Según un reciente estudio hecho por la división de marketing de Oracle, en promedio una persona revisa su celular 150 veces al día, es decir, descontando las horas de sueño, una vez cada 7 minutos. Esta útil herramienta se ha vuelto parte esencial de nuestras vidas, pero en ocasiones puede adquirir todas las características de una obsesión.

El término Phubbing, resultado de la combinación de las palabras inglesas phone y snubbing (teléfono y desaire, en español), se refiere específicamente al acto de estar más pendiente del celular que de quien nos acompaña. Basta con observar por 10 minutos un restaurant o cualquier reunión social para comprobar que se ha transformado en una realidad innegable. Como veremos más adelante, ni el sexo se salva de esta mala costumbre.

De acuerdo a un ranking desarrollado por el sitio Stopphubbing.com, la ciudad que más sufre de este fenómeno es Nueva York, seguida de Los Ángeles (EE.UU.), Londres (Inglaterra), París (Francia) y HongKong (China). Lamentablemente, Santiago también aparece en la lista del top 20, superado sólo por Ciudad de México y Río de Janeiro en Latinoamérica.  

Hasta en la ducha.

El estudio 2013 Mobile Consumer Habits, realizado por la firma de investigación de mercado Harris Interactive para la empresa Jumio, en el que participaron 1.102 usuarios de smartphone, demostró cuáles son las situaciones más comunes donde son utilizados los teléfonos, siendo estas: mientras se conduce, con un 55%; en una película o en una obra de teatro, en un 35%; en una cena de trabajo, con un 33%; mientras están en una función de la escuela de sus hijos, con un 32% (no los culpamos).Y si pensaba que la Iglesia, lugares de culto o de trabajo se salvan, piénselo otra vez, ahí hablamos de un 19%. 

¿No le parece tan extraño?. Espere a oír esto: aunque parezca increíble, un 12% asegura utilizar su celular mientras está en la ducha. Cómo se las arreglan para hacer eso, no tenemos idea. Pero quizás el dato más sorprendente (al menos para los que tienen una relación sexual saludable), es que una de cada 10 personas declaró utilizar su teléfono mientras mantiene relaciones sexuales.

Juegos contra el Phubbing

Muchas iniciativas intentan terminar con esta mala costumbre, que crece día a día. Como queda de manifiesto, cuando se trata de evitar que nos ignoren por mirar una pantalla, el ingenio es la consigna. Toma nota de estos juegos para obligar a tus amigos (y a ti) a dejar el teléfono de lado.

• Cuando salgas en familia o con tus amigos, pídeles que todos apilen sus celulares en un rincón incomodo de la mesa, esto con el fin de que estén fuera de la conversación. El hecho de tener que levantar el resto de los teléfonos o pasar por encima de alguien para poder revisar mensajes o tuits, desincentivará esta actitud.
• Todos hemos tenido emergencias a las que debemos atender, pero obviamente es una falta de respeto que tu amigo deje de escucharte para responder en Facebook o mandar un tuit. ¡Si esto ocurre, aplícale un castigo! Para que sienta en carne propia el efecto de su falta de consideración, ignóralo por un minuto cada vez que chequee su celular.
• Si vas a comer con tus amigos, desafíalos a aceptar una apuesta: Todos deben apoyar boca abajo los celulares sobre la mesa, estos pasado un rato comenzaran a vibrar y a iluminarse mientras comen y aquí viene la parte interesante: Como penitencia, el primero en no resistir la tentación de tomar su celular debe pagar la cuenta. Es más difícil de lo que parece, dado que chequear la pantalla es casi un reflejo automático. Además de entretenerte, existe la posibilidad de comer gratis. 
• Algunas parejas jóvenes, para evitar que su pareja deje de estar todo el rato conectada al celular respondiendo mensajes y riéndose sola, crearon nueva regla, que consiste en incluir obligatoriamente a la otra persona en la conversación, leyéndole lo que se reciba, sin importa lo que diga ni quien sea. Esta medida invasiva ayuda a guardar los mensajes para después, evitándose un mal rato.  
• Si no puedes contra el enemigo ¡No te unas! pero mándale un mensaje o whatsapp para que vea que estás justo junto a él y que intentas decirle algo. Se sorprenderá y dejará de usar su celular. 

Cómo combaten el Phubbing otros países

La idea de ir a un bar es para compartir y pasar un buen rato, el problema es que para muchos se transformó en la instancia perfecta para estar constantemente revisando el celular. Tanto así, que ya apareció el concepto de “zombie bar”, donde todos parecen en trance, mirando sus pantallas. 

• En Sao Paulo, Brasil, existe un bar llamado Salve Jorge que intenta terminar con esto, por lo que utilizan el llamado “vaso offline”. Este vaso tiene una hendidura en el fondo que lo desestabiliza y la única forma de balancearlo es apoyándolo sobre un Smartphone. Este creativo diseño fue inventado por la agencia de publicidad Fischer & Friends.

  

• En el corazón de Córdoba, Argentina, existe un pequeño bar con puertas de colores llamado El Macanudo, en donde también se lucha para que los clientes prefieran por sobre todo la conversación cara a cara. Y para eso, el local invita a las personas a depositar sus celulares en un frasco, que luego será cerrado con cinta de embalaje. Si los comensales no caen en la tentación de abrirlo, se les premia con descuentos o regalos.

• En la Feria de Muebles de Milán, Italia, se exhibió un novedoso objeto, conocido como Happy Together, que busca evitar el constante uso de celular en reuniones, que fue creado por la compañía Petragon Inc. de Taiwán. Se trata de una mesa de madera, que en el centro tiene un reproductor grupal de música, al que se le deben conectar los smartphone. La gracia de este producto es que mientras más celulares tenga, más variada será la música que sonará.  

  

No hay que desconocer que el uso del smartphone facilita en gran medida nuestra vida, agiliza el trabajo, nos permite conectarnos con el resto del mundo en forma instantánea y nos permite obtener variada  información en el lugar y momento que más la necesitamos, pero hay que saber manejar esta tecnología para que sea una ayuda en nuestra vida y no un problema. Valora a tus cercanos y aprende a desconéctate, después de todo, un whatsapp puede esperar ¿o no?