Imagen: César Mejías

Así utilizan en EEUU y Chile la realidad virtual para conectar a los presos con el mundo exterior

Cumplir condena y salir de la cárcel, es un proceso más complejo de lo que imaginamos, que implica toda una preparación. Hoy te presentamos dos iniciativas de realidad virtual, que buscan apoyar a los presos conectándolos con su identidad y con el mundo exterior.

Por María Victoria Coutts | 2018-10-03 | 07:00
Tags | cárcel, preso, realidad virtual, libertad, condena
Poder “visitar” la casa que no ven hace años, estar cerca del mar o dar un paseo en bicicleta, son algunas de las grabaciones que la cineasta y directora del proyecto, Catalina Alarcón, ha registrado para los internos que han participado en el taller.

En El Definido hemos hablado en más de una ocasión sobre lo importante que es la reinserción de las personas que cumplieron una condena; la vuelta a la libertad implica una serie de cosas, que quienes somos ajenos a esa realidad, muchas veces ignoramos.

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Poder recuperar la libertad, tiene que ser una excelente noticia para alguien que está en la cárcel, sobre todo para aquellos que cumplen condenas muy largas. Sin embargo, salir y comenzar una nueva vida es más difícil de lo que creemos. Lidiar con los prejuicios de haber estado preso y aprender a vivir en un mundo que es muy distinto al que conocían, son algunos de los desafíos. Imagina a alguien que entró a la cárcel hace 20 años y que sale ahora, ¡los cambios han sido muchos!

Es por esta razón, que en algunas cárceles de EEUU están utilizando los beneficios de la realidad virtual para preparar a aquellos presos que están a punto de terminar su condena y conseguir su libertad.

La esperanza de ser libres

En 2012, la Corte Suprema de Estados Unidos decidió que la cadena perpetua sin libertad condicional para menores de edad, era inconstitucional. Luego, en 2016 el tribunal dijo que esto también sería retroactivo, es decir, que todas aquellas personas que antes de 2012 habían sido condenadas (mientras eran menores de edad), podrían ser elegibles para una nueva sentencia y optar a la libertad condicional. Eso sí, cumpliendo ciertos requisitos: haber completado entre 20 a 25 años de su sentencia y terminar con éxito un programa de reingreso de tres años, por ejemplo.

Esta modificación, significó un tremendo desafío, porque los funcionarios de las prisiones tuvieron que decidir qué hacer con todos aquellos reclusos que cumplían con los requisitos para optar a este beneficio, pero que sin embargo, habían perdido la esperanza de salir y tener una vida como la de cualquier otra persona fuera de las rejas. Aunque para ellos era una buena noticia, también implicaba cambiar el switch.

Fue en este intento por ayudarlos, que en Pensilvania y otros estados del país, recurrieron a la realidad virtual.

Desde cocinar una salchicha hasta lavar la ropa

Como te contamos hace un tiempo, la realidad virtual tiene un potencial terapéutico. Se usa para ayudar a alcohólicos y drogadictos a controlar su adicción, para superar fobias, combatir el estrés e incluso para niños con autismo. Pero en una cárcel, ¿cómo puede ayudar?

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Aunque cueste imaginarse la respuesta, en realidad, es bastante simple. Muchos de los presos que llevan décadas tras las rejas, no saben hacer cosas que para quienes estamos fuera, parecen obvias.

El programa implementado en Pensilvania, cuenta con 32 situaciones distintas de la vida diaria que los ayudan a prepararse para la realidad que deberán enfrentar fuera de la cárcel. Cocinar una salchicha en el microondas, lavar la ropa en una lavadora, usar un cajero automático y caminar en una calle muy concurrida, son algunas de las situaciones que ellos mismos pidieron aprender a enfrentar. Esta herramienta les da la oportunidad de enfrentar situaciones nuevas de mejor manera en caso de acceder a la libertad.

Aunque todavía su uso es relativamente nuevo como para saber si es realmente efectivo, sí les ha permitido acercarse de una forma mucho más concreta a la realidad exterior, donde ya no vivirán regidos por los horarios y normas de la cárcel y tendrán que estar constantemente tomando decisiones de todo tipo.

Así lo confiesa Danny Peters, un hombre de 55 años que entró a la cárcel cuando tenía apenas 17, en 1980. Peters fue el primer recluso de Pensilvania en experimentar la realidad virtual y el primer delincuente juvenil del estado en obtener su liberación. Peters asegura que se sintió paralizado por la idea de realizar tareas cotidianas antes de su libertad condicional.

"Nunca había pagado una factura en mi vida, así que cuando supe que me estaba preparando para irme, de repente pensé: tengo que pagar el alquiler. Necesito un teléfono, tengo que pagar mi factura de electricidad y comprar gasolina y ropa ", dice. "Sentí una ansiedad en el estómago que nunca antes había sentido", agrega.

La preparación para la libertad es un proceso largo, que requiere de la ayuda de profesionales que apoyen y preparen a los internos en varios ámbitos. Sin embargo, herramientas como la realidad virtual, también pueden ser una alternativa válida y efectiva para que este proceso sea más concreto.

Volver a casa: la iniciativa chilena de realidad virtual en la cárcel

Tener la posibilidad de sentir que son libres por unos segundos, es una oportunidad que pocos presos tienen. Un grupo de internas de la cárcel de San Joaquín y un grupo de hombres de la cárcel de Valparaíso, que participan en un taller de cine documental, han podido vivir la experiencia gracias al proyecto chileno Volver a Casa, una iniciativa que lleva el cine y la realidad virtual a las cárceles.

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Durante meses son preparados para que puedan conectarse con el exterior, de a poco, primero con fotos, luego con audios, videos y finalmente, llega el día de la experiencia con realidad virtual. En esa instancia, tienen unos minutos para conectarse con lo que ocurre fuera de la cárcel y escuchar a sus familiares. Poder “visitar” la casa que no ven hace años, estar cerca del mar o dar un paseo en bicicleta, son algunas de las grabaciones que la cineasta y directora del proyecto, Catalina Alarcón, ha registrado para los internos que han participado en el taller.


Facebook Volver a Casa

Ella cuenta a El Definido que esta experiencia provoca que las emociones afloren. La alegría y la emoción, son parte de las reacciones y es por eso que en ese momento son acompañados por el grupo del taller y por un psicólogo.

El principal objetivo de Volver a Casa, es conectar espacios y emociones. “Creemos que el cine y la realidad virtual, pueden funcionar como un puente entre estos dos lugares que están desconectados entre sí”, asegura.

También destaca que iniciativas como esta son importantes en cárceles, porque permiten que los internos se reconecten con su identidad. “La identidad es una de las primeras características que se pierden en espacios de aislamiento. Al perderse la identidad, se pierden muchas características positivas de la personalidad, entre ellas, la empatía”, dice.

Hasta ahora, Volver a Casa solo ha visitado estas dos cárceles y actualmente se encuentran trabajando en un largometraje donde internos de la cárcel de Valparaíso cuentan sus vidas. Sin embargo, Alarcón no descarta que esta idea se pueda ir expandiendo, ya que ha tenido muy buena acogida en los lugares donde la han presentado.

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