Imagen: Chatham House

Boris Johnson: el polémico conservador que se convirtió en el nuevo primer ministro británico

Los medios británicos no paran de hablar sobre él. Y es que no solamente su vida privada es jugosa, sino también sus declaraciones frente al Brexit y su trayectoria euroescéptica. ¿Quién es realmente Boris Johnson?

Por María Jesús Martínez-Conde | 2019-07-26 | 07:00
Tags | reino unido, inglaterra, londres, boris johnson, theresa may, brexit, partido conservador
Johnson asegura que abandonará el acuerdo de May y buscará uno nuevo antes del 31 de octubre, pero el problema que ven muchos es que el Parlamento británico entró en receso ayer hasta septiembre por período de vacaciones.

Saliendo a correr por Londres con piernas pálidas y short hawaiano, colgando atascado desde una tirolesa durante los Juegos Olímpicos 2012, claramente peleado con su cepillo de pelo y con serios problemas de planchado en su vida doméstica, les guste o no les guste, Alexander Boris de Pfeffel Johnson (55), se ha convertido en el nuevo primer ministro británico.

Más conocido como Boris Johnson, este estrafalario personaje que parece sacado de una comedia británica, hoy despierta todo tipo de sensibilidades no solo en el Reino Unido, sino en el mundo entero. ¿Qué hay en su trayectoria que mueve tantas aprehensiones? ¿Cuáles son sus méritos políticos? Y, la pregunta del millón, ¿cuál se proyecta que será su actitud frente al gran desafío británico del siglo XXI, el Brexit?

Sale May, entra Johnson

Podríamos escribir una novela de varios tomos para explicar el porqué de la renuncia de May y el ascenso de Johnson, pero nos limitaremos a lo esencial.

Cuando Theresa May asumió como primera ministra en 2016, muchos la veían como una mujer que sería capaz de refrescar el liderazgo tradicional de los miembros del Partido Conservador, pues tenía ideas bastante progresistas. Sin embargo, el resultado en el referéndum sobre el Brexit, donde el 52% de los británicos votaron a favor de que el Reino Unido se saliera de la Unión Europea (UE), le traería sus peores pesadillas, pues debería idear una forma mediante la cual llevar a cabo tamaño desafío.

Cuento corto, la Cámara de los Comunes (la cámara baja del Parlamento del Reino Unido) rechazó en tres ocasiones los planes propuestos por May y su equipo para hacerlo, pues los conservadores los estimaban "blandos" y los laboristas estaban empecinados con su rol de oposición al gobierno. No pudiendo convencer a nadie, incluso consideró presentar una cuarta propuesta, pero finalmente se decantó por renunciar (para entender en detalle todo este proceso, lee este, este y este otro artículo de El Definido).

Fue allí donde apareció Boris Johnson en el horizonte, como un miembro del Partido Conservador que, de acuerdo a sus seguidores, en el futuro sería capaz de derrotar con su retórica al líder de la oposición, Jeremy Corbyn, en un eventual duelo en las urnas. Sin embargo, en esta primera etapa solo se requerían primarias del partido para reemplazar a May, en las cuales se enfrentaron Johnson y Jeremy Hunt, en ese momento ministro de Relaciones Exteriores, saliendo vencedor el despeinado rubio.

Fue así como el miércoles pasado Theresa May presentó su renuncia a la reina Isabel II y abandonó Downing Street (la residencia oficial del primer ministro británico) por última vez, deseando que por fin pudiese generarse un Brexit "que funcione para todo el Reino Unido". Inmediatamente, Johnson recibió el encargo de la reina de formar un nuevo gobierno y habló también desde Downing Street, confirmando que el país saldrá de la UE el 31 de octubre, "con o sin acuerdo", para así cumplir con la última fecha pactada. Esto marcó de inmediato una enorme distancia con su antecesora, quien desde un inicio trató, sin resultados positivos, de conciliar posturas y generar acuerdos.

