Imagen: Gojko Franulic

¿Quieres ser más inteligente, mejor para los números y tener oído musical? Aprende chino

Algunos bromean con palabras como “cholguán”, “chichón” y “chin-champú”, pero ¿qué tan difícil o fácil es realmente aprender chino? Conoce un poco más sobre este fascinante lenguaje y las curiosidades –y ventajas– que ofrece.

Por Bruno Carrillo | 2014-05-05 | 10:27
Tags | idioma, chino, aprender, beneficios, memoria
"La eficiente manera de contar le permite a quienes hablan chino almacenar más números en su memoria"

Es el idioma más hablado del mundo, aunque por volumen de habitantes más que por difusión. Para algunos suena como si estuvieran entonando una radio; para otros, simplemente como… chino. Pues “chino” es el eufemismo usado cada vez que no se entiende algo, sea esto física cuántica o sueco. 

¿Viste alguna vez la típica caricatura donde el personaje emite un par de sonidos en otra lengua, y le ponen tres líneas completas de subtítulos? Eso sería el chino. Algunos argumentan que es de los idiomas más eficientes del mundo, por la cantidad de significado que se puede comprimir en unos pocos caracteres. ¿Te imaginas un poema entero que usa una sola sílaba, repetida una y otra vez? Lo encontrarás más abajo, al igual que sus ventajas numéricas y musicales. 

Aclarando un concepto a menudo confuso

En primer lugar, en estricto rigor el “chino” a secas no es un idioma, sino una palabra genérica para referirse a siete idiomas o dialectos principales que comparten una base escrita en común: mandarín, cantonés, hakka, wu, min, xiang, y gan. 

El mandarín, claro, es la lengua oficial de China y Taiwán, y una de las cuatro lenguas oficiales de Singapur. Sin embargo, en muchas regiones de China aún se hablan los dialectos mencionados arriba, y son a menudo tan ininteligibles entre sí como lo sería el alemán para un hispanoparlante. 

Afortunadamente, como todos escriben ya sea en chino simplificado o tradicional (los dos sistemas de escritura aceptados), pueden entenderse de forma escrita. Como si uno quisiera comunicarse con una persona de Rusia usando dibujos: ambos van a entender el dibujo de una nube con gotas cayendo debajo, aunque lo lean en sus respectivos idiomas (es un ejemplo simplista, pero es para ilustrar el concepto). 

Por lo que alguien habla chino mandarín y escribe en chino simplificado, o habla en chino cantonés y escribe en chino tradicional, por dar dos ejemplos. En Taiwán, se habla chino mandarín y se escribe en chino tradicional. 

Entrega superpoderes para las matemáticas

O eso es lo que muchos occidentales “reclaman” al ver la percibida superioridad de los asiáticos en el área de los números. Lo que está comprobado es que la eficiente manera de contar le permite a quienes hablan chino almacenar más números en su memoria y con mayor facilidad. Esto se debe a que los números del uno al diez ¡tienen tan solo una sílaba! 

De acuerdo al neurólogo y matemático francés Stanislas Dehaene, si a un grupo de angloparlantes le muestras siete números al azar por un momento, alrededor de un 50% de ellos podrán recordarlos. En el caso de alguien que habla chino, no son siete, sino nueve números que lograría recordar con el mismo éxito. Y ¡ojo! Que no solo los asiáticos tienen esta ventaja, sino que un occidental hablando chino también la tendría (dado un mismo o similar nivel de comprensión). 

Intenta contar del uno al diez en castellano (o chileno), lo más rápido posible. Una persona en chino se demoraría casi la mitad del tiempo, ¡y probablemente pronunciando más claramente los números!

Es tonal, como si fuera música

Escucha el siguiente poema. Y sí, es un poema. 

Aquí está una traducción aproximada al español: 

En una guarida de piedra vivía el poeta Shi, a quien le encantaba comer leones, y juró que se comería diez.

Solía ir al mercado a buscar los leones.

Un día, a las diez en punto, diez leones llegaron al mercado.

En aquel momento, Shi también acababa de llegar al mercado.

Viendo esos diez leones, utilizó diez flechas para darles muerte.

Shi recogió los cadáveres de los diez leones y los llevó a su guarida de piedra.

La guarida de piedra estaba húmeda. Pidió a un sirviente que la limpiara.

Al estar limpia la guarida de piedra, Shi comenzó a intentar comerse esos diez leones.

En ese momento, se dio cuenta de que esos diez cadáveres de leones eran, en realidad, diez leones de piedra. Intenta explicar esto.

Si tienes un oído avezado, habrás percibido que la persona en el video entonaba la misma sílaba de manera distinta. Esta es la clave de los idiomas tonales. En el caso del chino mandarín, son cuatro tonos distintos, como puedes observar en el video de abajo. 

Este aspecto del idioma, junto con memorizar ideogramas (que se hizo fácil gracias a este invento), son los grandes desafíos para alguien de nuestra cultura que quiera aprender chino. Muchas veces nos da vergüenza entonar bien otros idiomas y, mientras que en el inglés, portugués o incluso alemán uno se puede salir con la suya, no hay escapatoria con el chino. O pronuncias bien o simplemente no te van a entender. 

Si creías que los cuatro tonos del mandarín suenan como un entretenido desafío, el chino cantonés, hablado en Hong Kong, ¡tiene nueve tonos! Al intentar decir “soy” podrías estar diciendo “zapato”, “cangrejo”, “ubicado” o incluso “vagina”. De ahí que las canciones (tanto en mandarín como cantonés) puedan llegar a ser verdaderas obras de arte, pues deben arreglárselas para hacer calzar los tonos correctos con la melodía.


Ventajas neurológicas


Aprender otro idioma da múltiples beneficios de por sí, pero los idiomas tonales tienen un beneficio extra: oído musical. En un estudio presentado en la publicación académica PLOS one, medio controlado por una ONG que busca hacer de la literatura científica y médica un recurso accesible públicamente, se estableció evidencia contundente de que personas que hablan idiomas tonales tienen una ventaja tanto musical como cognitiva (mejor memoria, e inteligencia más fluida) por sobre las personas que no lo hacen.

Gavin M. Biedelman es el director del Laboratorio de Neurociencia Auditoria Cognitiva de la universidad de Memphis, Estados Unidos, y coautor del estudio publicado por PLOS one junto a científicos del Instituto de Investigación Rotman, en Canadá. Según Biedelman, las ventajas que da el aprender un lenguaje tonal (chino cantonés, en el caso del estudio) beneficiaría tanto a personas que lo aprenden de pequeños como a aquellos que la aprenden más tarde en la vida. Al punto que el académico norteamericano sugirió utilizar el aprender idiomas tonales como terapia para ayudar a la recuperación de lesiones cerebrales. 

Pan pan vino vino, ¿puedo realmente aprender chino?

Sí, pero dependiendo de tu oído, puede ser un buen desafío y tomar más o menos tiempo. Si bien la ciencia ha demostrado que cualquier persona en sus facultades mentales puede aprender otros idiomas con tanta o más facilidad que un niño, en el caso particular del chino hay que poner especial énfasis en cuanto a la entonación y a la distinción de los tonos, pues no es algo a lo que estamos culturalmente acostumbrados. 

Dicho esto, los beneficios cognitivos, musicales y culturales que da el aprender una lengua radicalmente distinta (y tonal, más encima) son enormes, y puedes leer sobre otros más acá.  El mismo enlace puede darte información en caso de que busques un enfoque distinto –y entretenido- a aprender un idioma nuevo.

¿Te atreverías a aprender chino?