El llevar la moneda te hace estar más alerta, más pendiente de la gente a la que se pueda ayudar
Un grupo de jóvenes tuvo una idea para cambiar el mundo. Muchas historias deben partir así, pero la mayoría termina en que nunca pasó de ser una idea. Sin embargo, la de estos seis españoles, logró acuñarse (literalmente). En medio de la crisis financiera que estaba viviendo su país, crearon la "social coin", una moneda que tiene valor solo cuando se la das a alguien a quien ayudas. A su vez, el beneficiado, debe hacer una nueva acción y entregar nuevamente la moneda. Una cadena de favores, que enriquece a las personas en lugar de enriquecer sus billeteras.
La primera vez que los jóvenes salieron a la calle con sus social coin en los bolsillos, en la primera hora ya se habían desprendido de las 15 monedas que habían elaborado como prototipo. Levantar a un ciclista caído, orientar a un turista perdido, cargar con las bolsas de una persona mayor, donde vieran había una buena obra que hacer y por ende, un potencial receptor de su invento. "El llevar la moneda te hace estar más alerta, más pendiente de la gente a la que se pueda ayudar", dicen los creadores.
Los eslabones de la cadena
Cuando la idea ya estaba pulida, los seis altruistas ganaron el programa Jóvenes Chagemakers organizado por Ashoka, que impulsa el emprendimiento social. Ese logro les significó el primer impulso monetario para crear el sitio web y elaborar las monedas. Luego, a través de crowdfunding lograron recaudar 10.000 euros provenientes de 200 donadores distintos, lo que ya catapultó lo que era un proyecto, a un verdadero banco social.
El sistema es el siguiente: Recibes la moneda, que tiene un
código QR acuñado y piensas qué buena obra hacer. La escribes en el sitio
www.thesocialcoing.org (se recomienda ponerse un objetivo claro para que no quede en el aire) y una vez realizada, se la pasas al beneficiado y
puedes seguir el recorrido de la moneda por la web.
Cada social coin está construida de un material biodegradable, resistente al agua y adentro contiene una semilla. Su "vida útil" es de tres meses y, una vez cumplidos, le llega un mensaje de texto a cada persona que tuvo contacto con la moneda, para que se reúnan, planten la semilla y la dejen dar más frutos.
Las empresas pueden comprar social coins por 10 euros. La plata recaudada va destinada a hacer más monedas, que se entregan de forma gratuita a ONGs, hospitales, colegios, etc. para así multiplicar las cadenas.
Los creadores hicieron su negocio en respuesta del alto consumismo que ven, a pesar de la crisis en que están sumergidos, ya que consideran que hacer algo por otro sin esperar nada a cambio es un gran antídoto contra el consumismo.
Hasta la fecha 16.384 monedas con propósitos de ayuda se han registrado en el sitio web. Estas, han ayudado a más de 125 mil personas: 77.945 mujeres y 47.214 hombres para ser exactos. Del total de monedas inscritas, más de 4.500 han sido plantadas para ser transformadas en árboles.
Dos años después de su creación, la idea de cambiar el mundo se vuelve más real. Si bien España sigue siendo el país donde más se intercambia la social coin (70.9%), ya se pueden encontrar en Holanda, Inglaterra, Ecuador, Estados Unidos, incluso Chile, entre otros.
Si quedaste entusiasmado con la idea y no quieres esperar a que te llegue, sino tú partir la cadena,
puedes comprar una en el sitio web. Sino, también puedes proponerle a tu empresa que lo haga y así construir un ambiente altruista dentro de las oficinas y, de pasadita, ayudar a cambiar el mundo.
¿Comprarás una social coin?