Desde hace 9 días que el gobierno federal en Estados Unidos ha permanecido cerrado. Todo esto por la falta de apoyo por parte del Partido Republicano, quienes se negaron a aprobar el presupuesto federal ante la negativa del gobierno de Barack Obama de retrasar o modificar la entrada en vigor de su proyecto estrella de salud, más conocido como el Obamacare.

Los puntos clave de esta reforma sanitaria son la reducción del precio de medicamentos y de la atención post-hospitalaria, aumentar la prima a los más ricos y aceptar a personas con enfermedades pre existentes. Recordemos que en ese país, 48 millones de personas no tienen un seguro de salud, y con esta reforma van a poder tenerlo.

Pero volvamos al llamado "shutdown". Para dimensionar esta situación, si esto pasara en tu país, por ejemplo, todos los parques, reservas, monumentos y museos operados por el Estado tendrían que permanecer cerrados.  En Estados Unidos eso incluye a la famosa Estatua de la Libertad, el Gran Cañón, el Parque Yellowstone (donde vive el Oso Yogi, no menor)  y muchísimos otros lugares. Y estos son sólo detalles.

También significó que  800.000 empleados del Estado dejarán de recibir su sueldo y que millones de ciudadanos no podrán usar los servicios públicos con normalidad. No son pocas las personas que están molestas con esta situación e incluso algunos analistas aseguran que estaría dañando seriamente la popularidad de los republicanos.

Incluso, algunos creativos han demostrado su inconformidad de diferentes maneras. Como este contador en vivo de cuántos impuestos debiera devolver el gobierno por cada segundo que pasa con el gobierno federal clausurado.

Pero lamentablemente, esto es sólo el principio, ya que la gran batalla está por venir. Se trata de la discusión a la que Estados Unidos deberá someterse en torno al techo de deuda, que es la cifra máxima total que el país puede pedir prestado en los mercados para cumplir con sus obligaciones financieras.

 Entre ellas, pagar pensiones, sueldos de empleados públicos y seguro médico para los ancianos y personas sin ingresos. Si el techo de deuda no es elevado, esto podría arrojar a Estados Unidos a la suspensión de pagos, es decir no podrá pagar sus deudas.

¿Nos afecta?

Si eso sucede, sí nos afecta a todos, ya que las decisiones económicas de Estados Unidos tienen consecuencias sobre todo el mundo. No sólo afecta al precio del dólar, sino que también podría volver a caer en recesión, afectando a los otros países y sus mercados. El mayor referente de la Bolsa de Santiago por ejemplo, es Wall Street.

Por lo mismo la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, aseguró hoy que "no está ayudando a la economía de Estados Unidos el tener esta incertidumbre y esta forma de lidiar con los asuntos fiscales y de deuda", y que el país tiene una "responsabilidad especial" ya que "esta normalización afecta a tantos mercados y gente en todo el mundo", comentó.

Además la titular del FMI destacó que la recuperación económica global en marcha es "lenta y desequilibrada" y aseguró que estamos en un periodo "de transición" en el que las economías avanzadas ganan impulso y las emergentes se desinflan. El crecimiento del país ha sido menor a lo esperado, especificó, por lo que estas situaciones seguirán afectando su crecimiento y por ende, a las bolsas alrededor del mundo.

¿Hasta cuándo?

El plazo vence el jueves 17 de octubre, fecha en que las dos cámaras del Congreso norteamericano deberán aprobar cualquier incremento del techo.

¿Por qué EE.UU tiene este techo de deuda?

Por una ley que existe desde 1917 que tenía la intención de abaratar la financiación del Gobierno federal y evitar que el país se endeudara demasiado por la intervención en la Primera Guerra Mundial,  pero que, según el diario El Mundo, "los años han convertido el techo de deuda en un arma arrojadiza que demócratas o republicanos utilizan para imponer elementos de su programa político a la Casa Blanca".

¿Por qué tanta rebelión contra el Obamacare?

Porque los republicanos más conservadores se oponen a esta reforma por su posible impacto sobre la creación de empleo y sobre el déficit público.
Además, los más conservadores aseguran que esta reforma atenta contra la libertad de los norteamericanos, al obligarlos a tener un seguro de salud.

Esta reforma fue aprobada hace tres años por el Congreso norteamericano y sin embargo sigue dividiendo a los norteamericanos y exaltando especialmente a los republicanos y a su ala más conservadora, el Tea Party. También ha sido clave en este proceso las "arengas" del senador republicano Ted Cruz, a quien muchos demócratas le atribuyen el cierre del gobierno federal.

Obama ha asegurado que no negociará "bajo amenazas" y no ha querido ceder. La reforma sanitaria es catalogada como el mayor logro de su gobierno y una de las principales luchas históricas del Partido Demócrata.

Pero el Partido Republicano es clave para cualquier decisión en el Congreso, ya que tienen mayoría en la Cámara de Representantes, por lo que el Presidente norteamericano aseguró que luego que voten a favor para superar la crisis en la que están inmersos, los demócratas estarán dispuestos a hablar de "cualquier cosa",  incluso de fortalecer la ley de su reforma sanitaria.

Pero el problema en este tira y afloja, es que los republicanos quieren negociar antes, no después y que, con respecto a la reforma, según el diario español El País, "no pretenden fortalecerla, sino destruirla".

Este es el escenario en el que se encuentra la política estadounidense. Algunos analistas opinan que la polarización entre los congresistas no tiene precedente y otros apuntan con el dedo directamente a los republicanos y su irresponsabilidad, al arrastrar a los norteamericanos (e incluso a todo el mundo si el problema sigue) en su cruzada por detener la reforma de salud más emblemática del Partido Demócrata.

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