Trayectoria de una cabellera despeinada

Dejando de lado los datos rosa (que analizaremos luego mientras desgranamos porotos), Boris Johnson nació de padres británicos en Manhattan en 1964, a causa de la carrera de su padre. Esto luego llevó también a la familia a vivir en Bruselas (Bélgica). Si bien gozaba de nacionalidad británica y estadounidense, en 2016 decidió renunciar a la última. Se educó en el prestigioso colegio inglés Eton (reservado para jovencitos de alta alcurnia) y más tarde en la Universidad de Oxford.

Hasta los ocho años tuvo problemas severos de sordera y era considerado un niño "débil", pero la educación competitiva y una familia que le imponía sus metas, lo condujeron a salir adelante tras varios procedimientos médicos. A la larga, el niño Boris declararía su seria intención de convertirse en "el rey del mundo" (piola).

Cuentan que fue un joven solitario, pues su madre sufría problemas médicos que la mantuvieron hospitalizada, y que además fue discriminado en su juventud por tener ascendencia turca y haber vivido fuera de Inglaterra. Sin embargo, eso mismo lo endureció, conduciéndolo a convertirse en un muchacho excéntrico, de apariencia descuidada, pero con una mente sagaz. Y (saquemos la fuente de porotos) a tener éxito con las mujeres.

Comenzó entonces una carrera como periodista, donde siempre destacó por escribir de forma escéptica respecto a la UE. Fue contratado primero en el Times, donde no tuvo éxito pues llegó a inventar información. Sin embargo, tuvo su revancha en el Daily Telegraph, donde llegó a ser corresponsal en Bruselas y luego editor asistente y columnista principal, en una carrera repleta de polémicas a causa de sus acalorados escritos.

Paralelamente tuvo un primer matrimonio, el que prontamente se rompió a causa de una infidelidad con la que se convertiría en su segunda esposa. Esta inclinación por las mujeres la llevó también a su trabajo, cuando se convirtió en editor del Spectator, que en la época fue conocido como Sextator. Se involucró con una de sus columnistas y abandonó a su segunda esposa, siendo despedido por "falta de honradez".

Perteneciente al Partido Conservador, en 2001 se convirtió en miembro del Parlamento y, al no ser llamado por el primer ministro David Cameron (compañero "etoniano") para formar parte de su gobierno, en 2008 realizó una candidatura exitosa para acceder a la alcaldía de Londres, triunfo que se repetiría para un segundo período en 2012. Pero, al igual que como sucedió en su carrera como periodista, cargó con varios escándalos: lo acusaron de mentiroso y de racismo. Su gran hit fue durante los Juegos Olímpicos, donde se lució con su risa fácil, protagonizando un divertido incidente cuando quedó colgando, atascado, en una tirolesa.

Ya en 2016 y en medio del estallido del Brexit, fue el líder no oficial de la exitosa campaña Vote Leave, que publicitaba la salida del Reino Unido de la UE pero, de acuerdo a Vox y a The Guardian, las estrategias que utilizó combinaban afirmaciones cuestionables y poco respeto por las reglas. Todo indicaba que se convertiría en el nuevo primer ministro, pero su compañero de campaña, Michael Gove, lo declaró no apto para dirigir al país a través del Brexit… Y Theresa May le arrebató la corona.

A pesar de que existía una relación tensa con la primera ministra, May lo convirtió en su ministro de Relaciones Exteriores, cargo que abandonó en julio de 2018 en protesta por el, a su juicio, mal manejo del Brexit. Continuó siempre presionando al gobierno desde el margen hasta la renuncia de May, que lo acaba de convertir en primer ministro.

En cuanto a su vida personal, hoy tiene una novia 24 años menor, Carrie Symonds, y aseguran que, tras una trayectoria marcada por el desorden, hoy está comprometido con el veganismo, ha dejado el alcohol y suele salir a correr y andar en bicicleta por Londres.

