Imagen: Gojko Franulic

6 mitos sobre las baterías recargables

¡Descarga la batería completamente antes de cargarla! ¡No uses el celular enchufado! ¡Carga tu iPhone toda la noche antes de usarlo por primera vez! ...¿Cuánto de esto es verdad y cuánto es mito?

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Todo tipo de consejos hemos oído sobre el cuidado de nuestras baterías. Que antes de usar un teléfono por primera vez tienes que cargarlo 12 horas, que tienes que dejar que el notebook se descargue a su mínimo antes de volver a enchufar el cargador o que una vez que la batería alcanzó el 100% de carga, tienes que desconectarla, todo esto para el buen funcionamiento y longevidad de las baterías. 

Sin embargo, muchas de estas creencias tienen su origen en otra época, en que se ocupaban exclusivamente las baterías recargables hechas de Níquel-Cadmio (NiCd) o las Níquel-Hidruro metálico (NiMH), con las cuales efectivamente hay que tener una serie de precauciones.

Pero con la llegada de las baterías de Litio (Li-ion), que ofrecían una serie de ventajas, como capacidad de carga, durabilidad y peso, las baterías de Niquel fueron quedando relegadas a las tradicionales pilas AA y AAA, que encontramos en linternas y controles remotos, mientras que para los productos electrónicos que más ocupamos - teléfonos móviles, tabletas, cámaras digitales y notebooks - se utilizan las baterías de Litio, que casi no requieren cuidados especiales.

Para entender bien de qué estamos hablando, hay que saber las diferencias entre ambos tipos de baterías. Basados en la información ofrecida por la página especializada en tipos de baterías y sus características, Battery University, te explicamos las características de las baterías de Níquel y las de Litio y cuáles son los mitos en torno a éstas últimas.

Baterías de Níquel

Las primeras baterías de Níquel fueron las de Cadmio, que se fueron remplazando poco a poco por las Níquel-Hidruro metálico, porque el Cadmio resultaba muy contaminante para el medio ambiente, entre otras cosas. Su densidad energética va entre los 60 y 80 W-h/kg.

Estas baterías sufren el conocido "efecto memoria", consistente en la pérdida gradual de capacidad de carga, producto de procesos químicos al interior de la batería, como sulfatación, corrosión y cristalización, el que podía prevenirse o revertirse parcialmente, descargándolas completamente y luego volviendo a cargarlas a tope. 

Durante muchos años este tipo de batería fue utilizada en equipos portátiles, pero actualmente sólo se utilizan para algunas pilas recargables, como las que solemos encontrar en un control remoto y en las baterías de los autos con propulsión eléctrica o vehículos híbridos. 

Batería de Litio

Estas baterías, cuya densidad energética va desde 250 a 730 W-h/kg, fueron reemplazando poco a poco a las de Níquel y se apoderaron de los mercados de los teléfonos celulares, de las agendas electrónicas, de los computadores personales o notebook, tabletas, cámaras, reproductores de música y casi todo equipo electrónico de uso doméstico, por su bajo peso y alta capacidad.

Fue en la década de los '90 cuando comenzaron a masificarse, según lo explica Battery University. Sony Corporation fue la primera en tomar la iniciativa y comercializar las baterías de Litio, con los años más fabricantes y empresas decidieron seguir los pasos hasta que hoy en día son las más comunes.

Esto fue porque, gracias a sus componentes, las baterías de litio prácticamente no tienen efecto memoria, son mucho más livianas y tienen mayor número de ciclos de recarga -4.000 aproximados, versus 1.000 de las de Níquel- entre otros beneficios. 

Mitos y verdades de las baterías de Litio

Como vimos, ambas baterías tiene características muy diferentes y también su comportamiento ante el modo de carga es casi completamente opuesto. Por ello, tratar a una batería de Litio como si fuera de Niquel, puede ser fatal para esta (y vice versa).

Revisemos algunos de los consejos y mitos más comunes que circulan en torno a nuestros equipos electrónicos:

1. "Necesita una carga de 12 horas antes de usarla, si no, la batería nunca funcionará a su máxima potencia o duración". FALSO

Con las baterías de Níquel era necesario cargarlas entre 8 a 16 horas, dependiendo de las indicaciones, antes de usarlas, porque de lo contrario ocurría el efecto memoria, que consiste, básicamente, en una pérdida de capacidad de carga. Entonces, para evitar esto, se recomendaba cargarla muchas horas, para asegurar que la carga estuviera completa.

En las baterías de Litio el efecto memoria es mínimo y además, cuentan con un circuito de protección ante sobrecargas, que corta el ingreso de corriente a la batería. Esto permite saber exactamente cuándo la batería está llena. Además, si se deja conectada más tiempo del necesario, no pasa nada.

