Ya sea que los odies, los ames, o pienses que es una simple moda que va a pasar, los llamados hipsters, están afectando de diferentes maneras el comercio mundial.

Por ejemplo, ya tuvieron su primera víctima: el mercado de las afeitadoras. Procter & Gamble, que domina ese mercado con Gillette Mach-3 reportó la semana pasada que la venta de las rasuradoras están, desde hace un buen tiempo, bajando en los mercados más desarrollados.

Por su parte, el fabricante de baterías Energizer, anunció que las ventas de sus rasuradoras Schick han caído en un 10% en el último año. No cuesta imaginar el origen de estas caídas, cuando ahora nos topamos de manera mucho más frecuente tipos con barbas largas, estilo náufrago, pero impecables, de peluquería. 

Y aparentemente es un tema de preocupación mundial. "En el mediano y largo plazo, se espera que el deseo de un look sin afeitar continúe, especialmente en Europa Occidental donde el desempleo está aumentando, esto seguirá dañando las maquinas de afeitar y las cuchillas"; escribió una analista de investigación de mercado de Euromonitor International.

Incluso la experta asegura que será una gran preocupación en los mercados latinoamericanos, que tienden a imitar las tendencias europeas de celebridades y que artistas y famosos como "Brad Pitt o Lionel Messi sean vistos con barbas no ayuda", asegura la experta.

Música más duradera

La era musical está viviendo un momento difícil ya que tiene que lidiar con la piratería y el gigantesco mundo digital. Ya casi nadie está comprando discos y los artistas tienen que ingeniárselas para obtener más ganancias. Sin embargo, los vinilos (asesinados por la llegada del CD) están resucitando fuertemente gracias a nuestros hipsters mundiales.

Por su amor a todo lo vintage y antiguo, es muy común que estos individuos persigan a los los vinilos como verdaderos coleccionistas, en vez de los ya casi desaparecidos discos, o las descargas digitales. La venta de estos clásicos discos ha aumentado consistentemente en todo el mundo.

Amazon reportó datos sorprendentes al respecto. Desde el 2008 la venta de vinilos en esa plataforma, aumentó en un 745%. Estamos hablando de un formato musical que prácticamente ya había desaparecido en 1991.

No quieren autos

Ok, esto puede atribuírselo a los hipsters o a toda la generación de Millenials de la que hemos hablado anteriormente. Pero es que los jóvenes de hoy no están comprando autos.

El año pasado en Europa por ejemplo, se vendieron más bicicletas que autos. En Italia, esto no sucedía desde la Segunda Guerra Mundial.

Muchos lo atribuyen a la recesión que afectó a los países europeos y puede ser un gran factor que explique lo que está sucediendo en esa región. Pero la verdad es que este fenómeno se está viendo (a distintos niveles) en todo el mundo. Los Millenials parecen estar muchísimo menos interesados que sus padres, en poseer un auto, para los que manejar era un símbolo de libertad.

Prefieren gastar su dinero en smartphones, tablets y bicicletas, según el estudio "El Transporte y la Nueva Generación" de Frontier Group. La recesión sólo habría impulsado este sentir que de todas formas ya estaba sucediendo.

En el caso de los hipsters, el New York Times viene alertando desde el 2007 que las bicicletas de piñón fijo (llamadas fixie) están creciendo abruptamente en sectores como Brooklyn, Nueva York, por jóvenes de barbas abundantes y mujeres con bolsos de lona estampados que trasladan en el canasto delantero. Hoy, al menos en Estados Unidos, son por lejos las favoritas de este grupo.

Sólo para nostálgicos

Otro producto favorito para los hipster, son las cámara Polaroid. También pensábamos que con la era digital ya estarían más que enterradas. Pero desde hace un par de años no sólo revivieron sino que tienen más futuro que nunca.

Polaroid volvió a lanzar productos nuevos de su clásica cámara y también otras marcas se unieron a esta tendencia. Incluso Instagram (otra aplicación favorita de nuestros hipsters) se unirá a Polaroid para crear una cámara instantánea basada en esta popular red social.

Ya sea sacando fotos con estas  polaroid o comprando anteojos sesenteros en Ray Ban, comiendo comida orgánica o transportándose en sus bicicletas, los hipsters desde hace un par de años están afectando el consumo. Y ya sea por seguir una moda o por convicción real, hay que admitir que algunos de sus usuales comportamientos tienen consecuencias positivas para el mundo.

¿De qué otra forma crees que los hipsters cambiaron el mercado?