Imagen: César Mejías

Por primera vez de pie: implante permite caminar a personas con daño en la médula espinal

Inspirado por el caso del actor estadounidense Christopher Reeve, un investigador francés se propuso dar con una solución a los problemas causados por lesiones en la médula espinal.

Por Alejandro Fuenmayor | 2018-11-13 | 07:00
Tags | implante, médula espinal, neurociencia, salud, caminar, lesiones
"Esto no es una cura para la lesión, pero empiezo a creer que se podría conducir a una mejora en la recuperación y la calidad de vida de las personas", (Grégoire Courtine, neurocientífico de la Escuela Politécnica de Lausana)

Les propongo un ejercicio: imaginemos nuestro cuerpo como una ciudad, en la cual hay un gran centro de operaciones en el cerebro (al estilo de la película Intensa Mente), órganos que, como ministerios, tienen funciones específicas y una gran autopista a través de la cual viajan los impulsos nerviosos necesarios para realizar las acciones del día a día.Caminar, escribir, incluso mover el mouse o tocar la pantalla para leer este artículo a través de tu celular, son ordenes de nuestro cerebro y se transmiten a las diferentes partes del cuerpo por medio de la médula espinal. Si esta "carretera" se ve afectada de alguna manera, todo se altera abruptamente.

¿Cómo devolverle la movilidad a quienes sufren problemas en la médula espinal? Es una pregunta que durante años se ha tratado de resolver con diferentes métodos y tratamientos, pero sin conseguir grandes avances. Ahora, un implante diseñado por científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza), podría ser clave para revertir parte de los efectos de las lesiones en la médula espinal.

¿Cómo tratar una lesión de médula espinal?

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo hay entre 250.000 y 500.000 casos de lesiones en la médula espinal al año, causadas por enfermedades degenerativas o traumatismos, siendo esta última la que más ocurre y representa el 90% de los casos."Los síntomas, que dependen de la gravedad de la lesión y su localización en la médula espinal, pueden incluir la pérdida parcial o completa de la sensibilidad o del control motor en brazos o piernas e incluso en todo el cuerpo", detalla la OMS.Por años, el tratamiento para lesiones de médula espinal se ha enfocado en la rehabilitación, para que el paciente pueda alcanzar el mayor grado de independencia posible. A través de terapias físicas, y dependiendo del grado de la lesión, las personas afectadas por este diagnóstico logran ajustar su rutina diaria, pero conscientes de que su cuerpo no será el de antes.

Hay opciones menos convencionales y polémicas, como el tratamiento con células madre. Este método experimental se popularizó a principios del siglo XXI, cuando el actor estadounidense Christopher Reeve, quien perdió la movilidad de gran parte de su cuerpo tras una caída cuando montaba a caballo, recuperó la sensibilidad en algunas zonas, gracias a la combinación de terapia física y este particular sistema.

"A principios de 2000, el mismo médico que trata a Reeve, John MacDonald, logró reparar la médula dañada en ratas mediante el injerto de células madre diferenciadas en el laboratorio para formar tejido nervioso [...] Este profesor de la Universidad de San Luis apuesta por combinar tratamientos farmacológicos con los físicos a la espera de que las células madre funcionen", mencionaba El País el año 2002, a propósito del tratamiento del actor norteamericano.

Sin embargo, las restricciones legales del uso de células madre no permitieron un mayor avance de dicho tratamiento. Además de ser un método costoso, los resultados eran mínimos y tardaban en hacer diferencia (como te contamos en este artículo, los resultados concretos de los tratamientos a partir de células madre, aún están por verse).

"MacDonald asegura que el de Reeve es un caso muy particular, que no se puede generalizar, que el actor está lejos de estar curado y que es imposible saber si algún día lo estará", detallaba el artículo antes mencionado (vale saber que Reeve murió el año 2004).

La medicina siguió apostando por métodos tradicionales, a la espera de una opción que pudiese cambiar el panorama en el tratamiento de las lesiones de la médula espinal.

Inicio prometedor

Precisamente, inspirado en el caso de Reeve, en 2013 el neurocientífico francés Grégoire Courtine, dio a conocer los resultados de una investigación que realizó en la Escuela Politécnica Federal de Lausana en la que, a través de un pequeño implante, ratones que presentaban lesiones en la médula espinal recuperaban la movilidad de sus patas traseras.

Dicho implante no sanaba las lesiones en la médula, pero enviaba breves señales eléctricas hacia las extremidades, imitando los estímulos generados por el cerebro que se interrumpían debido al traumatismo.

"¿Ayudará esto a las personas con lesiones (de médula espinal)? La verdad, es que aún no sabemos lo suficiente. Esto no es una cura para la lesión, pero empiezo a creer que se podría conducir a una mejora en la recuperación y la calidad de vida de las personas", dijo Courtine en ese momento. Cinco años más tarde, él y su equipo han dado con el factor clave para el tratamiento de lesiones en la médula espinal.

