La ciudad de Krumbach en Austria es un pequeño poblado con montañosos paisajes. Tiene sólo mil habitantes. Sin embargo este lugar sorprendió al mundo del diseño estrenando este mes siete paraderos de buses diseñados por renombrados arquitectos mundiales y con la ayuda de profesionales locales.
 
Los arquitectos provenientes de Chile, Rusia, China, Noruega, España, Bélgica y Japón fueron invitados a cambio de unas vacaciones en el pueblo. En este lugar se puede encontrar por ejemplo el Schloss Krumbach, un castillo del siglo XI convertido en un hotel que se ha convertido en una popular atracción local, que tiene también un famosos spa y tures a los calabozos.

Los resultados del proyecto llamado BUS: STOP fueron variados. Este fue el paradero que el japonés Sou Fujimoto creó para el pueblo. "Todos pueden escalar el paradero-torre para disfrutar de una vista panorámica de Krumbach. Un bosque transparente de columnas puede crear un paisaje interesante en un lugar rodeado de naturaleza", aseguró el arquitecto.

El chileno Smiljan Radic, construyó este paradero rodeado de vidrio. "Los espacios exteriores urbanos parecen ser la extensión de los espacios pequeños interiores. Este paradero busca expresar esta domesticidad", aseguró el chileno a The Atlantic.

El estudio de España quiso explorar la apropiación de una técnica local que utiliza para apilar tablones de madera.

Este fue el proyecto del estudio Architekten de Vylder Vinck Taillieu de Bélgica.

Y el de RintalaEggertsson Architects, de Noruega.

El diseño de Alexander Brodsky, de Rusia.

Por último, el Amateur Architecture Studio de China.