¿Por qué nos debiera importar que las abejas estén desapareciendo?

Desde hace diez años que millones de estos insectos están emprendido vuelo sin regreso a sus colmenas. En varios países, el porcentaje de desaparición supera el 50% y a pesar de que aún no se encuentra la causa concreta, ya se están haciendo cosas para evitar su extinción.

Por Antonia Laborde @antonialaborde | 2014-02-27 | 12:38
Tags | Abejas, desaparición, mundo, problema, causas, medidas

Una de cada tres abejas está muriendo anualmente. Hay algo que las está matando y que tiene a las principales organizaciones agrarias y alimenticias a nivel mundial buscando una respuesta. La situación se ha vuelto cada vez más alarmante, porque lejos de la fama que tienen estos insectos como grandes productores de miel, tienen una labor crucial en nuestra cadena alimenticia: Entre el 70 y 80% de los vegetales que comemos (naranjas, duraznos, tomates, paltas, etc.) son polinizados por las abejas. Esto quiere decir que permiten su reproducción para que den fruto.

"Si las abejas se extinguen, las personas se extinguirán en cuatro años", habría dicho el físico Albert Einstein. Puede ser exagerado, pero deja en evidencia la importancia que tienen estos insectos en el desarrollo ecológico y del mismo ser humano. A pesar de que no se ha identificado una causante específica a la desorientación que sufren las abejas camino a las flores, que impide su regreso y a la que se le ha denominado Síndrome de Colapso de las Colmenas (CCD), hay dos grandes responsables, según los entendidos:

- El uso de pesticidas conocidos como Neonicotinoides

- El aumento de la emisión de ondas electromagnéticas provenientes de celulares y antenas móviles

El problema está afectando a varios países. En Estados Unidos ha desaparecido el 60% de su población de abejas y hay estados en que el porcentaje alcanza el 80%. Europa es otro afectado, donde en Francia, Austria y Gran Bretaña han perdido la mitad de las colmenas. Por su parte, Brasil y Colombia también se han visto atañidos con el problema y si bien en Chile el panorama es más alentador, no se desmarca de la tendencia:  Desde hace tres años que las abejas mueren a una tasa anual del 8%, según la ONG Plan Bee.

Desde la década del 80' que el ingreso principal de la apicultura en nuestro país no es la miel, sino la polinización de campos para la agricultura y la fruticultura. Por ejemplo, un caso señalado en la Revista Paula, daba a conocer que un árbol de paltos polinizado solo por abejas silvestres da 20 paltas, mientras que cuando se le pone a los pies una colmena, da 100 paltas. 

En cuanto a las zonas más afectadas por la desaparición de abejas, los porcentajes se disparan en nuestros territorios afectados por sequía, donde la disminución es de un 30%. A esto se suman también el uso de plaguicidas, mal manejo del agua, ataque de varroa, transgénicos y las ondas electromagnéticas. 

¿Qué se está haciendo al respecto?

Particularmente en Chile, el 2011 se creó la primera reserva para reproducción de abejas en Los Molles, siendo única en Latinoamérica. En 3.500 hectáreas, hay 300 colmenas que han logrado generar una especie de burbuja libre de contaminantes y por lo mismo han logrado que las abejas cumplan sus ciclos con normalidad. 

También existe la crianza de abejas reinas, tanto en el mercado local como internacional. La empresa Reinas del Limarí, con el apoyo de Sercotec, está en este negocio y ya han vendido 4.000 de los insectos en el país y otras miles han sido exportadas para fuera. 

Además, el 2012 se creó en Chile la ONG Plan Bee, la cual busca estudiar los factores que dificultad la proliferación de las abejas en nuestro país y sus principales causas de muerte, a través de herramientas técnicas, logísticas, educacionales, investigativas y operativas. Dentro de sus actividades están las capacitaciones a los apícolas, donde les fomenta las buenas prácticas y se les informa respecto a cómo pueden potenciar sus productos. 

Sobre lo que está pasando afuera, países como Canadá y Gran Bretaña están importando poblaciones de abejas desde Nueva Zelanda, Australia, China y de nuestro país.   

Por su parte, según publicó la revista Time, para la Comunidad Europea hay tres pesticidas de la familia de los neonicotinoides que minan la salud de los insectos, por lo que "desde el 1 de diciembre de 2013 en la Unión Europea ya no se puede utilizar este tipo de pesticida; desde el 31 del mismo mes también está prohibido usar el fipronil, y las semillas que hayan sido tratadas con ese producto se podrán sembrar solo hasta el 28 de febrero de 2014". 

Sin embargo, hay algunos entomólogos, como Richard Fell, de la Universidad de Virginia, que creen que esta medida está siendo apresurada ya que la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. estudió la situación y no encontró pruebas científicas de que estos pesticidas causen problemas graves en las colonias de abejas.

¿Puede el hombre polinizar?

En las últimas décadas la tecnología ha logrado modificar los vegetales, pero aún no consigue polinizarlos artificialmente. Ante la emergencia, ya hay algunos países donde personas están polinizando las flores una por una, manualmente, con pinceles y una sustancia especial. Sin embargo, la polinización de las abejas es imprescindible, por su carácter natural y a gran escala, que nos hace depender de este insecto que tantas veces hemos visto sólo como un estorbo a la hora de almuerzo. 

¿Qué opinas sobre este tema? ¿Crees que se está tomando el peso que debiera?

Este artículo fue modificado en la cita de Albert Einstein, debido a fuentes contradictorias respecto al origen de esta frase, por lo que ahora se presenta como potencial.