Imagen: César Mejías

5 manjares de la repugnancia exhibidos en el Museo del Asco

Hasta finales de enero, en Suecia se exhibirán platillos de 35 países, caracterizados por su mal aspecto, su desagradable olor y poco convencionales ingredientes. ¿Con cuál te atreverías?

Por Alejandro Fuenmayor | 2018-11-15 | 17:00
Tags | comida, asco, museo, gastronomía, suecia
"Es una exposición que le pide a los visitantes que desafíen sus nociones de lo que es repugnante y lo que es delicioso" (Samuel West, creador del Museo de la Comida Asquerosa).

Según la definición que ofrece el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), un museo es aquél "lugar en que se conservan y exponen colecciones de objetos artísticos, científicos, etc.". Desde el Louvre, hasta el Prado, pasando por el MoMA... ¡Incluso Cooperstown (el Salón de la Fama del Béisbol)! Cientos de estas instituciones resguardan y exhiben importantes obras que durante años se han considerado parte de la cultura mundial.

Pero hay museos donde lo absurdo es el principal punto de atracción y en El Definido ya te hemos contado sobre algunos de ellos. El más nuevo de este grupo de sitios poco convencionales, está establecido en Suecia y es un homenaje a la gastronomía mundial; desde un punto de vista no tan común.

La ciudad de Malmö ya no solo será reconocida por ser la cuna del futbolista Zlatan Ibrahimovic, sino el hogar del Disgusting Food Museum (Museo de la Comida Asquerosa), institución que abrió sus puertas a finales de octubre y cuya idea pertenece a Samuel West, también creador del Museo del Fracaso.

Siempre y cuando tu estómago lo soporte, te invitamos a conocer el concepto tras esta institución y cinco de los platillos que forman parte de esta peculiar exhibición.

El asco se tiene, pero también se aprende

"El asco es una de las seis emociones humanas fundamentales. Es universal, se encuentra en todas las culturas, en todas partes. Está el miedo, la sorpresa, la felicidad, la tristeza, la ira y el asco. Su función evolutiva ha sido protegernos de alimentos tóxicos o peligrosos, ese es el propósito principal", explica West sobre la sensación que da vida a su más reciente exhibición. Y sí, sobre eso también te hemos contado en El Definido.

El también psicólogo recalca que aunque se trata de una emoción innata, también debe aprenderse y en eso influye la cultura en la que hemos crecido. "Soy mitad islandés y recuerdo el hedor de las fábricas de pescado durante mi infancia; huele horrible. Pero, a medida que fui creciendo, noté que le llamaban 'olor a dinero', porque significaba que las personas tenían trabajo y estaban exportando pescado. El aroma no se consideraba grave de ninguna manera, excepto para las personas que no eran de allí. Es algo interesante, cómo el contexto puede cambiar la forma en que ves, incluso, los olores y sabores".

Proceso de selección

Desde su inauguración, el 31 de octubre, el Museo de la Comida Asquerosa exhibe platillos y alimentos pertenecientes a 35 países, pero ¿cómo fueron elegidos si se trata de algo tan subjetivo?

Según reseña The New York Times, un equipo se encargó de seleccionar las piezas que integran la exposición, a partir de elementos como sabor, olor, textura y origen (elaboración del plato y manejo de los ingredientes).

Tras la evaluación hecha a 250 preparaciones, se tomaron las 80 mejores (o en este caso, peores) para ser expuestas. Las primeras reacciones de los visitantes, según cuenta Andreas Ahrens, director del museo, fueron de sorpresa más que de asco. "Es interesante ver cómo todos se ponen a defender su propia comida. La gente no puede creer que tomamos su plato favorito y lo pusimos en el museo".

¡IUGH! ¿Cómo se come eso?

Aunque este servidor no ha tenido el honor de probar ninguno de los platos que a continuación se mencionan, me basé en la descripción de algunas preparaciones para elegir los cinco más desagradables del Disgusting Food Museum (bajo mi criterio, claro está. Si consideras que alguno de estos platillos es un manjar de dioses, por favor me explicas tus razones abajo).

