Ya tiraste la cadena, demasiado tarde para aprovecharlo. Siempre hemos visto el pipí como un desecho (y con bastante desprecio), pero está lejos de ser inútil. Más allá de su efectividad para eliminar la picadura de una medusa o de ser la única posibilidad para salvarse de la deshidratación en un desierto, este líquido ha sido muy utilizado en la historia y actualmente se han descubierto usos totalmente insospechados.
Reunimos los mejores usos, incluyendo los extraños, para que la próxima vez reconsideres deshacerte de un líquido tan poderoso.
Hay que reconocerlo, aunque nos parezca desagradable: la orina ha formado parte importante en el progreso de la humanidad. Partiendo porque uno de los imperios más poderosos le asignaba un rol bastante prioritario en la rutina. ¿Habrán llegado a ser los romanos tan poderosos por su ingenio para aprovechar las cosas? En cuanto al pipí, es impresionante.
A tal punto alcanzó su uso, que el emperador Vespasiano gravó con un impuesto la venta de la orina de los urinarios públicos de Roma. La orina recolectada se vendía como ingrediente para varios procesos químicos, era utilizado en el curtido y en lavanderías de ropa. Plinio el Viejo, famoso científico romano, también recomendaba el pipí 'fresco' para tratar "llagas, quemaduras, afecciones del ano, grietas y picaduras de alacrán" y mezclado con ceniza se convertía en el Hipoglós de la época, la solución perfecta para las coceduras causadas por el pañal en los bebés. ¿Para qué otras cosas era utilizado el pipí?
Limpiador de excelencia: Al contrario de lo que podríamos pensar, el pipí ayuda a limpiar. Su ingrediente colaborador lo hemos escuchado en otros casos: el amoníaco, que tiene varias utilidades y una de ellas como limpiador, ya que neutraliza la suciedad y la grasa. La orina contiene urea y cuando se almacena por largos períodos de tiempo, se descompone en amoníaco. Por eso, aunque conocían perfectamente el jabón, los europeos prefirieron ahorrarse unos pesos por mucho tiempo y utilizar sus desechos corporales para quitar esas manchas difíciles de las telas.
Necesario para explotar: Cuando aún no se descubría la utilidad del salitre (nitrato de potasio) para la pólvora y de que se creara a gran escala de forma sintética, los fabricantes de este explosivo usaban el nitrógeno que se encuentra naturalmente en la orina como el ingrediente clave para darle el poder de generar fuego.
Suavizador especial de cuero: Antes de poder crear productos químicos en un laboratorio, la orina era perfecta para esto. El amoníaco, que con su alto PH descompone la materia orgánica, hacía de ingrediente protagonista para ablandar pieles de animales.
Blanqueamiento dental: ¿Pasta dental whitening? ¿Enjuague bucal especial? Antes de toda esa sofisticación, el pipí solucionaba esos problemas. Es cierto, parece raro enjuagarse la boca con un desecho corporal y el aliento probablemente no se parezca a la menta, pero por su composición ayuda a quitar las manchas en los dientes y usarlo parecía normal en la antigüedad. ¿El ingrediente activo? Nuevamente el amoníaco.
Larga vida a la guerra: Suena extraño, pero el pipí también puso de su parte para sostener una guerra. Las primeras ametralladoras que se usaron en la I Guerra Mundial debían mantenerse refrigeradas con agua para funcionar correctamente. Pero cuando ésta escaseaba… problema resuelto.
Piel perfecta: ¡Compra lo último en crema facial, a base de pipí! No literal, pero sí muy similar: la urea que contiene el pipí impide la pérdida de agua a través de la piel, manteniéndola hidratada y suave. Es un producto común en la cosmética y que se usa en el tratamiento de enfermedades de la piel como la dermatitis, psoriasis, eccema, entre otras. Es por eso que la orina beneficia mucho a la piel al ser aplicada en ella, mal que mal, antes de poder extraer urea en un laboratorio, era la única (y más económica) opción.
El uso del pipí en el área de la salud es algo que se ha desarrollado con la Orinoterapia, donde se han probado muchos otros beneficios como el fortalecimiento del sistema inmunológico o el aumento de la concentración.
Esto sí que es nuevo y extraño... y atractivo. Los últimos descubrimientos ha descubierto usos del pipí bastante más sofisticados, que tal vez lleguen a devolverle el valor que tuvo en la antigua Roma.
Combustible para autos: ¿Se imaginan que en vez de ir a la bomba de bencina, sólo tuviéramos que tomar un par de vasos de agua extra para llenar nuestro auto? El amoníaco y la urea presentes en el pipí pueden ser una fuente de hidrógeno y convertirse en combustible. Gerardine Botte, profesora de ingeniería química y biomolecular en la Universidad de Ohio, desarrolló una tecnología, según explica The Guardian, donde basta con colocar un electrodo en las aguas residuales, aplicar una suave corriente, y ya: nace gas de hidrógeno que se puede usar como combustible.
Cargador de celular: Llamada urgente, celular sin batería… Si se te quedó el cargador, puede que tus ganas de ir al baño solucionen el problema. Unos científicos del Bristol Robotics Laboratory crearon el primer sistema que usa como combustible las células microbianas que se alimentan de la orina. Éstas, al descomponerla producen electricidad y como están siempre hambrientas, el proceso funciona bajo cualquier condición. Aunque la corriente es relativamente baja, esto les permitió cargar directamente la batería de un celular.
Medicina de última generación: Con células madre extraídas del pipí, unos científicos en China pudieron producir neuronas, lo que ayudaría a personas con enfermedades neurodegenerativas y estas mismas células también pueden ayudar al crecimiento de los dientes. Con respecto a los remedios, se ha estudiado el poder que tienen los medicamentos derivados de la orina para ayudar a tratar la infertilidad y también es conocido su uso para combatir los síntomas de la menopausia.
¿Qué tal? ¡Y tú tirándolo al WC!