La tendencia al alza de trasladarse en bicicleta está motivando a distintas ciudades del mundo a tomar medidas al respecto en pro de que siga aumentando: Ámsterdam ha pavimentado cientos de kilómetros de ciclovías y ha puesto semáforos exclusivos para los pedaleros, Nueva York llenó en un año la ciudad de ciclovías utilizando las ciclobandas, que consisten en una pista pintada en la calle, en espacios que antes se utilizaban para estacionamientos, Vancouver llevó a cabo un proyecto con rampas en las ciclovías para hacerle más entretenido el paseo a los ciclistas. Y ahora, Francia también decidió hacer algo grande al respecto.
El Ministerio de Ecología, Desarrollo Sostenible, Transporte y Vivienda francés, investigó el modo de traslado de los habitantes a sus lugares de trabajo y descubrió que más de la mitad recorre distancias de menos de tres kilómetros. Sin embargo, sólo el 3% de los ciudadanos los realiza en bicicleta.
Para incrementar esta cifra, se le ocurrió implementar un plan que incluye entre otras cosas, aumentar las plazas de estacionamiento, desarrollar la seguridad, dar facilidades viales como permitirles doblar a la derecha con el semáforo en rojo y la que más llamó la atención: Que las empresas le paguen a los empleados que lleguen en bicicleta al trabajo.
El bono sería de 21 céntimos de euro ($153) por kilómetro pedaleado. Thierry Mariani, Ministro de Trasporte de Francia, aseguró que las empresas serán las que otorguen la bonificación a sus empleados, pero que a la vez ellas recibirán beneficios tributarios "bastante generosos, por lo que ninguna compañía querrá quedarse fuera de la nueva medida".
Poner en práctica este anuncio tendrá un costo cercano a los 20 millones de euros ($14 mil millones aprox.) para el gobierno francés, el cual señaló que con la medida debiera aumentar la calidad de vida notablemente. El incentivo de trasladarse en bicicleta debiera incidir en la calidad del aire, que según las cifras gubernamentales se traduciría en un ahorro de 5.600 millones de euros ($4 mil millones aprox.) sólo en temas de salud.
A pesar de que el sueldo extra fue lo que causó mayor impacto, el proyecto pretende ser integral y abarcar la mayor cantidad de aristas posibles para modificar positivamente el comportamiento de los habitantes. Existe un plan para mejorar la conducta de los ciudadanos y el uso correcto de las ciclovías, también hay planes para mejorar la seguridad, que incluyen poner a cada bicicleta un código que facilite ubicarlas en caso de robo, todo esto sumado a las que ya mencionamos anteriormente.
En definitiva, una política pública decidida, de la que se pueden sacar varias lecciones: Su aplicación a nivel nacional, su mirada integral del transporte y de los problemas que enfrentan los ciclistas, su lógica de incentivos y, por supuesto, la madurez de entender que los beneficios de tener una población activa y sana superan por mucho los costos de la medida.