No se sentaron en las butacas junto a las celebridades ni tuvieron que ser víctimas de las bromas de la presentadora Ellen Degeneres, sin embargo, ganaron en la última edición de los Oscar. De forma directa o indirecta una serie de productos sacaron cuentas alegres esta semana post-premiación y acá les contamos cuáles.
Para cualquier libro, que su historia sea llevada a la pantalla grande, ayuda. Ahora, si una vez que llega a los cines, además es valorada y reconocida, el escritor le debe un favor grande a la industria. Ese fue el caso de "12 años de Esclavitud", el texto que se publicó por primera vez en 1853, vendiendo cerca de 30.000 ejemplares para luego pasar al olvido, y que revivió con la cinta que lleva el mismo nombre y que se grabó bajo la dirección de Steve McQueen.
En la víspera de los Oscar, el libro "12 años de esclavitud", que narra las memorias de Solomon Northup, un ex esclavo de raza negra, situada en el siglo XIX, ocupaba el lugar número 326 en el ranking de ventas de Amazon.com. El lunes, tras haberse llevado el galardón a Mejor Película, se ubicaba en el puesto número 19. Así de instantáneo y efectivo fue el efecto Oscar. Y no sólo eso. Los programas de las escuelas públicas en estados Unidos lo han agregado a sus listas de lecturas.
Para quienes estén interesados en comprar el libro físico, la librería Qué Leo lo tiene disponible.
Dentro de las anécdotas más comentadas de la ceremonia de premiación, no deja de mencionarse el repartidor de pizza que llegó con tres cajas familiares para ser repartidas entre los actores y sus respectivos acompañantes. En un arranque de creatividad, Ellen llamó el día anterior a la pizzería Big Mama's & Papa's e hizo su orden con dirección al Teatro Kodak, sin dar más detalles.
Edgar Martirosyan llevó a repartir las pizzas sin tener idea que los comensales serían Julia Roberts (su ídolo), Brad Pitt, Martin Scorsese, Jennifer Lawerence, entre otros. "Fue realmente loco para mí", dijo el repartidor en CNN, quien no sólo se llevó una buena historia para contarle a sus nietos, sino que también US$1.000 en propina, que la propia presentadora recolectó.
El portal Variety publicó que el precio por cada comercial durante los Oscar se evalúo en US$1.8 millones. Teniendo este dato de referencia, TMZ calculó que considerando el tiempo que estuvo el repartidor en pantalla a todo el mundo, el costo promocional superaría los US$10 millones. Y al parecer han tenido efecto. Martirosyan asegura que los 20 locales que tienen en California se han visto superados con la cantidad de pedidos y ya hay personas interesadas en abrir sus franquicias en otros estados, e incluso en otros países.
Con el objetivo de transformarse en el tweet más retwitteado de la historia, Ellen se acercó a Meryl Streep (la actriz con mayor cantidad de nominaciones a los Oscar), para tomarse una selfie, a la que se sumaron figuras como Lupita Nyong'o, Bradley Cooper, Kevin Spacey, Angelina Jolie, otras celebridades... y el hermano de Lupita.
Y el objetivo se cumplió. La foto alcanzó 3.1 millones de RT en Twitter e incluso se cayó el sistema de la red social por unos momentos. El tema es que todos hablaban de la selfie y luego, del celular con el que había sido tomada: Un Samsung Galaxy Note 3.
Además de esta movida, que según ha dicho Samsung públicamente, fue espontánea, el Wall Street Journal publicó que la empresa surcoreana pagó a la cadena ABC cerca de US$18 millones por cinco minutos de anuncios en horario estelar, donde había más de 43 millones de espectadores alrededor del mundo.