La nueva dieta recomendada por la FAO: Comer bichos

El último plan de la FAO para combatir la hambruna mundial suena muy lejano a nuestra cultura. Sin embargo, insectos como escarabajos, saltamontes y avispas no sólo son un buen alimento, comerlos también ayuda a proteger el medioambiente.

Por María Paz Salas @mpazsalasm | 2013-05-22 | 12:25
Tags | FAO, bichos, dieta, recetas
Ya hay 2,5 millones de personas, especialmente de África, Asia y América Latina que comen insectos como parte de su dieta habitual.

La comida no será suficiente para alimentar a todos en el futuro. Eso explicó la FAO, la Agencia para la Alimentación y la Agricultura de la ONU, que detalla que el 2050 habrán en el mundo 2.000 millones de personas más. Es por eso que la agencia presentó su último plan para combatir el hambre en el mundo: Comer bichos. Sí, comer bichos. ¿Por qué? 

Las razones de la FAO

Los insectos son una fuente abundante, económica y nutritiva de alimentos, algo especialmente necesario si se considera la velocidad con la que está creciendo la población humana.

El director forense de la organización, Eduardo Rojas aseguró al diario El País que tras "explotar al máximo los actuales animales domésticos, llevar al borde de la extinción a la mayoría de los cuadrúpedos salvajes, sobrepescar los mares y amenazar con desertificar las selvas y otros espacios naturales, las algas y los insectos son de los últimos nichos por explorar".

Y no son una mala opción, dado su alto aporte nutricional. Por ejemplo, 100 gramos de hamburguesa, tienen menos de la mitad de las calorías que la misma cantidad de termitas africanas, un 50% menos de proteínas y un tercio de grasas. 

Ya hay 2,5 millones de personas, especialmente de África, Asia y América Latina que comen insectos como parte de su dieta habitual. Y hay más de 1.900 especies de insectos que pueden consumirse.  En la región, el país que lidera el consumo de insectos es México. 

Más allá de la nutrición

¿Por qué conviene educar a las personas para que coman insectos? Porque comer carne animal produce deforestación y contribuye al calentamiento global. La misma FAO calcula que la industria ganadera es la segunda generadora de emisiones que provocan gases de efecto invernadero.

Las granjas de insectos que ya existen en Laos, Tailandia y Camboya, ofrecen una proteína muchísimo más barata y más sustentable energéticamente, que también puede servir para alimentar a otros animales. 

Los más consumidos

En Tailandia, los platos incluyen hormigas fritas gigantes, grillos y escarabajos. En Colombia, las hormigas son un aperitivo popular, fritas y saladas. En Nueva Guinea las larvas en hojas de plátano son consideradas un manjar local, al igual que en Australia donde los gusanos son parte tradicional de la dieta aborigen. En Japón, los platos incluyen larvas de mosca acuática en azúcar y saltamontes confitados, al igual que México donde los saltamontes se tuestan y el gusano de agave se come en tortillas. En Camboya las tarántulas fritas son muy populares entre los lugareños y los turistas.

A nivel mundial, los insectos más consumidos son 1) Escarabajos (31%), 2) Orugas (18%), 3) Abejas, avispas y hormigas (14%) y 4) Saltamontes, langostas y grillos (13%). 

Estos insectos son precisamente algunos de los más comunes en nuestro país. Así que la próxima vez que quiera ser creativo en la cocina, ¿Por qué no utilizar nuevos ingredientes?

Le dejamos dos recetas que son elaboradas con grillos y saltamontes respectivamente:

Arroz con grillos

Ingredientes

1 huevo batido

2 cucharas de aceite

2 1/2 tazas de agua

1 cebolla pequeña

2 cucharas de ajo en polvo

salsa de soja

1 taza de arroz

1 taza grande de grillos

Preparación:

En una sartén con el aceite caliente, añadir el huevo, la salsa de soja, el ajo en polvo y la cebolla finamente picada y los grillos. Cuando estén dorados, añadir el agua. Llevar a ebullición. Añadir el arroz. Dejar reposar durante 5 minutos antes de servir.

Saltamontes Gumbo

Ingredientes 

1/2 taza de jugo de limón

1 cuchara de aceite de oliva

1 cuchara de miel

1/2 cuchara de jengibre fresco.1 cuchara de mostaza de Dijon

2 cucharas de distintas especias (perejil, menta, tomillo, albahaca…)

12 saltamontes congelados

1 pimiento rojo cortado a trozos

1 cebolla pequeña

Preparación:

Mezclar todos los ingredientes en una fuente. Añadir los saltamontes y dejar en el frigorífico este adobo durante toda la noche. Al día siguiente, retirar los saltamontes del adobo, secarlos bien y freírlos en aceite caliente.

¿Comerías insectos?