Sin embargo, en una columna editorial, The Guardian estima que aún existen justificaciones para llamarlo tajantemente "un payaso". Mientras The New York Times compara su carisma con el de Donald Trump, líder que ha declarado su total acuerdo con su homólogo rubio del Reino Unido.

Brexit "con o sin acuerdo"

Y ahora lo que tiene a parte importante de los británicos en ascuas: Boris Johnson está decidido a sacar al Reino Unido de la UE, inclusive sin un acuerdo de por medio.

Lo que May estaba intentando, era que, a partir del 31 de octubre —último plazo pactado con la UE- el Reino Unido pudiese pasar por una fase de 21 meses que le permitiera ajustar los términos de esta nueva relación, sobre todo considerando el problema de la frontera con Irlanda, como señala BBC.

Como te explicamos hace un tiempo, un Brexit duro podría llevar a la instalación de fronteras con controles aduaneros y/o personales entre la Irlanda del Norte no perteneciente a la UE y la Irlanda europea. Y esto es de extrema relevancia, pues la no existencia de controles fue una de las condiciones para la firma de acuerdos de paz. En el peor de los casos, el descontento podría volver a gatillar los enfrentamientos armadosentre unionistas y nacionalistas que plagaron la isla por tantos años y que dejaron miles de muertos. No obstante, Johnson ha dicho que "en ningún caso habrá controles", abriéndose a buscar soluciones alternativas.

Pero el escenario que plantea el nuevo primer ministro es bastante radical: a partir de 1 de noviembre el Reino Unido estará fuera del Mercado Único y de la Unión Aduanera, los principales instrumentos de política comercial de la UE, lo que conducirá a las partes a relacionarse simplemente mediante las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Cómo todos quienes no pertenecemos a la UE, deberán pagar impuestos para vender sus productos en el resto del continente. Y, al revés, los que se importen dentro del Reino Unido, también debiesen hacerlo, aunque el gobierno anunció que al principio no aplicará tarifas en el 87% de los productos europeos que ingresen.

A los ciudadanos británicos esto también podría pegarles fuerte, pues se anularán una serie de privilegios con los que contaban por ser parte de la UE. Por ejemplo, los precios de los alimentos podrían subir, ya no podrán atenderse en cualquier hospital público europeo, se podrían activar los recargos por uso de roaming yquienes vivan en otros países europeos, deberán sacar licencia de conducir.

Johnson asegura que abandonará el acuerdo de May y buscará uno nuevo antes del 31 de octubre, pero el problema que ven muchos es que el Parlamento británico entró en receso ayer hasta septiembre por período de vacaciones. ¿Cómo lo logrará?

El jueves, en su primera comparecencia ante la Cámara de los Comunes, pidió públicamente a la autoridades de la UE poder sentarse a hablar de nuevo "en cualquier momento y lugar". Esto, pese a que desde Bruselas (sede de las instituciones de la UE) han recalcado que no renegociarán el acuerdo de retirada de May. El nuevo primer ministro aseguró que si se veía obligado a salir de la UE sin acuerdo, retendría los 35.000 millones de euros de la factura del Brexit, aunque se trate de una deuda pendiente con la comunidad de naciones.

Afrontando varias dimisiones dentro del original gabinete de May y también algunos cambios, Johnson conformó su nuevo equipo de gobierno marcándolo con un perfil euroescéptico (rechazo a la UE), diverso étnicamente y con una marcada presencia femenina.

¿Causará todo esto una recesión económica en el Reino Unido? ¿Habrá un aumento en los controles de inmigración? ¿Cómo reaccionará la sociedad civil ante este escenario? Todas estas preguntas están en boca de los medios y de una gran porción de británicos, a la espera de los próximos pasos políticos del carismático nuevo primer ministro.

¿Cómo crees que será la salida del Reino Unido de la Unión Europea?