Imagen: Gojko Franulic

La Slow TV (donde no hay acción) causa furor en Noruega

Un viaje en tren de siete horas, leña siendo cortada y quemada, abuelitas tejiendo y un largo viaje en barco. Aunque cueste creerlo, estas son las temáticas de los programas de Slow TV de los noruegos, una rebelión contra la rapidez de la vida y que ya es furor en el país nórdico.

Por María Paz Salas @mpazsalasm | 2014-03-21 | 12:12
Tags | noruega, slow tv, televisión lenta, trenes, leña

En 2009 la televisión pública de Noruega, NRK, transmitió un viaje en tren desde Oslo hasta Bergen y su paso por túneles oscuros, montañas nevadas y neblinosos valles. El viaje duraba siete horas. Y la transmisión, duró también siete horas. Sin embargo, más de un millón de noruegos  (más del 20% de la población) prendió la televisión para ver este viaje.

Desde entonces, la Slow TV (televisión lenta) se ha vuelto una especie de tradición en este país.  En 2011, la mitad del país vio  el viaje de 134 horas de un barco-crucero hacia la costa oeste. A comienzos de este año, NKR transmitió 18 horas de salmones nadando aguas arriba. Luego vinieron las 100 horas de juego del gran maestro noruego del ajedrez, Magnus Carlsen.

Más que repudiarlos, como podríamos pensar que pasaría, los noruegos parecieron sentirse cómodos con este tipo de programación. "Te ayudan a ir más profundo, a disfrutar los detalles", aseguró un televidente a la Deutsche Welle.

Algunos dicen que este tipo de televisión puede ser el reflejo de la paciencia que tienen que tener los noruegos para soportar esos inviernos en casa, pero para algunos también es un signo de rebelión cultural.

"Todo el resto de la televisión se está acelerando y queremos detener eso", aseguró la productora de uno de los programas, enfocado en el tejido, Lise-May Spissøy a la Deutsche Welle. "Queremos permitirle a las personas terminar sus oraciones".

Pero la Slow TV de Noruega también ha tratado de estar al día con las redes sociales. Este año también se transmitió la "National Firewood Night", algo así como la "Noche nacional de  la leña", una transmisión de 12 horas que mostraba leña siendo cortada y quemada.  Sin embargo el canal invitó a las personas a postear en Facebook consejos sobre cómo posicionar la leña. Asombrosamente, los telespectadores se entusiasmaban cada vez que alguien ponía en cámara el siguiente pedazo de madera.

La misma historia con la grabación del barco. Se convirtió un evento en el país, ya que las personas podían rastrear por dónde estaba pasando y de esa manera acercarse a la costa para tener sus quince minutos de fama. Incluso la reina salió a recibir el barco.

Lo más sorprendente, tal vez, sucedió cuando 1,3 millones de personas prendieron sus televisores para ver cómo un grupo de abuelitas discutían durante cuatro horas sobre tejido (sí, tejido), seguidas por 8,5 horas de interminables secuencias de más tejido. La población de Noruega tiene sólo 5 millones de habitantes, por lo que el éxito del programa confirmó que el formato funciona  y también comenzó a llamar la atención del resto del mundo.

"Ya sea que se esté viendo de forma activa o simplemente como un protector de pantalla, por personas que quieren sentirse confortadas por el constante sonido de agujas de tejer, mientras hacen su rutina diaria, estoy convencido de que Slow TV tiene un futuro ahí", escribió por ejemplo este periodista del diario británico The Guardian.

Aquí puedes ver un fragmento del viaje en tren que te contábamos al principio:
 
¿Te gustaría ver un programa de Slow TV? ¿Crees que este formato funcionaría en Chile?