llegar a este descubrimiento, los investigadores tomaron muestras de ADN de millones de microorganismos, buscando un entorno donde pudieran estar las enzimas que necesitaban para descomponer a los antígenos y transformar la sangre a Tipo O. Fue así como descubrieron que la respuesta estaba en el mismo cuerpo humano. Se dieron cuenta de que el intestino produce una enzima natural que ayuda en la digestión de carbohidratos, y los antígenos son fundamentalmente carbohidratos y azúcares. “Descubrimos que eran capaces de realizar una acción similar con antígenos sanguíneos", explica Withers.
Entonces, aislaron esas enzimas y las multiplicaron por medio de la clonación para poder eliminar mucho más rápido los antígenos de cualquier tipo de sangre
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Los investigadores han estado estudiando el uso de enzimas para modificar la sangre desde 1982. "Sin embargo, estas nuevas enzimas pueden hacer el trabajo 30 veces mejor", advierte el investigador. Ahora están trabajando para validar estas enzimas y testearlas a mayor escala para posibles pruebas clínicas. Si los estudios pasan la prueba, esto podría tener un impacto social.
"Nuestra esperanza es que algún día podamos eventualmente proporcionar cualquier tipo de sangre, tejidos u órganos donados seguros, para que los use cualquier persona independientemente de su tipo de sangre", dice Withers y agrega que la expansión del suministro de sangre es crítica teniendo en cuenta cómo aumenta la población y la frecuencia de los desastres naturales.
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"Por supuesto, tendrá que pasar por muchos ensayos clínicos para asegurarse de que no tenga consecuencias adversas, pero se ve muy prometedor", asegura.