Imagen: Big Sunday Day

Big Sunday Day : si la gente no ayuda es porque no sabe cómo

Esta organización se aprovecha de una primicia clave para entregar ayuda de manera eficiente: algunas personas están buscando ayuda y otras están ansiosas por darla. Ellos organizan, pero es la comunidad la que se mueve.

Por María Paz Salas @mpazsalasm | 2014-10-27 | 17:30
Tags | big sunday day, caridad, voluntarios, david levinson, comunidades, proyectos

Hay miles de personas que quieren ayudar, pero muchas veces no saben cómo. Ese fue el gran descubrimiento que el escritor David Levinson hizo en 1999 al organizar lo que sería el primer Big Sunday Day en su sinagoga local, en Los Ángeles.

Ese domingo alrededor de 300 voluntarios participaron en 17 diferentes proyectos comunitarios con la ayuda de diferentes organizaciones. El año siguiente llegaron 800 personas. Esto con la ayuda de diferentes organizaciones sociales locales que especificaron qué tipo de ayuda necesitaban. También con otros grupos de voluntarios, sinagogas, iglesias y colegios.

En mayo de este año, en una nueva versión de Big Sunday Day, llegaron 40.000 voluntarios a 125 ciudades, desde California a Illinois a Nueva York. Este mes también, Big Sunday Day será exportado a Adelaide, Australia, ya que la ciudad también adoptará el modelo que surgió en Los Angeles.

Con Big Sunday Day, Levinson quiere hacerse cargo de dos necesidades sociales de forma simultánea: algunas personas están buscando ayuda y otras están ansiosas por darla. Big Sunday Day responde a las demandas de caridad de la comunidad y también establece un marco para que las personas que quieren ayudar encuentren su nicho, al decirles dónde son necesitados y en qué lugar podrán hacer un impacto positivo. La primicia de Levinson, en resumen es que si les das las herramientas a otros para ayudar, lo harán con gusto. Y tiene otro efecto positivo de pasada, que los servicios comunitarios, crean comunidades más fuertes.

"Nuestros eventos no se tratan sólo de cuántos materiales podemos entregar, se trata de unir a las personas mientras ayudan a otras personas. No estarás increiblemente ocupado cada minuto. También se trata de sentarse y tomar desayuno con otros voluntarios que quieren conocer a alguien nuevo, o personas mayores a las que les hace falta compañía", aseguró Levinson.

Para 2001, Big Sunday Day ya era una organización sin fines de lucro que no estaba ligado directamente con la sinagoga, sino que con diferentes organizaciones religiosas y también laicas. Desde que nació el programa, los voluntarios han donado más de un millón de horas de servicio y millones de dólares en donaciones de suplementos para colegios, refugio de animales, banco de alimentos, librerías y muchas otras causas, tanto ambientales como sociales.

"Tenemos proyectos para cada pasión y talento: pintura, cocina, construcción, jardinería. Hemos hecho plomería, entregado ayuda legal, dental. Hemos tenido peluqueros haciendo cambios de look en refugios para indigentes", aseguró Levinson a Fast Company. "La idea es pasarlo bien, si no te gusta estar alrededor de personas indigentes, ayuda a los ancianos o a los veteranos. Alguien más ayudará a los indigentes, no te sientas mal al respecto", aseguró.

En el mismo sitio web de Big Sunday Day, los interesados pueden revisar los diferentes proyectos para inscribirse como voluntarios. Y la verdad es que hay para todos los gustos: limpieza de calles, remodelación de escuelas, servicio de lectura para menores, dar de comer a los indigentes, realizar feria de las pulgas, ventas de garage, ventas de limonada, y un gran etc. La idea no es ayudar siendo obligados, sino que encontrar una actividad en la que cada uno pueda ser un aporte a la comunidad.

Una idea que si bien ya lleva bastante tiempo en Estados Unidos, es fácil de replicar en cualquier parte del mundo.

¿Crees que esto funcionaría en el país?