Lujos que en Chile tenemos y los desarrollados no... ¡Primermundistas, aprendan!

Es cierto que nos falta mucho en comparación con los países desarrollados, pero ¡vade retro amantes del primer mundo! En Chile tenemos algunos lujos que países mucho más avanzados aún no disfrutan

Por Bruno Carrillo | 2013-04-17 | 19:35
Tags | mundo, viajes, Chile
"Qué mayor recompensa para un niño que una cucharada entera de manjar"

No, no se trata de decir que somos mejores que el resto. Pero viajando por el mundo uno se va dando cuenta que hay pequeños placeres y objetos que dábamos por sentados, pero que el primer mundo desconoce. Aquí unos cuantos: 

La marraqueta, ohlàlà!

Como don Can, el editor de este diario me dijo alguna vez, "¡Oh, dulce y sensual marraqueta!". ¿Quién habría imaginado que un simple pedazo de pan podría almacenar tan buenos recuerdos y un sabor tan distintivo? Con su corteza crujiente, su dosis precisa de miga esponjosa, su diseño fácil de partir con los dedos, mmmm...Y sin embargo, en buena parte de los países desarrollados, se conforman con el escuálido y poco sustancioso pan de molde, si se le puede llamar pan.

Cierto, hay otros panes que podrían acercársele un poco (hay panes de masa fermentada en Francia y Alemania que traen algunas reminiscencias, al igual que distintas versiones de la marraqueta en otros países latinoamericanos), pero la particular forma y sabor de esta parte del legado cultural chileno pareciera no tener par.

Imagina una marraqueta humeante recién salida del horno en un frío día de invierno, casi quemándote las manos cuando le sacas las migas para ponerle algo de relleno o para pasarle al plato de la sopa. Marraqueta con mantequilla, palta, pebre, manjar, mermelada, chorizo y lo que sea que quieras poner entre esas crujientes paredes de felicidad extrema. 

Respecto del origen, yo había escuchado varias veces la teoría de que venía de un tal conde de apellido Marraquet, que mientras vivía en Chile intentó mandar a hacer pan como Francia y de resultado salió la marraqueta. Otras teorías hablan de los hermanos Marraquette en Valparaíso, o de un panadero de apellido Marraquet que tenía la panadería en la Plaza de Armas de Santiago. 

El que llama, paga

¿Te acuerdas de esa campaña de telefonía celular a fines de los noventa? Ahora es visto como algo natural: obvio que el que llama tiene que pagar. Sin embargo, todavía quedan países desarrollados en los que no es así: Estados Unidos, Canadá, Singapur y Hong Kong cobran a ambas partes por la llamada. Debe de ser indignante cuando apenas te quedan minutos a fin de mes y te llaman equivocado... o esa tía que no se calla nunca. 

Viajar por la red sin límites

A muchos nacidos en la era de la información les cuesta imaginar una vida sin internet, o con internet limitado. ¿Qué harías si tuvieras que cuidar los megas descargados como los minutos del celular? Esto es lo que ocurre en  Nueva Zelanda, donde el internet es lento, caro y limitado. Si te llegas a pasar de tus escasos megas asignados, la velocidad del internet es automáticamente rebajada a nivel de acceso telefónico y olvídate de la cuenta que te llega después. A esas alturas, probablemente sería menos desesperante sentarte a ver cómo crece el pasto. 

Y no sólo internet es prehistórico en ese país. La telefonía es tan cara que la gente recurre casi exclusivamente al texting, incluso en empresas.

Manjar: Endulzándote la vida

Ah, el manjar. Qué mayor recompensa para un niño que una cucharada entera de manjar. Es tan fácil de hacer que es difícil dar con el lugar y fecha de origen, pero está profundamente entrelazado en nuestro diario vivir. Leche con manjar, helado de manjar, pastelitos con manjar, manjarate, calugas, manjar casero, cuchuflíes con manjar, barritas de manjar y la lista sigue y sigue. 

Si bien nuestros vecinos continentales tienen dulces de leche (o doce de leite en Brasil) bastante deliciosos, el sabor es levemente distinto, y es un bien prácticamente inexistente en países desarrollados. Es probablemente de las cosas que más echan de menos los chilenos en el extranjero, y no siempre se puede encontrar un tarro de leche condensada para tirarlo a la olla con agua hirviendo. 

En varias naciones del primer mundo existe el caramelo, pero no el manjar tal cual. Curiosamente, a la gran mayoría de los extranjeros les encanta, aunque en algunos países asiáticos el sabor es a menudo considerado demasiado dulce. 

Felicidad burbujeante

Esto es un gusto personal, pero viajando me di cuenta de que no era tan fácil encontrar agua mineral con gas embotellada. En Latinoamérica se conoce como agua mineral, agua con gas, agua carbonatada o simplemente soda, y si bien en Europa hay marcas como Perrier y San Pellegrino, no son precisamente baratas. En Asia y Oceanía prácticamente hay solo marcas importadas (por lo que si eres un amante del agua soda y quieres viajar para allá, estate preparado). 

Naturaleza exuberante

Torres del Paine, Isla de Pascua, San Pedro de Atacama, la Antártica chilena, los viñedos de la zona central, el valle del Limarí, el valle del Elqui; la carretera austral, los bosques valdivianos, los fiordos del sur; Bahía Inglesa, Punta de Choros, el Pan de Azúcar y la Portada de Antofagasta. La lista sigue y siguecon lugares que te dejan sin aliento de lo espectaculares y, con la excepción de la Antártica, son muy accesibles ya sea por auto, bus, barco o por avión. 

Cierto, todos los países tienen sus bellezas, pero pocos tienen la cantidad y variedad que ofrece nuestro territorio.

¿Se te ocurren otras cosas que sean mejores en Chile que en países desarrollados?