“Pude moverme por primera vez, sin apoyar las manos en la caminadora”

En octubre de este año, la revista Nature publicó la más reciente investigación de Courtine, titulada Neurotecnología dirigida restaura el caminar en humanos con lesión de la médula espinal, basada en las mejoras hechas a aquél implante que en 2013 había probado en ratones.

David Mzee, una de las tres personas que participaron en el estudio del investigador francés, contó la experiencia de recuperar la movilidad en sus piernas, ocho años después de haber sufrido una lesión en su médula espinal que le obligó a depender de una silla de ruedas.


David Mzee de pie. The New York Times.

"Al principio todo era nuevo y, por supuesto, emocionante, pero fue muchísimo trabajo para poder ver alguna diferencia. Con el tiempo se hizo más fácil conseguir el movimiento que quería y el paso más grande, en mi caso, fue cuando pude moverme por primera vez sin apoyar las manos en la caminadora. No había podido hacer eso por tanto tiempo, fue increíble", afirmó Mzee.

Los tres sujetos que formaron parte de esta investigación aún tenían sensibilidad en sus piernas y el tratamiento físico no fue dejado a un lado. "Iba a casa después de una sesión de rehabilitación y caía directo a la cama", detalló Mzee sobre las terapias físicas que complementaban las pruebas del implante.

¿Cómo funciona el implante?

El dispositivo ideado por los científicos, es un pequeño parche que se coloca, a través de una intervención quirúrgica, en la espina dorsal y que estimula el envío de señales a los músculos. Dichas señales provienen de un aparato ubicado en el abdomen del paciente y se encuentra conectado al implante antes mencionado.

"Cuando se prende el aparato, este libera los estímulos en ráfagas a los músculos individuales conforme se requiera. Así, si la intención es levantar la rodilla el patrón que dispara los nervios es uno distinto al de dar un paso al frente", explica The New York Times sobre esta investigación.

Los estímulos enviados por el implante en combinación con la terapia física, tienen un alcance que involucra, incluso, actividad cerebral; algo que ya había sido corroborado por Courtine en sus experimentos con ratones. "En los estudios con animales, la reorganización del cerebro fue enorme. Hubo muchas nuevas conexiones desde la corteza al tallo cerebral", aseguró el investigador francés.

Aunque se trata de un estudio que aún se encuentra en su etapa experimental y se desconoce si tendrá el mismo resultado en otros pacientes, para Courtine y su equipo la clave está en "optimizar la tecnología y las posiciones de las conexiones nerviosas", para seguir avanzando en tratamientos alentadores.

Aunque los tres participantes lograron recuperar la movilidad de sus piernas, solo pueden caminar por cortos periodos de tiempo y aún siguen dependiendo de sillas o andaderas para su día a día. Sin embargo el avance, en comparación a la situación en la que se encontraban tras sufrir los traumatismos en la médula espinal, da muestras del éxito del proyecto.

Ingeniería + medicina

La ingeniería puesta al servicio de la medicina, es una fórmula que sigue dando resultados prometedores. Sea para tratar traumatismos que años atrás parecían sin tratamientos o para mejorar la calidad de vida de quienes tienen alguna discapacidad, la tecnología hoy amplía las opciones para afrontar diagnósticos complicados.

El trabajo desarrollado por Courtine y la Escuela Politécnica Federal de Lausana, es solo uno de los miles de proyectos que hoy en día se llevan a cabo en el mundo para aportar y ofrecer soluciones a la sociedad en general.

Sin ir muy lejos, la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica, lanzó este lunes una prótesis robótica de código abierto que permitirá desarrollar prototipos más innovadores para personas con discapacidad.

"El proyecto llamado High-Five, cuya expresión en español significa 'choca esos cinco', busca escalar este tipo de tecnologías para devolver la sensación y funcionalidad de las extremidades superiores a quienes han sufrido alguna amputación", señala el comunicado difundido por la Escuela de Ingeniería de la Universidad Católica.


Prensa Ingeniería UC

Dicha prótesis, primera de este tipo desarrollada en territorio chileno, permitirá un mejor manejo por parte de la persona que la utiliza, ya que un software transforma los movimientos musculares en impulsos eléctricos, los que son medidos y programados por un software.

"Por ejemplo, la palma de uno de los dispositivos compartidos dispone de un sistema que permite al usuario volver a sentir cuando estrecha su mano", expresó Luis Cubillos, uno de los investigadores involucrado en este proyecto.

El apoyo a la comunidad científica se ha vuelto clave para el avance de una sociedad; mientras mayor sea el respaldo e inversión en la investigación y desarrollo, más personas tendrán un aumento en su calidad de vida.

¿Piensas que este dispositivo será la solución a los diagnósticos asociados a lesiones de la médula espinal?