Turismo en "zona cero", de tragedia a atractivo turístico

Las crecientes tensiones políticas entre las dos Coreas han hecho poco por espantar a los turistas que cada día visitan su frontera. Un estilo de turismo que a pesar de ser considerado morboso, viene desarrollándose hace largo tiempo en el mundo.

Por María Paz Salas @mpazsalasm | 2013-04-19 | 18:25
Tags | corea del norte, corea del sur, auschwitz,hiroshima, Chernóbil, turismo,

La tensión en la frontera  entre Corea del Norte y del Sur ha ido creciendo cada día. Y no es lo único. Los buses turísticos que van a la frontera de ambas coreas están llenos, según reporta el diario alemán Der Spiegel, ya que cada día son más personas las que quieren ir a la catalogada "una de las fronteras más peligrosas del mundo".

Según cuenta el semanario alemán, los turistas tienen 10 minutos para caminar y sacar fotos en las barracas en donde, 60 años atrás, se negoció el fin de la guerra de Corea, antes que el guía turístico avise: "Tenemos que irnos, tenemos que irnos".

Los tures desde el sur de esta frontera cuestan alrededor de US$105, unos $50 mil pesos chilenos. Lo curioso es que en momentos de alta tensión entre los dos países,  como ahora, con el excéntrico líder norcoreano, Kim Jong Un amenazando con un ataque nuclear a su vecino y también a Estados Unidos, los tours están rebosantes de clientes. 

Los turistas deben seguir una serie de reglas, que son repetidas por los guías turísticos al menos dos veces en la visita a través de sus micrófonos portátiles: "sin burlas", por ejemplo, o "no se pueden sacar fotos aquí", y por sobre todo: "nadie tiene permitido apuntar su dedo hacia la dirección de Corea del Norte".

Turismo radioactivo

"No hay ningún peligro de radiación, pero por si acaso ¡no vengan con pantalón corto!", es el consejo que recibe un visitante a la Zona de Exclusión de Chernóbil, a 150 kilómetros de Kiev, según el diario español El Mundo.

Son muchas las personas que acuden a visitar el reactor número cuatro, donde se originó la explosión en la central nuclear, causando el peor accidente de ese tipo en la historia. El turista puede permanecer sólo 10 minutos. "Estamos a 200 metros del reactor cuatro y las agujas de los contadores geiger se vuelven locas", aseguraron los guías al diario.


Viaje al horror Nazi

Auschwitz-Birkenau fue uno de los mayores campos de concentración y exterminio nazi, y hasta el día de hoy símbolo del holocausto judío. Se estima que más de 1 millón de personas perdieron su vida ahí y sin embargo es visitado todos los años por turistas de todo el mundo que por distintos motivos quieren recordar este pedazo de historia. 

En 2011, hubo un récord de visitantes, con 1.405.000 personas que recorrieron el campo de concentración ubicado a 43 kilómetros de Cracovia y que lleva 66 años como memorial. El número de personas jóvenes que visitaron el lugar también creció en 2011, siendo más de un millón, comparados con los 150.000 del año anterior. 

Sin duda un gran memorial histórico, pero que puede ponerle los pelos de punta a cualquiera, según quienes que han tenido la oportunidad de ir. 

Desde su entrada con la insignia "El trabajo os hará libre", hasta los distintos objetos que pertenecieron a las personas que pasaron por allí, recuerdan los horrores que se vivieron en ese lugar durante la segunda guerra mundial


Hiroshima

Japón tiene el triste record de ser el único país contra el que se han utilizado armas nucleares y el domo de la bomba atómica, en la ciudad de Hiroshima, es su mayor y más espeluznante recordatorio.

Alrededor de la estructura de hormigón y hierro, una de las pocas que resistió el impacto nuclear, ha florecido una ciudad vibrante -pese al pronóstico de que el lugar sería inhabitable por cientos de años- y sus habitantes han construido alrededor de este monumento un impresionante y conmovedor parque memorial de la paz.

Desde que se entra al inmaculado parque que compone el lugar, el grave repicar de una campana recuerda los cientos de miles de muertos que dejó el lamentablemente suceso histórico y, al recorrer los pasillos de su museo y ver los restos de ropas, cartas, historias y artículos de las víctimas, es inevitable sentir un nudo en la garganta.

En el lugar, grabadas en metal, se encuentran cada una de las cartas que el municipio de Hiroshima ha enviado a los gobiernos del mundo, pidiendo detener sus ensayos nucleares. Sus cartas cubren muros enteros.

Como los ejemplos anteriores, muchos otros países han transformado los episodios más oscuros de su historia, en una oportunidad para aprender del pasado para evitar cometer los mismos errores en el futuro, recordar a las víctimas, entender mejor nuestra historia y de paso, desarrollar su actividad turística. 

¿Visitarías alguno de estos lugares? ¿Has estado en otros lugares donde se haga este tipo de turismo?