Todos jugamos algunas vez con Legos, sabemos lo entretenidos que pueden ser y también sabemos el valor que tienen en el desarrollo cognitivo de los niños. Es uno de los juguetes más universales, que permiten entretenerse por horas. No por nada, el nombre de la marca viene del danés "leg godt", que significa "juega bien".
Elina Furman veía que su hijo estaba hasta el cuello de juguetes que le regalaban año a año, al punto de sentir que se estaba "convirtiendo en un pequeño monstruo". ¿Cómo volver a lo elemental del juego? Buscando simplificar las cosas y estimular su creatividad, le compró Legos, para que se alejara un poco de tanta cantidad de juguetes y de la televisión, y funcionó. Pero había un sólo problema: eran demasiado caros.
Por eso se le ocurrió Pley, una comunidad de arriendo de Lego, que funciona intercambiando sets de piezas constantemente. ¿Cómo funciona? Primero hay que registrarse y crear una "Pleylist" con los sets de Lego que más le interesan a los niños. Luego sólo queda esperar que lleguen, jugar el tiempo que se quiera y devolverlos para recibir un set diferente de piezas.
Los precios de suscripción mensual al servicio varían entre 15, 25, y 39 dólares, dependiendo del tamaño del set de Lego y aseguran que esto significa un ahorro de cientos de dólares al año. En vez de comprarles más y más sets de Lego a los niños para su cumpleaños u otras ocasiones, con este sistema pueden recibir constantemente nuevos Legos sin acumularlos. Además, como a los niños les gusta el cambio, para ellos es mucho más entretenido recibir nuevas piezas de Lego y descubrirlos. Todos los planes ofrecen a sus miembros arrendar varias veces al mes, pero siempre un juego a la vez. Funciona en todo Estados Unidos y el envío es gratuito.
Imagen: Cortesía Pley
El objetivo de Pley es cambiar el paradigma de tiempo de juego, ya que tienen como objetivo cambiar la forma en que las familias consumen productos y pasan tiempo juntas. "Aprovechando consumo colaborativo, nuestro objetivo es criar una generación más creativa y hábil", explican.
No es fácil para un niño devolver un regalo. Renunciar a la caja de Lego con la que han jugado por un tiempo exige un esfuerzo y para educar el valor de compartir, Furman propone animar a los niños a escribir una nota en la caja para el siguiente usuario que los reciba y así el proceso de separación será más fácil. Eso hace además que se sientan parte de una comunidad.
Para incentivar a los niños con el cuidado, lanzaron Pley Detective, donde los niños reportan el estado de los juegos que arriendan, avisan si están completos o cuántas piezas le faltan y pueden ganar premios. Además Furman cuenta que como a los fans de Lego les gusta compartir sus creaciones, crearon una galería de fotos, donde los usuarios pueden subirlas para mostrar lo que han logrado con su set de piezas.
A fin de cuentas, se trata de una democratización del Lego y los juguetes caros, explica Elina, "para que todos los niños puedan obtener el beneficio de estos juguetes basados en STEM (Ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), que los mantienen lejos de las pantallas y potencian su imaginación y creatividad".
Para los padres más preocupados de la higiene, todos las piezas de Lego, una vez que son devueltas, son lavadas y sanitizadas. Para aquellos niños más dispersos, Pley calcula que se pueden perder hasta 15 piezas por juego sin tener que pagar nada extra.