Imagen: Gojko Franulic

Cómo Mongolia pasó de ser un desastre en educación a un ejemplo en la región

Este país asiático hoy cuenta con niveles educativos parecidos a los países OCDE, pero a principios de los 90 su situación era totalmente opuesta.

Por María Paz Salas @mpazsalasm | 2014-07-31 | 15:04
Tags | mongolia, asia, educación, unión soviética, índices, colegios, reformas
Mongolia, país ubicado en Asia,  fue un país satélite de la Unión Soviética por más de 50 años. ¿Qué significa esto? Que a pesar de no pertenecer a la potencia soviética, sí era un aliado y recibía, por ejemplo, acceso a educación gratuita para todos los niños, desde su educación primaria, hasta la universidad.

Por lo mismo la desintegración de la URSS resultó ser un gran golpe económico para el país, afectando sobre todo su educación, a principios de los años 90. Los profesores no tenían buenos salarios y la infraestructura de los colegios era bastante pobre. La situación de hoy, sin embargo, es completamente distinta.

Cambio radical

A pesar de este rápido descenso especialmente en esperanza de vida escolar entre los países centrales de Asía, Mongolia respondió activamente, escalando desde el peor puesto a comienzos de los 90, hasta alcanzar al líder en la región, Kazakhstan. Hoy un estudiante promedio pasa casi  tanto tiempo de vida en el colegio como cualquier país OCDE.

Los resultados educativos de hoy son sorprendentes. El país tiene al 98% de sus niñas y al 93% de sus niños con educación secundaria, cifra que cualquier país rico envidiaría. Tomando en cuenta que el 40% de la población es nómade, ofrecer educación en ese país significa un gran desafío.

En el año 1994, un niño que entraba al colegio en Mongolia completaba en promedio 7,7 años de educación. Ese porcentaje casi se dobló para el 2010, con 14,3 años.

También han mejorado las brechas en la educación secundaria entre las áreas urbanas y las rurales. En el 2000, la tasa de inscripción secundaria en áreas rurales era de 75,6% comparado con 88,8% en las zonas urbanas. En 2011, esa disparidad desapareció con 90,2% en zonas rurales y 89,9% en áreas urbanas.

Ahora tres de cada cinco jóvenes mongolianos entran a la universidad, una tasa comparable con países de alto ingreso.

Las tasas de matriculación en universidades para las mujeres superan a la de los hombres casi en un 10% y son mayores que el promedio de los países OCDE, a pesar de que el PIB per cápita de Mongolia es una sexta parte del promedio OCE.
 
Ahora la gran pregunta: ¿cómo logro este país mejor su educación en tan poco tiempo? Este estudio, realizado por el Overseas Development Institute (ODI), uno de los thinks tanks de desarrollo y temas humanitarios más grandes del Reino Unido, analiza algunos factores.

1. Fuerte demanda y alto valor atribuido a la educación post primaria.

En los años recientes ha habido un incremento en el número de profesores de escuelas secundarias, luego de un gran descenso en los años 1990.

Según el resultado de diferentes entrevistas, ser profesor es una de las profesiones más respetadas. En Mongolia los profesores están recibiendo muchas veces salarios más altos que los doctores. En las áreas rurales en particular, ser un profesor es casi la única profesión segura y bien pagada, según este informe. Casi todas las 22 provincias rurales de este país han tenido un incremento en el número de profesores en estos últimos años.

2. Mayor inversión en educación por parte del gobierno de Mongolia.

Mongolia tuvo una rápida recuperación en su economía durante este período, pero también incrementó el gasto en esta área. Según cifras del Banco Mundial, el gasto público en educación ha sido mayor que el promedio de cualquier otro país del Este de Asia en los recientes años. 3,8% en 2008 en la región del Pacífico Oriental y 4,9% en Mongolia entre los años 2005 y 2009. Para hacer una comparación, el gasto en nuestro país en 2013 fue de 4,5%.
 
La mayor disponibilidad de recursos ha permitido a Mongolia hacer inversiones a mayor escala en construcción de escuelas, junto con mayor gasto en transporte y infraestructuras de comunicación.

3. Reforma en las políticas educacionales y llegar hacia quienes están más excluidos.

También y según el informe, se comenzó a pagar matrícula en algunos colegios y también se crearon instituciones privadas, sistema que no sucedía mientras eran parte de la Unión Soviética. Esto ayudó a contener el gasto público, teniendo más recursos para la educación en todos los ámbitos.

También realizaron un gran impulso para rehabilitar la condición de los colegios ya existentes, haciéndolos más seguros, hospitalarios y energéticamente eficientes. Crearon también sistemas de internados para todos los niños que vivían en zonas muy alejadas y también para las familias nómades. Estos tuvieron excelentes resultados en la formación de los estudiantes.

"Lo bueno de los internados es que puedes preguntarle a los profesores que te expliquen lo que sea que no entiendes, a cualquier hora", aseguró uno de los niños entrevistados en el reporte.

4. Apoyo externo a través de socios de desarrollo.

Mongolia se apoyó mucho de la filantropía. Desde el apoyo del Comité de Ayuda al Desarrollo, de la OCDE, hasta múltiples donantes privados, ayudaron a suplir la asistencia que dejó de recibir el país luego del colapso de la Unión Soviética.

Mongolia fue uno de los primeros países de la región en montar proyectos educativos a gran escala con donantes extranjeros. Las donaciones externas, especialmente para la infraestructura de la educación, junto con el asesoramiento político, jugaron un rol clave en la recuperación del sector educativo.

¿Conoces otro país con un desempeño similar? ¿Qué medidas te gustaría aplicar en tu país?