Olvidémonos que somos rivales

La rivalidad entre los Red Sox de Boston y los Yankees de Nueva York, ambos equipos norteamericanos de beisbol, es legendaria. Data de hace más de 100 años y es considerada una de las más feroces de los deportes estadounidenses. Es un tema usual entre los habitantes de ambas ciudades y también motivo de muchas peleas y roces.

Por lo mismo, las personas que pasaron ayer frente al estadio de los Yankees en Nueva York se sorprendieron al ver que había un enorme emblema con la frase "United We Stand" (Algo así como, "juntos resistimos"), con los dos logos de los equipos archi enemigos. 

Esa fue la forma en que los Yankees dieron su apoyo, luego de los atentados en la maratón de Boston, que terminaron con la vida de tres personas, entre ellas un niño y que hirieron a muchas más.

Y el apoyo no terminó ahí. El martes por la noche, los Yankees tocaron durante un entretiempo la canción "Sweet Caroline", de Neil Diamond, emblema de Fenway Park, el estadio en Boston de los Red Sox y que es tocada tan habitualmente en ese lugar como el himno de Estados Unidos. 

El mismo cantautor tuiteó más tarde: "Gracias NY Yankees por tocar 'Sweet Caroline'  para la gente de Boston. Marcaron un jonrón en mi corazón. Con respeto, Neil".

Incluso el cese momentáneo de la rivalidad fue retratada por distintos dibujantes, como el de la revista New Yorker, que tomó esa perspectiva para ilustrar el tema. 

Usa mi celular

Emily Locher tiene 37 años y estaba corriendo la maratón de Boston este lunes. Como ella misma le explicó a la revista norteamericana New Yorker, mientras trotaba, fue detenida por un grupo de corredores que se amontonaban en la pista. No podían seguir avanzando y nadie sabía qué pasaba. Luego sucedió algo que ella consideró como "lo más hermoso". 

Las personas que pasaban junto a la pista comenzaron a acercarse a todos los corredores y a pasarles sus celulares. "Tómalo, llama a quien quieras", decían. "Avísale a tu familia que estás bien y luego dáselo a otras persona". 

Locher, sin saber bien qué había sucedido aún, le mandó un mensaje diciéndole a su marido que estaba "Ok" y pidiéndole que alertara al resto de sus familiares. En Septiembre 11 de 2001, ella vivía a una cuadra y media del World Trade Center y su mente recordó el momento enorme de alivio cuando recibió la llamada de su marido luego de los incidentes. Un pequeño detalle de un desconocido que logró aliviar a su familia.

Los donantes de sangre

La cadena NBC constató algo asombroso luego de las explosiones a través de su twitter. Por iniciativa propia muchos de los corredores que se encontraban ilesos luego del suceso siguieron corriendo hasta el Hospital General para donar sangre a todas aquellas personas que la necesitaran. A las 17:00 el hospital a través de su twitter  constató: "Gracias a la generosidad de los donadores de sangre voluntarios hay actualmente suficiente sangre para la demanda #Boston". 

Casa abierta

"David Rahn vive en Brighton, y tiene una pieza para una persona, más ropa extra, wifi, una ducha y otras amenidades para usar. Tyler Fenton vive en el barrio Boston Mission Hill y puede alojar a cinco personas en su cama extra, sillón y suelo", se leía en un Google Docs titulado "Tengo un lugar para ofrecer", que fue creado a través de la página web www.boston.com, donde cientos de ciudadanos abrieron y ofrecieron sus casas para todas aquellas personas que debido a las trágicas circunstancias, tenían que pasar la noche en Boston. La lista contenía, los emails y números de teléfono de distintos residentes, los cuales también ofrecían "comprar pizza" o "llevarlos en mi auto donde necesiten".

También los restaurantes y cafés locales mostraron una enorme generosidad, ofreciendo comida gratis y ayuda a los afectados. Algunos de ellos, como la taquería El Pelon, postearon mensajes en twitter como: "@ElPelonTaqueria ofrecemos Wifi abierto, lugar para cargar los celulares y bebidas heladas, o simplemente si no quieres estar solo."

Estos son algunos casos de otros cientos mostrados en los medios norteamericanos. Como queda demostrado, por cada acto vil que acapara los titulares de los medios, existen miles de pequeñas muestras anónimas de nobleza, cariño, generosidad y solidaridad. Importante no olvidarlo cuando nos vemos expuestos a este tipo de circunstancias.