*¿Te lo perdiste? Regularmente republicamos contenidos vigentes que pueden resultarte interesantes. Hoy destacamos esta nota para celebrar el Día Mundial del Donante de Sangre.
“Me dan miedo las agujas”, “Otros ya están donando lo suficiente”, “Mi tipo de sangre no se necesita”, “No quiero sentirme mal después”, o “Estoy muy ocupado”, son de las principales excusas para no donar sangre. Quizás muchas de estas frases ni pasarían por nuestra cabeza si supiéramos lo necesaria que es para la vida de otros y lo simple que es para alguien sano hacer una donación (solo nos quita una hora).
En Suecia se dieron cuenta de que los donantes no saben realmente lo que están haciendo por la vida de otros y en El Definido te contamos del método que podría impulsar esta buena acción y quizás, algún día, terminar con la escasez en los bancos de sangre.
Muchas veces hacemos cosas buenas sin necesariamente saber de los beneficios directos. Por ejemplo, si le damos plata a una fundación, sabemos que eso sí va a ser usado, aunque nos gustaría conocer en qué exactamente y cómo ayudó. Esto es justo lo que el país nórdico consideró que era el problema con la donación de sangre: si un donante no conoce al destinatario, ni si su sangre fue usada, es muy difícil convencerlo de que realmente su acción fue de gran ayuda, de que salvó una vida, o incluso la de tres personas. Se puede ayudar con ojos vendados, pero tener más información sobre lo que hicimos, siempre es un plus.
Es por esto que, desde el 2015, en el centro de donación de sangre de Estocolmo Blodcentralen, se utiliza la tecnología para informar a los dadores sobre su ayuda. Es decir, cuando alguien entrega su sangre, le llega un mensaje de texto en el que se agradece por la ayuda, y posteriormente se le envía otro mensaje diciendo que su sangre ha llegado a otra persona, como explicaron en el medio británico The Independent.
Esta es una manera de alentar a las personas a que donen y que continúen ayudando. "Queremos dar a los donantes comentarios sobre su esfuerzo, y encontramos que esta es una buena manera de hacerlo. [...] Es una gran sensación saber que hiciste una diferencia y tal vez incluso salvaste la vida de otra persona", dijo Karolina Blom Wiberg, de Blodcentralen.
Este servicio automatizado de mensajes de texto, actualiza al dador cada vez que se le administra la sangre que entregó a un paciente. El programa fue lanzado hace tres años y gracias a la respuesta positiva del público, otros servicios de donación de sangre en Estocolmo y en otras partes de Suecia (y el mundo) lo han estado utilizando.
Arvid Öhlin, es un dador de sangre habitual de Estocolmo. Como explicaron en la página de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en junio del 2016 ya había donado sangre alrededor de 26 veces en su vida, desde que tenía 19.
"Estaba en casa la primera vez que recibí el SMS de agradecimiento. Me sentí bien y me alegré. Es muy agradable obtener una confirmación de que se ha utilizado tu sangre", contó Arvid de 42 años.
De hecho, esta iniciativa también se ha replicado en otras partes del mundo. La periodista del medio ABC Australia, Ellie Sibson, contó su experiencia dando sangre. Como muchos, se preguntaba si su sangre era utilizada, pero ahora puede saberlo con exactitud, porque una semana después de donar, en 2017, le llegó el siguiente mensaje: “Hola Ellie, ¡tu donación de sangre ya fue utilizada! Ha servido para salvar vidas en el Hospital Logan hoy”.
Fuente: abc.net.au |
“Debo admitir que me alegró, sentí que había marcado la diferencia en la vida de alguien. Es a los donantes irregulares como yo que el servicio de sangre está tratando de apuntar en su campaña nacional de SMS”, dijo Ellie.
No porque haya millones de personas en el mundo significa que la sangre no es un bien escaso, al menos no en los bancos de sangre. Se necesita a más donantes en Suecia, Australia, Chile y en todas partes. Según datos de la OMS, de las 112,5 millones de donaciones de sangre recolectadas a nivel mundial, la mitad se recolecta en los países de altos ingresos, que corresponden solo al 19% de la población mundial.
En estos, hay 33,1 donaciones por cada 1.000 personas, y aunque Chile sí pertenece al grupo de países de altos ingresos (desde el 2012), lamentablemente tiene una tasa mucho más baja, con solo 17 donantes por cada mil habitantes.
Este tipo de proyectos son fundamentales, especialmente considerando que el perfil de quienes dan sangre calza principalmente con gente más joven. Claudia Stein, investigadora de la OMS, explicó que "reclutar a jóvenes donantes de sangre que continuarán ayudando durante décadas es esencial para garantizar un suministro de sangre autosuficiente. Usar mensajes de texto es una herramienta de salud muy poderosa para movilizar a una comunidad por un bien mayor, y la iniciativa podría adaptarse fácilmente a otros contextos y países".
Y ya se han visto buenísimos resultados. Los mensajes de texto duplicaron la frecuencia de las donaciones en un estado australiano (Nueva Gales del Sur). Desde el Servicio de Sangre de la Cruz Roja Australiana, explicaron que cuando se probó la campaña en 2015, las personas comenzaron a ayudar mucho más.
La sangre solo se puede guardar por un tiempo limitado y luego deja de ser utilizable, por lo que es muy importante que se aporte regularmente. “Las donaciones regulares de sangre por un número suficiente de personas sanas son imprescindibles para garantizar la disponibilidad de sangre segura en el momento y el lugar en que se precise. [...] La decisión de dar sangre puede salvar una vida, o incluso varias si la sangre se separa por componentes –glóbulos rojos, plaquetas y plasma–, que pueden ser utilizados individualmente para pacientes con enfermedades específicas”, según un informe de la OMS.
Además, son muchos los pacientes que pueden necesitar esa sangre extra en un momento determinado de sus vidas, por ejemplo, personas con golpes graves, pacientes que deben realizarse operaciones complejas, enfermos de cáncer, niños con anemia grave (que puede ser causada por malnutrición), mujeres con complicaciones obstétricas (embarazos ectópicos, hemorragias antes, durante o después del parto, etc.), entre otros. Y ojo, que podrías ser tú mismo el que un día (¡esperamos que no!) necesites urgentemente esa bolsita de sangre fresca.
La idea de enviar un mensaje de texto una vez que una donación llega a otra persona, ya es un éxito. Y con esta ayuda de la tecnología, muchas otras partes del mundo podrían replicar la medida y duplicar la cantidad de donaciones, al igual como ocurrió en Nueva Gales del Sur, Australia. Después de todo, saber que ayudamos a alguien, debe demostrarnos lo personal que es el proceso, puesto que cuando damos sangre no solo la estamos depositando en un banco, sino que estamos salvando la vida de alguien más.