La de Londres era la primera maratón internacional luego de la de Boston, donde hace una semana dos bombas terminaron con la vida de tres personas y dejaron alrededor de 180 personas heridas, lo que hacía temer que los participantes y asistentes optaran por la prudencia y se alejaran del evento.
Sin embargo, 36.000 desafiantes corredores madrugaron ayer en el frío de Londres y se echaron a las calles de Greenwich a trotar, siendo animados por alrededor de 700.000 personas que seguían a los deportistas por las principales calles de la capital inglesa. Muchos de los corredores, lo hicieron representando instituciones de caridad.
Cientos de policías adicionales vigilaron el evento, pero también un número de espectadores récord, según informaron los medios británicos.
Los participantes homenajearon a Boston haciendo un silencio de treinta segundos antes de la salida, y algunos portaron un lazo negro en señal de duelo por las víctimas.
El comentarista del evento, aseguró que "Correr maratones es un deporte global. Une a corredores y seguidores en todos los continentes en busca de un desafío común, en el espíritu de la amistad y el compañerismo".