En las tiendas de souvenir londinenses es común ver una frase en poleras, tazones, chapitas y otros objetos: Mind the Gap (cuidado con la brecha). La expresión se puede escuchar todos los días en el Underground, el metro de la capital inglesa, ya que una voz pregrabada alerta a los pasajeros de la existencia de un espacio entre el andén y vagón a la hora de entrar o salir de éste. Y es que el metro de esa ciudad, que es el más antiguo del mundo, no sólo se ha convertido en un elemento turístico más, sino que también los famosos buses rojos de dos pisos son parte del atractivo de la urbe europea. Resulta que además de ser llamativo, el sistema de transporte de Londres ha sido por años uno de los mejores del mundo. Moderno y efectivo, es un must a la hora de trasladarse por la ciudad. 

En mayo de 2010 y luego de una extensa consulta, la alcaldía publicó su estrategia para mejorar el transporte en los próximos veinte años. La misión era que el sistema de transporte se destacara entre otras ciudades del mundo, al proveer acceso a oportunidades a distintas personas y empresas, mientras cumplían con los mayores estándares medioambientales y superando los desafíos del transporte urbano de esta época.

¿Qué elementos hacen de esta ciudad un ejemplo en transporte?

Su sistema de metro  es el más antiguo del mundo y traslada a más de 3 millones de pasajeros diariamente, tiene 402 kilómetros de extensión, divididos en 11 líneas que suman 270 estaciones y cubren gran parte de la ciudad y sectores aledaños, lo que lo vuelve el cuarto sistema de metro más largo del mundo. 

Es además un ícono dentro de la cultura inglesa y una atracción para los turistas de todo el mundo. Transport for London (TfL), el organismo de gobierno encargado de la mayoría de los aspectos del sistema de transportes de Londres, ha aprovechado esta popularidad para realizar diferentes campañas de publicidad alentando a los usuarios y turistas a utilizar el metro. Han pagado a artistas conocidos a pintar dentro de las estaciones y algunas paradas del llamado “tube” (tubo) se han convertido en atracción turística para los visitantes.

Durante los Juegos Olímpicos en agosto de 2012, el Metro de Londres rompió su record al transportar 4,4 millones de pasajeros el 3 de Agosto.  Para maximizar la seguridad y mejorar el servicio, se instalaron cámaras de seguridad y Wifi. 

Tiene un inconveniente, al menos si lo comparamos con otras grandes ciudades del mundo. El metro cierra a medianoche por lo que trasladarse por la capital inglesa luego de esta hora es un poco más difícil. 

Los famosos taxis negros de Londres también son uno de los íconos londinenses más reconocidos. Y al igual que el metro, tienen un muy buen funcionamiento. A pesar de que la mayoría de los turistas los evita por su elevado precio, su funcionamiento puede sacar de apuros a cualquiera. Todos vienen con un sistema de cobranza con tarjeta bancaria e incluso algunos cuentan con conexión a wifi. 

Todos los conductores de taxi tienen que pasar por una "Prueba de Conocimiento" antes de tener el permiso para operar un vehículo en la ciudad. Para pasar la prueba, deben aprender más de 300 rutas, 25.000 calles y 20.000 puntos de referencia.

Por su parte, los famosos buses rojos, sobre todo aquellos de doble altura, son un verdadero ícono de la capital británica. El 90% de los residentes de Londres viven a menos de 400 metros de uno de los 19.500 paraderos de buses de la ciudad. El sistema mueve a 6 millones de personas diariamente, tiene sobre 700 recorridos con 6.800 servicios programados y es uno de los sistemas de buses más extensos del mundo. Además, 100 recorridos nocturnos proveen un servicio de 24 horas. Similar al Transantiago (pero bien hecho), el sistema cuenta con vías exclusivas y segregadas, que aumentan la eficiencia del sistema, y líneas de buses que son administradas por privados, quienes deben ganar una licitación y responder a las exigencias de tarifas, rutas, frecuencias y regularidad establecidas por TfL, recibiendo multas e incentivos para lograrlo. 

Es por esto que, con un sistema coordinado de taxis, buses, líneas de metro y trenes, el transporte de Londres es especialmente valorado por los turistas. 

