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Las razones del conflicto sin fin en Irak

Desde su origen tras la Primera Guerra Mundial, los iraquíes han estado divididos entre sunitas, chitas y kurdos. Estas diferencias étnico-religiosas están siendo aprovechadas por los jihadistas para intentar tomarse el país.

Por María Paz Salas @mpazsalasm | 2014-06-17 | 14:44
Tags | islam, irak, sunitas, chiitas, sadam hussein, golfo, guerra, conflicto, isis, musulmanes, siria
Hemos visto durante los últimos días como el grupo jihadista Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), también abreviado EIIL en la prensa, ha tomado control de una gran área en el norte de Irak y también en el nordeste de Siria. Este grupo tiene entre 3.000 y 5.000 combatientes y surgió como una organización ligada a Al Qaeda. Recordemos que se le llama jihad a las ramas más radicales y violentas dentro del Islam político.

Su principal objetivo es crear un emirato islámico en estos dos países y por lo mismo, provocó el enfrentamiento entre el gobierno iraquí y la comunidad árabe sunita minoritaria, que se queja de que el Primer Ministro de ese país, Nuri Al Maliki, está monopolizando el poder. Esos son los hechos actuales, pero para entender las razones de estos enfrentamientos, hay que remontarse al pasado.

Todo comienza luego de la Primera Guerra Mundial

Lo que no todos saben es que la base de todos los conflictos en Irak comienzan luego de la Primera Guerra Mundial, en donde británicos y franceses (los ganadores del conflicto) se repartieron Medio Oriente, creando nuevas fronteras y países. Irak era controlado por el Imperio Turco Otomano (aliado de la gran perdedora, Alemania) y Reino Unido reemplaza ese liderazgo por una monarquía hachemita, un linaje araba que reina actualmente en Jordania.

"Esto dio origen al mapa actual del Medio Oriente que respondía más a los intereses coloniales y hegemónicos de las potencias, que a las verdaderas identidades culturales y religiosas de los pueblos que desde hace milenios viven en la región", asegura este análisis de Sergio Rodríguez Gelfenstein para entender el Medio Oriente.
 
Faisal I, proveniente del linaje árabe hachemita, que en la actualidad sigue reinante en la vecina Jordania, se convirtió en monarca iraquí entre 1921 y 1933, un país con población sunita, chiita y kurda. Durante las décadas siguientes, los hachemitas mantuvieron el poder, siempre bajo la tutela británica y en un ambiente propenso a las revueltas.

¡Espera! ¿Qué es un sunita, chiita o kurdo? Las corrientes musulmanas

Esencialmente, las corrientes chiita y sunita comparten las mismas prácticas religiosas, rinden culto al mismo Dios y siguen las enseñanzas del Corán. Pero según el analista político Marcos Peckel, consultado por el diario El País, existe entre estas dos corrientes unas diferencias irreconciliables que durante siglos han perpetuado el odio y la división.

La principal diferencia desde sus orígenes es que para los chiitas, el líder espiritual debía ser un descendiente directo del profeta Mahoma, mientras que para los sunitas, este podía ser un hombre "estudioso, justo y bueno" pero no necesariamente tenía que provenir del linaje de Mahoma.

Los kurdos por otra parte, son un pueblo indoeuropeo que habita en la región montañosa de Kurdistán, al suroeste de Asia, repartidos principalmente entre Siria, Irak, Turquía e Irán. Los kurdos son en su mayoría musulmanes suníes, pero una importante minoría sigue su religión tradicional, el yazidismo.


Fuente: ECHO /  Reliefweb

Pero actualmente, asegura el especialista, un gran problema tiene que ver con las relaciones entre gobierno y religión en el mundo musulmán.  Como las fronteras de Irak fueron creadas de manera artificial, se le impuso a estas distintas ramas, la obligación de convivir juntos.

“Musulmanes chiitas, sunitas y los mismos kurdos, fueron forzados a cohabitar un territorio común y a formar parte de una nación de la que no se sentían partícipes. Por eso  la única manera de mantener un país bajo control y un Gobierno central coherente, era implementando un régimen déspota, cosa que Saddam Hussein entendió a la perfección”, explica Peckel, a El País.

En Irak, la religión predominante es el Islam, con un 97%. Dentro de ellos, entre un 32 y 37% corresponde a los sunitas y entre un 60 y 65% a los chiitas. Esto provocará diferentes roces políticos, golpes de Estado y divisiones no sólo dentro del país sino que también en los otros países árabes.

