Marie Curie tiene el privilegio de ser una de las pocas mujeres del mundo de la ciencia y la tecnología que ha recibido el reconocimiento que merece.  Lo que es el resto de las pioneras en estas áreas, ya sea que nacieran en el siglo XIX o la primera mitad del siglo XX, han caído en el olvido.

Como un homenaje, aquí recogemos 9 inventos creados por ellas que, en nuestra psicología machista, no se nos hubiera ocurrido que provenían de mentes femeninas. 

En general, las mujeres son más friolentas que los hombres, por un tema de tener la piel más delgada y menos grasa en el cuerpo. Cuando vio que los alemanes estaban creando automóviles con gasolina y ante el frio que se sentía en los pies durante los trayectos, Margaret A. Wilcox creó el primer calentador de autos en 1893, que llevaba el aire caliente que producía el motor, hasta  los asientos delanteros. 

Siempre se ha considerado que los hombres son los que trabajan la madera. Existe incluso el personaje de leñador catalogado como sex simbol entre las féminas. Sin embargo, la industria le debe harto a Tabitha Babbitt. Ella observó cómo un hombre manejaba una sierra con dos asas, necesitando tirarla hacia atrás y adelante arduamente. Babbitt pensó que era una pérdida de energía y en 1810 creó la sierra circular, usada hasta el día de hoy en la industria de los aserraderos.

Antes de llamarse Monopoly, Elizabeth Magie diseñó el juego denominado "El juego del propietario", como respuesta a los monopolios económicos que estaban surgiendo en 1900, el capitalismo y el uso de impuestos sobre el valor de la tierra. Por esas ironías de la vida, entre la expiración de la patente del juego y el recuperarlo, Parker Brothers se lo adjudicó y a Magie le llegaron US $500. 

Anna Connelly inventó la escalera de incendio en 1887 en Filadelfia. Su estructura de metal permitía que fuera fácil incluirla en los edificios nuevos, pero también sumarla a los ya construidos. Su bajo costo y practicidad logró que se expandiera rápidamente en Estados Unidos.   

Por el 1880 había muchas catástrofes náuticas, que tenían preocupada a la población. Maria Beasley, mirando el mar se iluminó e inventó un transporte modular en el propio barco: la balsa salvavidas. Con este antecedente, la frase "mujeres y niños primero", puede hacer más sentido aún.

La química polaca-estadonidense, Stephanie Kwolek descubrió en 1965 la fibra súper fuerte conocida como Kevlar, cinco veces más resistente que el acero y la cual se utilizó para hacer el chalecos antibalas, entre los otros 200 usos más que tiene. Y por si esto no hubiese sido una noticia lo suficientemente valorada por los soldados, el Kevlar también se ocupó para generar neumáticos más resistentes.  

Digamos las cosas como son, aunque lleve el nombre de un hombre, este invento es de una mujer: Martha Coston enviudó cuando su marido trabajaba en un sistema de señalización para la marina.  Ella siguió las investigaciones y pruebas durante 10 años, dando vida a las bengalas que se utilizan hoy para rescates o medio de comunicación entre militares. Sin embargo, en 1859 se patentó el invento bajo el nombre de su difunto marido.

Se asocia bastante a los hombres con la guerra. Ya sea en tierra firma, aire o mar abierto. Sin embargo, en este último territorio, fue una mujer la que inventó una herramienta de gran ayuda como lo es el periscopio (1945), patentado por Sarah Mather. En un comienzo servía para inspeccionar las profundidades del mar, y saber a qué distancia y posición estaban los objetos que  rodeaban a la embarcación y luego, en 1864, lo perfeccionó, logrando que detectara buques de guerra. 

Científica, computina y militar, así era la madre de los computadores, Grace Murray Hopper, quien al entrar a Harvard, trabajó en la creación del IBM-Harvard Mark 1, el primer computador fabricado a gran escala de Estados Unidos. En 1969 recibió el título de "Hombre del año" en ciencias de la computación. Al parecer, no contaban con la astucia femenina. Hopper fue la primera en crear un software con interfaz de usuario.