Al igual que en nuestro país, las tarifas de transporte suben todos los años. Esto obviamente genera quejas y oposición, pero mantiene al sistema financiado y evita acumular costos hasta el punto de llegar a una crisis o requerir un alza brusca de tarifas. 

Otra cosa que hace que esta situación sea más aceptable, es que los usuarios reciben mejoras de servicio evidentes a cambio del dinero que gastan. Por ejemplo, TfL anunció este año que desde 2015, los fines de semana el metro operará las 24 horas. Las autoridades esperan que este servicio sea financieramente "neutro" en el peor escenario, y que genere ganancias en el mejor escenario. Iniciativas como esas hacen que de cierta manera, las alzas sean justificables para los usuarios.

En la búsqueda de optimizar el sistema a bajo costo, pero con un alto impacto en la eficiencia del sistema y en la experiencia del usuario, se ha enfocado los esfuerzos en la coordinación e información que se entrega en los servicios de transporte. Por eso TfL instaló recientemente carteles digitales con información en vivo sobre los buses en diferentes lugares públicos y lanzó un nuevo sitio con información en tiempo real sobre distintos viajes. Algo muy útil considerando que todas las estaciones de metro tendrán conexión gratuita a Wifi para finales de 2014. Además de eso, TfL tiene disponible y abierta toda su información de datos para los desarrolladores de aplicaciones móviles.

El año pasado, Transport for London (TfL) gastó 6,8 mil millones de libras para operar sus buses, trenes y sistema de metro y generó ingresos de 4,8 mil millones de libras, sobre todo a través de las tarifas. Tuvieron entonces una tasa de recuperación del 70%. 

En términos generales, esto significa que los boletos de los usuarios pagan la mayoría del servicio. Y para el término de esta década, la organización espera dejar de necesitar subsidios públicos completamente.

El servicio de transporte está muy adelantado en relación con otros países en cuanto a la tecnología de venta de pasajes. Además de la OysterCard (parecida a nuestra Bip) TfL ha implementado pago sin contacto con tarjetas de crédito y débito en toda su red de buses y pronto también se implementará en las estaciones de metro. 

Al descontar las tarifas directamente de las tarjetas, los usuarios no necesitan comprar boletos o cargar sus tarjetas. Esto genera una reducción en los costos. Antes, el porcentaje de gastos que significaba la cobranza de los pasajes era de un 14%. Actualmente llega a un 9% y va en caída. La agencia incluso anunció que para el 2015 planea cerrar todas sus taquillas, una iniciativa que podría ahorrarles 60 millones de libras al año. 

Esas iniciativas han ido mejorando el servicio también, ya que pagos más rápidos llevan a que los pasajeros ingresen más rápidamente. “Este tipo de intervenciones también incrementan los ingresos, porque estamos reduciendo los impedimentos para que las personas usen la red de transporte público”, aseguró a The Atlantic Shashi Verma, director de experiencia al consumidor de TfL.

Por su parte, los trenes se volverán completamente automatizados en las próximas décadas, aumentando su precisión y reduciendo su costo de operación.

Una forma de mantener las alzas de precio a raya y solventar los costos del sistema, es a través de generar ingresos por otras vías aparte de los pasajes.

Una de las grandes entradas de dinero del sistema de transportes de Londres es la publicidad en sus vehículos, paradas y estaciones, al punto que Verma indica que son "el principal avisador en el Reino Unido". Pero otra de las fuentes de ingreso es a través de los negocios inmobiliarios, ya sea por el desarrollo de nuevos proyectos en terrenos de la agencia, como por el arriendo de espacios para comercio en sus estaciones y sus alrededores.

Por último, el sistema genera ingresos a través de la tarificación por congestión que se cobra a los vehículos particulares que ingresan al centro de Londres en los horarios peak. Los ingresos de este ítem superan el 5% de todos los ingresos del sistema.

De este modo, la capital inglesa cuenta con recursos para seguir mejorando y haciendo más eficiente su sistema de transporte, tanto en su operación, como en el aspecto económico, lo que sumado a su reciente incorporación de un sistema integral de ciclovías, lo vuelve, ciertamente, un ejemplo a estudiar por nuestras autoridades.