¡Un café pendiente, por favor!

Desde hace más de 100 años en los distintos cafés italianos existe la tradición del "caffé sospeso" o "café pendiente", que consiste en comprar una taza de café para uno mismo y dejar otra pagada para alguien menos afortunado.

Por María Paz Salas @mpazsalasm | 2013-04-03 | 13:52
Tags | solidaridad, café, italia, tradiciones

Dicen que hace mucho tiempo en la ciudad italiana de Nápoles, cuando alguien tenía un día excepcionalmente bueno o estaba de un inmejorable buen humor, entraba a un café y pedía dos o tres capuchinos, expresos o lo que fuera, se tomaba uno de esos y luego se iba.

Los que restaban pasaban a ser los llamados "cafés pendientes", ("il caffé sospeso"), para todos aquellos que no pudieran pagar uno. 

Lo que sucedía después era que algún mendigo o indigente entraba y preguntaba: "¿Tiene algún café pendiente?", a lo que el mozo respondía, "sí, claro", y le entregaba uno de los cafés pagados anteriormente por el generoso comensal. Así, también el mendigo podía disfrutar de un buen momento.

Esta tradición, a pesar de la modernidad, aún se resiste a morir en Nápoles y otras ciudades italianas. Incluso la ONG "Rete del Caffé Sospeso", instauró el 10 de diciembre como el día del café pendiente, para avivar la tradición y también la solidaridad.

Con la reciente crisis económica la tradición no sólo parece estar reviviendo, sino incluso expandiéndose a otros países como Bulgaria, uno de los países más pobres de la unión europea y donde la crisis ha llevado ha causado estragos con el empleo. Ya son 150 los cafés de ese país que ofrecen la opción.

Una bella tradición que podría instaurarse perfectamente en nuestro país, fomentando nuestra propia solidaridad y de paso, mejorando la imagen de alguna de las cafeterías nacionales.

¿Crees que esto funcionaría en Chile?