1 - Casu marzu: es un tipo de "queso podrido" italiano, cuya principal peculiaridad es que se fermenta con larvas de moscas. Originario de la isla de Cerdeña, su proceso de elaboración es de aproximadamente tres meses y, por regulaciones de la Unión Europea, su venta es ilegal, por lo que solo puede hacerse de manera casera.

Su elaboración se lleva a cabo con leche de oveja y puede consumirse con o sin larvas. Por su aroma y consistencia, es similar al queso pecorino, con las diferencias que hacen los bichitos que habitan en el interior del queso.


Casu Marzu / Disgusting Food Museum

2 - Hákarl: es una preparación de la cocina islandesa que se elabora con carne de tiburón y que se consume tras un largo proceso de reposo. Su consumo puede ser tóxico, debido a los niveles de ácido úrico que contiene este animal y su aroma puede llegar a ser molesto, incluso para los propios islandeses acostumbrados a dicha "delicia culinaria".

Fue calificado por el chef Anthony Bourdain como "el peor plato que había comido"; eso da una idea de lo desagradable que puede llegar a ser.


Hákarl / Flickr

3 - Haggis: menudencias (hígado, pulmón, corazón, riñones, vísceras) de cordero, avena y hierbas, contenidas en un estómago de origen animal. Esos son los ingredientes del haggis o morcilla escocesa, un plato que tanto a la vista como por sus ingredientes, no suele ser muy llamativo.

Los elementos antes mencionados se introducen en un estómago (puede ser del mismo animal del que se obtienen las menudencias) y se cuecen por varias horas.

La morcilla escocesa suele ser uno de los principales atractivos de la Noche de Burns, una festividad que rinde homenaje al poeta Robert Burns. La presencia entre sus ingredientes del pulmón de cordero, fue motivo para prohibir este plato en Estados Unidos desde 1989, como medida de seguridad durante la época de mayor padecimiento de la enfermedad de las vacas locas (EEB).


HaggisDisgusting Food Museum

4 - Sopa de Guam: solamente mencionaré el hecho de que el principal ingrediente de esta preparación, es un murciélago.

La sopa de murciélago fructífero (Megachiroptera), plato que me he permitido bautizar como la "batisopa", es una comida típica y muy común de Guam, en la que se pone a cocer un murciélago, primero en agua y luego en leche de coco, para ser consumido al mejor estilo de una cazuela.

Más allá de lo poco atractivo del plato, durante la preparación, el animal desprende un olor a orina que hace aún más desagradable su consumo.


Murciélago de la fruta / Disgusting Food Museum

5 - Vino de ratón: qué mejor forma de acompañar estos platillos que con un licor hecho con fetos de ratones. Esta extraña receta es muy común en China, donde se deja macerar un licor de arroz con roedores recién nacidos.

Esta bebida también suele ser consumida como un brebaje para curar algunas enfermedades y, por su aspecto, suele ser una de las piezas que más llama la atención en el Museo de la Comida Asquerosa.

Esto es solo una muestra de lo que puede verse en el Disgusting Food Museum, una exhibición que también incluye pene de toro, cuy asado, la fruta del vómito y la cerveza de raíz.


Vino de fetos de ratón / Disgusting Food Museum

Reinventar la dieta

Aunque a algunos les suenen absurdas este tipo de ideas, el propósito del Disgusting Food Museum es hacernos reflexionar sobre nuestras costumbres culinarias y cómo podríamos aprovecharnos de otras fuentes más sustentables para integrarlas a nuestra dieta.

"Es una exposición que le pide a los visitantes que desafíen sus nociones de lo que es repugnante y lo que es delicioso", apunta West, al tiempo que invita a consumir fuentes que, según su perspectiva, son menos agresivas con el medio ambiente. "¿Por qué no comemos insectos si su producción es tan barata y sustentable? El obstáculo es la aversión", afirma.

El museo solo permanecerá abierto hasta finales de enero, debido, en gran parte, a lo difícil y costoso que es conservar los platillos que forman parte de la exhibición. "Hay que cambiar las cosas con regularidad y asegurarnos de que no comiencen a pudrirse ", menciona Ahrens.

Si tienes la oportunidad de ir a Suecia, ya cuentas con un panorama bastante atrevido para poner a prueba tus límites culinarios.

¿Qué es lo más raro que has comido?