Hussein y la invasión norteamericana

En 1958 un Golpe de Estado terminó con la monarquía hachemita, tras el cual se sucedieron nuevos golpes el '63, '66 y '68, cuando finalmente el poder quedó en manos del nacionalista partido Baas. 

Cuando Sadam Hussein asumió como Presidente del país en 1979, de la mano de este último partido, se convirtió en el amo absoluto del país. Hussein, quien era de la minoría sunita, reprimió a sus opositores de la mayoría chiita y gobernó con mano de hierro. Según algunos expertos, los iraquíes se dividieron aún más en este período. Un oscuro episodio fue cuando Hussein asesinó a más de 5.000 civiles kurdos en 1988, durante un ataque químico llevado a cabo en la localidad iraquí de Halabja.

En este período también, Irak se lleva todas las miradas del mundo al invadir Irán, guerra que no tiene resultados muy concretos. Luego también ocurre la segunda Guerra del Golfo entre Irak y una coalición de países occidentales lideradas por Estados Unidos en respuesta a la invasión iraquí de Kuwait.
 
Luego, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001
, Estados Unidos decide invadir Afganistán y, en 2003, hace lo mismo con Irak, acusando al país de tener arsenal químico y poseer vínculos con el grupo terrorista Al Qaeda, imputaciones que jamás lograron ser probadas. La llamada tercera Guerra del Golfo Pérsico fue la guerra en que la misma coalición de países derroca a Saddam Hussein.

Según el corresponsal de la BBC, Jonathan Marcus, el Estado baasista fue destruido y el problema fue que las nuevas fuerzas iraquíes formadas y entrenadas por Estados Unidos no han sido capaces de mantener el orden, lo que quedó en evidencia esta semana tras la arremetida de los jihadistas en el norte del país. Esto, a pesar de que el Ejército tiene consigo a 930 mil hombres. Otros corresponsales de guerra, como Patrick Cockburn de The Independent, aseguran que la violencia nunca se detuvo desde 2003 y que los grupos sunitas ven con desconfianza al gobierno de Bagdad, que ha influido de cierta manera, en la radicalización de los jóvenes iraquíes.

La arremetida Jihadista

Debido a toda esta polarización de la que hablábamos anteriormente, algunas organizaciones jihadistas como el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) han logrado tomar fuerza.  

Como dijimos anteriormente, el ISIS es el brazo de Al Qaeda en Irak y nació con el objetivo de combatir la ocupación de Estados Unidos y busca reestablecer un Estado islámico, también llamado califato.

Según la agencia DPA: “El Isis logró asegurarse una franja de territorio que va desde Siria hasta el centro de Irak. La principal preocupación es que el primer ministro Nuri al Maliki haya marginado a varios segmentos de su país, en particular grupos sunitas, lo que le dio al Isis un terreno fértil para actuar”.
Algunos analistas culpan a ciertos errores cometidos por el gobierno norteamericano, también el iraquí y potencias regionales como Turquía y algunos países árabes.

Tras la ocupación, sus ataques se han centrado en la comunidad chiita y también extendieron sus operaciones a Siria, para acabar con el régimen de Bashar Al Assad, proveniente en ese país de una minoría chiita.

Lo que piden los suníes

Las protestas comenzaron en diciembre de 2012 contra el primer ministro Nuri Al Maliki, como respuesta al intento de las autoridades de procesar a uno de los líderes de la comunidad suní, el ex ministro de Economía Rafi Al Issawi, por la acusación de colaborar con grupos terroristas.

Las principales consignas en las protestas son: libertad para los presos políticos, igualdad en el acceso a cargos públicos y justicia.Tres demandas de una minoría que estuvo acostumbrada a gobernar el país hasta que la invasión de Estados Unidos acabó con Sadam Hussein y la hegemonía suní.

¿Irak, un Estado dividido?

Los conflictos han abierto la discusión frente a la posibilidad de que Irak sea dividido en tres regiones o naciones: la sección chiita (con Bagdad, gran parte del sur y el este fronterizo con Irán), un área sunita (oeste del país, parte del norte) y una zona kurda (también en el norte).

Después de todo, retornar a una división territorial similar a la existía antes de que Occidente dividiera arbitrariamente el Medio Oriente podría ser la única forma de devolver la paz a esas tierras.

¿Qué otros datos puedes aportar para entender el conflicto?