Ãmsterdam, la ciudad donde la bicicleta manda

En la capital holandesa hay literalmente más bicicletas que residentes, lo que no es de extrañar, en una ciudad donde andar en dos ruedas es, a todas luces, la forma más lógica de transporte.

Por María Paz Salas @mpazsalasm | 2013-03-26 | 10:59
Tags | mundo, bicicletas, Amsterdam, ciclovías
Es algo tan común para los ciudadanos, que se puede ver a elegantes ciclistas, mujeres en taco alto y hombres vestidos con terno.

Millones de turistas llegan todos los años a la capital holandesa atraídos por el fervor liberal de sus “coffee shops†y su reconocido barrio rojo. Pero cuando se llega a Ãmsterdam, hay algo que llama incluso más la atención: las bicicletas.

Están en todas partes y todos las usan. Carteros, policías, guaguas, perros, oficinistas, niños, elegantes mujeres e incluso abuelitas. Todos andan en dos ruedas. 

Paraíso cicloviario

Ãmsterdam cuenta con alrededor de 400 kilómetros de carriles de ciclovías por toda la ciudad. En las calles, y a diferencia de otras grandes ciudades, las bicicletas de verdad dominan el tráfico. Además de ciclovías, tienen sus propios semáforos y cuentan con un importante espacio junto a los autos. Incluso hay muchísimas calles que son exclusivas para bicicletas. 780 mil personas residen en la ciudad y se estima que hay alrededor de 881 mil bicicletas, es decir, más bicicletas que residentes.

Calles amigables

Muy distinto sería todo si las calles de la capital tuvieran grandes elevaciones. Pero no. La mayoría de ellas son planas por lo que el pedaleo se hace ágil y se llega a los distintos destinos de manera fácil. Por ejemplo, recorrer Ãmsterdam, de norte a sur lleva una hora en auto. En cambio en bicicleta, sólo media.  

Al menos para los holandeses, los turistas aún pueden verse un poco torpes a la hora de esquivar a los omnibuses que cruzan por toda la ciudad. Aquí las bicicletas mandan, desde que en los años 70 el gobierno holandés comenzara a invertir en estas medidas.

Fuera autos

Es muy difícil encontrar taxis. Se pueden ver fuera de clásicos hoteles esperando llevar a los turistas al aeropuerto. Pero en las calles regulares es casi imposible toparse con ellos y pareciera que sólo les interesa hacer tramos largos.

Por otro lado, tener un auto propio resulta prohibitivamente caro. Por ejemplo, obtener una licencia de conducir en Holanda cuesta más de US$1.000 dólares y estacionar en toda la ciudad durante un horario de 9 am a 7 pm tiene un valor de 26,40 euros, aproximadamente unos $16.000 pesos chilenos, mientras que el ticket nocturno, que va desde las 7 pm hasta la medianoche, dependiendo del lugar en que se estacione, puede tener un costo de entre 4,40 a 17,60 euros, es decir, desde $2.600 a más de $10 mil pesos.  Un ticket de estacionamiento semanal cuesta 158,40 euros, alrededor de $100.000 pesos.

El litro de bencina cuesta en promedio 1,70 euros, un poco más de $1.000 pesos chilenos. Por lo mismo los taxis son bastante caros y un viaje desde el aeropuerto a un hotel en el centro puede costar 80 euros, unos $50 mil pesos chilenos.

Por otra parte, el boleto de transporte público vale 2,70 euros, unos $1.600 pesos chilenos, por lo que de todas formas, la bicicleta es más conveniente.

Con la bici donde sea

Los capitalinos tienen tan integrado que la bicicleta es el medio de transporte por excelencia, que se mueven a todos los lugares de esa forma. Es así como fuera de todo colegio, oficina, restaurant, e incluso discoteque, se pueden ver cientos de bicicletas. Las ultra resistentes cadenas de acero que venden en todas partes, dan la libertad a sus usuarios de dejar su bicicleta casi en cualquier parte. Incluso, en algunos locales pueden verse carteles que dicen “no se permiten bicicletas adentroâ€.

DATOS FREAK:

Sin perder el estilo

Nadie usa ropa deportiva para andar en bicicleta. Como es algo tan común para los ciudadanos, se puede ver a elegantes ciclistas, mujeres en taco alto y hombres vestidos con terno.

¿Cascos?

Aparte de niños (y de no más de cinco años) es muy difícil ver a un ciclista holandés con casco. Tampoco se ven en las distintas tiendas de bicicletas. A pesar de que la bicicleta es un elemento muy presente en la sociedad holandesa, las reglas de éstas no están regularizadas. 

Donde cabe uno, caben dos

Es muy común ver más de un pasajero en una bicicleta. Ya sea en la rueda delantera o trasera, los holandeses parecen haber perfeccionado el arte de andar de a dos por las calles, ya que lo hacen muy seguido y a altas velocidades.

Accesorios para todos

Hay carros especialmente equipados para mascotas, para transportar las compras del supermercado  y también verdaderos coches bicicletas para llevar a las guaguas donde sea, incluso si son mellizos.

Enchuladas

Entre un mar de bicicletas puede ser un poco difícil distinguir unas con otras. Es por eso que es muy común que los dueños de las bicicletas las “enchulen†a su gusto para poder diferenciarlas del resto. Lo más visto en 2013, flores de todos los colores tanto en ruedas como en el manubrio al más puro estilo Flower Power.

Aquí abajo les dejamos un par de fotos publicada en el sitio web Soundlandscapes: