La primera agencia de viajes para peluches

Un japonés de 38 años creó una agencia de viajes cuyos clientes son ositos, conejitos o ratoncitos de peluche que salen a recorrer el mundo en lugar de sus dueños, que muchas veces están incapacitados para hacerlo.

Por Magdalena Araus @mmaraus | 2013-10-22 | 22:00
Tags | Japón, viajes, turismo, agencia, paseos, tours, peluches, juegos, terapia

Pareciera un reportaje de 31 minutos, pero aunque salen a recorrer el mundo como Juan Carlos Bodoque, no reportean ni tampoco son animados para un programa de televisión. Son clientes de una agencia de viajes.

Como un turista más, un osito de peluche puede ser atendido y viajar por diferentes lugares en Japón e incluso, si así quiere, por otras partes del mundo. Esta idea se le ocurrió a Sonoe Azuma, luego de observar el éxito que tuvieron entre sus amigos las fotos de su peluche de anguila que tomó en varios lugares durante un viaje. Fue así que nació, hace tres años, Unagi Travel.

El proyecto que comenzó de a poco, casi como un juego que se conocía de boca en boca, hoy suma a más de 200 peluches que han conocido diferentes atractivos turísticos. 

Y aunque esto podría verse como un absurdo negocio para gente que no tiene en qué gastar su plata, el resultado no sólo genera tiernas fotos, sino que tiene un sorprendente potencial terapéutico para las personas.

Turistas fáciles de tratar

El peluche debe pesar menos de 250 gramos para poder viajar y al mes se ofrecen máximo 10 viajes. Los destinos son distintos lugares de Japón, por ejemplo Izumo, Kamakura, Yokohama y también otros países como Estados Unidos. ¿El costo? Entre $20 y $50 dólares para los propietarios de los peluches, porque claramente estos últimos no pueden costeárselo por su cuenta.

"Intento tratarlos como a una persona", explica Azuma. Todo empieza por sentar a los peluches en una mesa y orientarlos con folletos turísticos caseros. Luego saca fotos de ellos en distintas circunstancias: tomando cerveza, comiendo, sentados en una plaza, mirando un monumento, etc. 

Con estos clientes, Sonoe se ahorra quejas, esperas, paradas para el baño y turistas perdidos, además de múltiples entradas o pasajes para el traslado. Luego de la travesía, los animales de peluche que participan reciben una fotografía conmemorativa, junto con un CD lleno de sus fotos. 

¿A quién se le ocurre mandar un peluche a pasear?

Hay varias razones para hacerlo en vez de viajar uno mismo. La más común es la falta de tiempo por trabajo, el poco presupuesto o las ganas de tener algunas fotos divertidas. Pero la más potente es la discapacidad física. Para todas esas personas que no pueden salir de sus casas, mandar a sus peluches como vicarios ha dado resultados positivos. 

Se genera un vínculo especial durante la travesía que hace vivir la experiencia a los dueños también. Ellos pueden seguir toda la actividad de sus queridos peluches a través de la página de Facebook de la agencia. Es como un alter ego. Así lo sintió una mujer de 51 años la Prefectura de Saga en Japón, que debido a una enfermedad, apenas puede caminar. 

"Ver a mi animal de peluche que me animó a viajar. Empecé a pensar que yo debería hacer lo que puedo hacer, en lugar de lamentarme por cosas que no puedo", explicó. "Quiero ver y caminar por los lugares que he visto a través de los viajes de mi animal de peluche algún día". Otras personas comentaron, además, que los viajes de sus peluches los han ayudado a superar la ansiedad social e incluso la depresión.

Sonoe también ha recibido comentarios como: "Mi familia fue abatida por la pérdida de mi padre, pero el viaje del animal de peluche nos alegra y ahora tenemos más conversaciones en casa" o "Fue una buena oportunidad para que mi hijo en la escuela primaria, que no podía dejar a su animal de peluche ir, llegar a ser independiente". 

Estos peluches pueden cumplir el rol de "compañeros imaginarios", según el profesor Nario Ihara, de la Universidad de Ochanomizu.  "Haciendo su viaje, el alter ego actúa como un puente para que los dueños puedan realmente entrar en el mundo exterior e interactuar con los demás. Los viajes de los peluches pueden servir como un ejercicio de estabilidad mental ", dijo Ihara.

Estos casos demuestran que los beneficios de esta idea, que en un comienzo parecía absurda, pueden ser muchos. La experiencia ha sido tan satisfactoria, que Azuma dijo que el 40% de su negocio son clientes que ya han participado una vez. 

"Estoy feliz de que mis actividades alienten a dar un paso adelante a quienes no pueden ser positivos", comentó.

A continuación un video y una selección de fotos disponibles en la página de Facebook de Unagi Travel.