2. "Antes de volver a cargarla es necesario dejar que se descargue completamente". FALSO

Esto tampoco es correcto y tiene mucho que ver con el efecto memoria. Con las baterías de Níquel es necesario una descarga completa, porque la cristalización que se va produciendo naturalmente al interior de la pila y que hace que pierda capacidad de carga, puede revertirse parcialmente con esta técnica.

Por el contrario, con las baterías de Litio no importa si los ciclos de recarga ocurren antes de que se vacíe. De hecho, el problema que tienen es a la inversa; si dejas que se descargue a cero antes de volver a cargarla, tiene un efecto negativo en la batería, porque al llegar a cero - y por mientras más tiempo se mantenga así - crea un desperfecto de carga.

Lo recomendable con este tipo de baterías es, de hecho, que se carguen frecuentemente, porque así la corriente sigue circulando por ellas y en algún grado prolonga su vida útil. La batería de Litio no requiere descargarse completamente ni cargarse al 100%. De hecho, hasta es recomendable que no sea así.

3. Si no la vas a ocupar por mucho tiempo, lo mejor es guardar la batería descargada. FALSO.

Para esto hay que fijarse cuando compramos un celular, que ahora prácticamente siempre vienen con una carga que corresponde a un 40%, más o menos. 

Esto es porque las baterías de Litio no pueden estar descargadas completamente por mucho tiempo, porque el daño que se provoca es irrecuperable: jamás se volverá a cargar. Por otro lado, dejarla con carga completa, guardada y sin uso por mucho tiempo, también se pierde un 20% de su capacidad.

Acá hay que encontrar un punto medio, Por ejemplo, si dejarás de usar un celular por mucho tiempo, lo mejor es apagarlo con un 40% aproximado de su batería, para que la pérdida sea mínima.

4. Es mejor sacar la batería del notebook si estarás conectado a la corriente. FALSO.

Otra herencia de las baterías de Niquel, que al dejarlas cargando más tiempo del apropiado, se sobrecalentaban, dañando sus componentes internos y su capacidad de carga.

A diferencia de ellas, las baterías de Litio cuentan con un circuito de protección, que interrumpe la carga, por lo que no sería necesario desconectar el computador una vez que esté completamente cargado o, si es el caso, retirar la batería para trabajar conectado continuamente. El sistema de protección evitará que se siga cargando una vez que llega al 100%.

Si notas un sobrecalentamiento del computador, quizás debas llevarlo a que lo revisen, porque otra cosa puede estar fallando, pero sería muy raro que fuese la batería, a no ser que el sistema de protección haya dejado de funcionar.

5. Es mejor ir consumiendo la batería y luego volver a conectarlo, en lugar de tenerlo enchufado todo el tiempo. FALSO.

En las baterías de litio, un estado de carga parasitaria (es decir, cargar al mismo tiempo que se consume la energía de la batería) puede a la larga alterar la detección de carga completa, provocando que sobrecargue o, por el contrario, causar "mini-ciclos" de carga (similar a lo que pasa con el efecto memoria). 

Por ello, la recomendación es cargar la batería con el equipo apagado. Así, si vas a estar conectado a la corriente y usando el equipo a la vez, lo mejor es que su batería esté llena, de modo que el mecanismo de seguridad frene su carga y la corriente pase directo al equipo. Si lo desconectas y vuelves a conectar constantemente, sin apagarlo y mientras estás trabajando en él, puedes terminar reduciendo la vida de tu batería. Lo mismo con los teléfonos celulares, no es conveniente usarlos cuando los estás cargando.

6. Las baterías de Litio son mejores que las de Níquel en todo. FALSO

A pesar de sus múltiples ventajas sobre sus contrapartes de Níquel, este tipo de baterías también tienen muchas desventajas.

El hecho que requiera un circuito de protección es porque la batería en sí es muy frágil y su precio de fabricación es un 40% más alto que las de Níquel.

Además, si se descarga por completo comienzan las fallas, y si bien resisten más ciclos de carga, su vida útil es más corta y los deterioros se notan al año de uso, esté o no en uso la batería. Después de tres años, empieza a fallar con frecuencia.

Otro gran problema que tienen es el sobrecalentamiento cuando sistemas de seguridad fallan. Las baterías de Litio pueden explotar, muchas veces producto del  uso de cargadores externos y no originales, lo que produce la destrucción del circuito de protección, se sobrecarga, se calienta y explota.

En este punto hay que tener mucho cuidado y Battery University recalca que el consumidor debe estar al tanto de que esto pueda pasar, para su seguridad.